­La duración de la actual crisis económica, mucho más larga que otras como la de 1993, se está cobrando un caro peaje entre la clase trabajadora. El 40% de los parados de Málaga pueden ser considerados ya técnicamente como desempleados de larga duración por llevar más de un año buscando trabajo sin éxito y, lo que es más grave, más de 59.000 de los apuntados a la lista del paro en la provincia ya han agotado todo el catálogo de prestaciones, subsidios y ayudas a las que tiene derecho. Así, el 34% de las 173.891 personas apuntadas actualmente a los Servicios Públicos de Empleo –o lo que es lo mismo, uno de cada tres– está ya completamente desprotegido. Los que quieran ver la botella medio llena pueden argumentar que dos de cada tres siguen cubiertos, aunque, de no cambiar radicalmente la coyuntura económica, la previsión es que esa proporción mengüe mes a mes.
Y es que la crisis deja pocas expectativas de encontrar ocupación a corto plazo. El número de parados que lleva más de un año sin trabajar ha aumentado en Málaga casi un 83% desde inicios de 2009 y engloba a casi 70.000 personas, según el Observatorio Argos, dependiente de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. Su calificativo es de «parado de larga duración».
Diversos organismos como el Colegio de Economistas de Málaga o Analistas Económicos de Andalucía, éste último dependiente del Grupo Unicaja, ya han avisado de que la luz al final del oscuro túnel en el que nos ha inmerso esta crisis económica puede verse en la primavera y el verano de 2011, pero también vacunan sobre falsos optimismos: la creación neta de empleo –o sea, que se creen más puestos de trabajo de los que se destruyen– no llegará hasta los meses finales del próximo año o, en todo caso, hasta 2012. La regla de oro, en este caso, es sencilla. Para crear empleo hace falta crecer a ritmos anuales del 2,5% en el Producto Interior Bruto (PIB) y Málaga, en el mejor de los casos, crecerá el año que viene a una media del 0,6 por ciento.
Sólo quizá acotando el trimestre final de 2011 podrían alcanzarse esos ritmos superiores que permitirían darle la vuelta a una horrorosa tendencia que ha llevado a Málaga a duplicar su paro desde septiembre de 2007, cuando la cota de desempleo en Málaga era sólo de 85.300 personas.

Los 426 euros acaban en febrero

El otro gran problema al que se enfrenta la sociedad malagueña en este tiempo es al progresivo fin de las prestaciones, subsidios y ayudas especiales que cobran los parados y que, poco a poco, van dejando desprotegidos a una mayor cantidad de personas. Un ejemplo: si en enero de este año más de 140.000 personas cobraban todavía algún tipo de prestación en Málaga, al mes de septiembre sólo lo hacen 126.000, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo.
El desglose es el siguiente: 47.246 malagueños cobran la prestación por desempleo (el derecho a paro propiamente dicho por haber cotizado durante un periodo superior al año), 59.209 perciben el subsidio por desempleo (lo que se conoce como ayuda familiar, cifra que incluye a más de 10.628 beneficiarios de los famosos 426 euros del PRODI) y otros 8.329 cobra la Renta Activa de Inserción.
Además hay casi 12.000 personas que cobran el denominado subsidio agrario, aunque estas personas no están computados como parados, por lo que no habría que tenerlos en cuenta a la hora de calcular los parados que en Málaga ya no están cubiertos por ayudas, según detallaron fuentes de CCOO.
Respecto al Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (PRODI), que prolonga por seis meses una ayuda de 426 euros a desempleados que acaban todas las coberturas, los últimos datos en Málaga son que desde el inicio del programa, el 17 de agosto de 2009, y hasta el 17 de octubre de 2010, lo han percibido 40.390 personas.
En el mes de septiembre hubo 10.628 beneficiarios. La nueva prórroga del PRODI finaliza el 15 de febrero de 2011 y parece que el Gobierno no tiene intención de prolongar más una medida que ya calificó en su día como provisional.

vaya mierda de gobierno

Eso era para una revolución,desobediencia civil, nadie debería pagar ni un impuesto ni una hