El lateral fuengiroleño hace un llamamiento a la cordura y la humildad: "Hay que tener los pies en el suelo, ha habido un cambio muy brusco y cuesta asimilarlo"
Jesús Gámez (Fuengirola, 1985) no rehúye a la grabadora en un momento difícil, en la transición de Ferreira a Pellegrini. Son días duros para el malaguismo, que ha visto cómo el globo de la ilusión generada con la llegada del jeque se ha vaciado un poco. El lateral ha recibido silbidos y críticas por su juego. Los asume aunque se le nota cierto resentimiento.
-Toca cambio de entrenador, las cosas no salen como se pronosticaba. ¿Cómo valora la situación que atraviesa el equipo?
-Nunca es grato que echen a un entrenador, para nadie. Son cosas que ocurren en el fútbol, hay que asimilarlas y ahora llega otro técnico que intentará hacerlo mejor.
-¿Era un callejón sin salida la situación con Jesualdo?
-Son términos en los que no entramos. Las cosas han sido decididas por una persona que está arriba, ellos son los que mandan. Tenemos que asumir esas responsabilidades. Ahora viene otro entrenador y hay que seguir trabajando. Lo más importante es la situación del equipo, que hay que salvarla.
-¿En un caso como éste se ponen los contadores a cero y se empieza de nuevo?
-No, hay cosas que no hay que dejar a cero. Hay muchos conceptos buenos que coger del entrenador que ha estado aquí y unirlos a lo que aporte el nuevo. Sería un error porque hay cosas construidas. Hay que seguir al nivel que se está entrenando, coger los conceptos del nuevo técnico y tendremos que hablar después en el campo.
-Ustedes que entrenan todos los días juntos saben del potencial del equipo. Y que la plantilla no está tan mal para estar ahí abajo.
-Es verdad que hay grandes jugadores aquí. Viendo otras plantillas y los jugadores que tenemos, el equipo no se merece estar ahora mismo ahí. Hay que unirse tanto en el campo como en el vestuario, tener humildad y subir escalones para llevar al equipo donde se merece.
-¿Se hace duro jugar en La Rosaleda ahora mismo?
-Son situaciones difíciles que a nadie le gusta, pero hay que pasarlas, todo curte. La gente se ha creído que esto iba a ser la bomba, que íbamos a estar en Champions y hay que tener los pies en el suelo, ir a poco a poco. Ha habido un cambio muy brusco, con otro entrenador y otras ideas. Cuesta asimilarlo y hace falta tiempo. Es verdad que los cuatro primeros equipos que han venido a La Rosaleda son de los más difíciles que te puedes encontrar en la Liga BBVA y no supimos sacarles un punto. Contra la Real fue muy un partido muy complicado, había mucha tensión y presión y no supimos manejarla, no salió bien. Hay que asumir responsabilidades. Tenemos que tranquilizarnos, estar unidos y confiar en nosotros.
-¿Escocieron los pitos y la pañolada del público el día de la Real?
-Bueno, en estos momentos uno se refugia en los que nunca te van a fallar. En la familia, los compañeros y los que siempre están ahí y tiramos para el mismo camino. Ellos son libres de hacer lo que ellos quieran. Son tantas personas, cada una tiene su opinión, hay algunos que no tienen personalidad y se dejan guiar por los demás. Para eso estamos preparados. Somos un gran grupo, estamos juntos y la familia cobra ahora un valor enorme para ayudarnos.
-Se le ve dolido personalmente.
-Son situaciones en las que hay que valorar lo que uno ha hecho por un club, no sólo ciertos partidos. He hecho muchas cosas por el Málaga, siempre he escuchado a este club antes que a otro, me he querido quedar siempre aquí antes que aceptar otras ofertas. Que te piten, pues... Reconozco que no estoy en mi mejor momento, pero los pitos no ayudan a que uno salga de ahí abajo
-Está sufriendo por lo colectivo, pero también en su juego en concreto.
-La verdad es que nunca he arrancado una temporada a gran nivel. Siempre he ido de menos a más. Y cuando empiezas y la situación del equipo tampoco acompaña igual se ven algo más los errores. Pero creo que he ido mejorando en cada partido y terminaré al nivel que siempre acabo las temporadas.
-Imagino que no querrá hablar ahora sobre ello cuando Ferreira se ha marchado, pero se ha hablado mucho de que el sistema anterior a los laterales les perjudicaba.
-Cada uno sabe lo que se ve dentro de un campo. Cada uno lo interpreta de una manera, pero los que estamos dentro somos conscientes de lo que hay.
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