Las lesiones le marcaron la pasada temporada. Tanto como para reconocer que es lo peor que le ha pasado en los 100 encuentros oficiales que lleva con el Málaga. Pero poco a poco va volviendo a ser el Apoño que deleitó hace dos campañas. En su sonrisa casi perenne se nota; sus ganas son las mismas que cuando tuvo que irse al San Pedro.

-¿Qué ha sido lo mejor y qué lo peor de este trayecto desde que volvió en 2007?

-Lo mejor fue el ascenso, es lo que más me marcó. Lo peor, las lesiones, que nunca he tenido tantas. Es lo único malo de este trayecto.

-Por cierto, anda y que no le costó llegar. ¿Por qué cree que fue?

-No sé el porqué. La verdad es que nunca me he parado a pensarlo. Sí que volví por un hombre, que fue Muñiz, que apostó fuerte por mí. Yo le tengo mucho que agradecer que pusiera toda la confianza en mí.

-¿Qué cree que hubiera pasado si Muñiz no se lo trae del Marbella?

-Si no aparece Muñiz, yo no creo que estuviera en el Málaga. Tenía otros equipos, pero no el Málaga.

-Cuando jugaba en San Pedro, en Marbella, ¿cómo pensaba que iba a ser su futuro?

-Siempre tuve la ilusión de poder jugar en Segunda, incluso en Primera. Si no, no me hubiera ido al San Pedro o al Marbella, porque allí el sueldo no te daba para vivir.

-Este verano amplió su vinculación con el Málaga hasta el 30 de junio de 2014. Esa renovación también tardó lo suyo.

-Llegó un pelín tarde, pero siempre es bueno que llegue. Estas personas que han entrado nuevas se han portado muy bien conmigo.

-Entre medias, no me negará que al menos en una ocasión estuvo cerca de hacer las maletas.

-Sí que sonó mucho muchas veces el rumor de que hubo varios equipos a punto de ficharme, pero yo, como dije siempre, estaba atento al Málaga. Sí que hubo equipos interesados en otros momentos, pero ahora sólo pienso en el Málaga.

-Según la UEFA, hace dos temporadas formó parte del once revelación de la Liga.

-Fue algo bonito. Ojalá pueda aparecer otros años en onces de este tipo. Sobre todo que me respeten las lesiones, que es lo fundamental para entrar en un once así. Te tienen que respetar y hacer un buen año.

-En cambio, la campaña pasada, ¿cómo la calificaría, tanto en lo personal como en lo colectivo?

-En lo colectivo, bien porque conseguimos el objetivo. Nos costó muchísimo [resopla], más de la cuenta, pero lo importante era salvarnos y lo logramos. En el aspecto individual quedé contento por los partidos que pude jugar y ayudar a los compañeros, pero no con las lesiones, que es lo que me marcó el año.

-Cuando un jugador recae y no acaba de salir de tanta lesión muscular, ¿qué siente, en qué piensa?

-¡Uf! En ese momento piensas en todo. Hasta en que te han echado la negra, que sólo te lesionas, entras otra vez y recaes… La gente tiene que entender que no es porque no te cuides bien. Es porque tú te crees que estás bien. Es una lesión complicada, empiezas a entrenar, a jugar y, como el músculo se va cargando, la herida se pude volver a abrir cuando menos te lo esperes.

-¿Y cómo se supera?

-Con mucho trabajo, con los fisios. He estado todo el verano, cuando todos estaban de vacaciones, corriendo, tratándome e intentando fortalecer las piernas para evitar más lesiones. Gracias a Dios, ahora estoy recuperado al cien por cien.

-Un sector de la grada la ha silbado. ¿Qué pasó por su interior?

-No pasa nada. A veces te aplauden y, cuando estás mal, te pitan. El aficionado paga la entrada y puede hacer lo que quiera, pero también creo que deberían recordar lo que hemos hecho antes, porque no sólo me han pitado a mí, lo han hecho con casi todos los malagueños. Y, por ejemplo, hemos ayudado al Málaga a subir a Primera, estuvimos a punto de entrar en UEFA… Pienso que hay que mirar otras cosas, no sólo un partido malo, que le puede salir a cualquiera. Como cuando uno va a la obra y tiene un día malo. El pobre es normal que lo note. Pero yo no juzgo a las personas por ello. Igual que cuando te aplauden te gusta, cuando te pitan te tienes que callar y seguir corriendo para que vuelvan a aplaudirte.

-Su objetivo, imagino, es que se vuelva a ver a ese Apoño del que se llegó a hablar que estaba en la agenda de la selección.

-Claro, aunque mi objetivo, sobre todo ahora mismo, es no volver a lesionarme, coger ritmo y llegar al nivel más alto que pueda. Nunca me voy a frenar, voy a intentar dar todo lo que tenga. Lo único que espero es que me respeten las lesiones.

-¿Lo de la selección le llegó de alguna manera más o menos oficial?

-No, lo que vi fue por los medios. Es algo bonito, porque sonó con fuerza que podía ir, pero ya es pasado. Ahora hay que trabajar para ver si puede llegar esa oportunidad.

-¿Qué le queda para volver a estar a ese nivel?

-Creo que poco. Después de tantos entrenamientos, exigiéndome mucho en cada uno y en los partidos, muy pronto estaré al mejor nivel.

-¿Teme volver a recaer?

-No. Cuando entro al campo no pienso en si puedo volver a recaer. Por eso lo doy todo.

-Quien está dando unos síntomas extraños es el equipo. Cifras espectaculares a favor y en contra, una dinámica tan diferente en casa y fuera... ¿Cuál es su causa?

-La causa de nuestros goles es porque estamos acertando arriba y el entrenador quiere que acumulemos gente arriba, que lleguemos, que pisemos el área para poder meter goles. El hecho de que nos marquen tanto es algo que tenemos que evitar. No es normal que marquemos, por ejemplo, 15 goles y te metan 30. Tenemos que poner más cada uno para solventarlo. En casa estamos sin ganar, pero hemos jugado con los equipos que están arriba. Ahora, que hemos pasado lo fuerte, hay que ganar todos los puntos posibles.

-Números aparte, lo que nadie puede negar es la ilusión que ha despertado este proyecto.

-Sí, todo el mundo está ilusionado. Es bonito que Málaga se sienta otra vez involucrada con el fútbol. Estos años ya se estaba llenando el campo, pero es que éste, incluso más. Creo que es bonito que la gente se ilusione y que no digan que si son del Madrid o del Barça, que cada vez sea el Málaga más grande y puedan ser realmente del Málaga.

-En el vestuario, ¿es esta emoción equiparable a la de la calle?

-En el vestuario lo que yo veo es un grupo de amigos, que todos vamos a una para intentar satisfacer a la gente, que sigan animando como lo hacen, que creo que es bonito.

-Por cierto, ¿qué les dice el jeque?

-Las veces que ha venido habla en inglés y yo como que el inglés no lo llevo mucho [risas]. Cuando ha venido ha sido para animarnos y desearnos suerte.

-¿Y ustedes a él?

-Nosotros, con nuestro fútbol, lo que intentamos es ilusionarlo, que siga teniendo la misma ilusión. Creo que es bueno que hagamos buenos partidos y que él siga ilusionado con el proyecto, que es bonito y puede ser súper ambicioso.

-¿Y qué me dice del objetivo que han puesto los nuevos dirigentes de quedar entre los diez primeros esta temporada e ir creciendo hasta lograr un Málaga grande?

-Me gusta ese objetivo. Yo siempre miro hacia arriba. Eso de sólo salvarte no me parece bien. Tenemos que ponernos los objetivos más arriba, luego la situación ya te dirá. De momento, está bien intentar quedar entre los diez primeros.

-¿Con qué sueña Apoño?

-Sueño con un Málaga grande, que pueda estar en él, aportar mis cosas. Y para este año que estemos entre los diez primeros, que es el objetivo de todos.

-De Muñiz a Ferreira, se puede decir que ha habido un cambio radical.

-Sí, son un tipo de entrenadores bastante diferentes. Ferreira trae un sistema más ofensivo. Cada uno tiene lo suyo. Yo voy cogiendo las cosas buenas de cada entrenador y me las voy guardando.

-¿Cómo es Ferreira?

-Aparte de que es un hombre agradable, siempre atento a los jugadores, creo que es muy buen entrenador. Siempre busca ganar, sea contra quien sea. Él confecciona el equipo para ganar, no para defenderte del contrario.

-¿Qué es lo que le pide?

-Como a todos los compañeros, que salte al campo y que lo dé todo.

-¿Cuánto le queda al equipo para alcanzar el equilibrio?

-En estos partidos se va a ver más que nunca. Hemos jugado con equipos de mucha calidad y creo que, a partir del domingo ante Osasuna, se verá al equipo diferente.

-Ya ha incidido varias veces en los rivales que han tenido. Además, el sábado dijo que ahora comienza la Liga del Málaga. ¿Es tan importante la distribución del calendario?

-Sí. Nos ha tocado un calendario al principio, sobre todo en casa, muy complicado, porque nos han visitado todos los grandes. Ahora creo que nos enfrentamos a equipos de nuestro nivel. Creo que podemos ganar a cualquiera, pero los de ahora son equipos con los que vamos a pelear de tú a tú con ellos e, incluso, nosotros podemos tener algo de ventaja por los jugadores tan rápidos que tenemos arriba.

-Osasuna. Real Sociedad, Espanyol, Levante, Deportivo, Mallorca y Racing son los siete siguientes rivales. ¿Qué le dicen a Apoño?

-Que tenemos que ganar todos los puntos posibles. Tenemos que ir de tres en tres, no vale de uno en uno.

-Con usted el Málaga nunca ha perdido en el Reyno de Navarra.

-Sí, y eso lo hace especial. Pero también el ambiente, porque la gente te enchufa rápido en el partido por lo mucho que animan a su equipo. Te hace estar súper activado y atento a todo. Creo que es un campo muy bonito para jugar.

-Y la semana que viene comienza su singladura por la Copa del Rey en Alicante. ¿Es esta competición un buen camino para empezar a dar alegrías a la afición?

-Sí, aunque jugamos en Alicante. Siempre que vas pasando eliminatorias, la afición se ilusiona. Y es bonito llegar lejos en la Copa del Rey. Es una competición que si te la tomas en serio puedes llegar lejos.

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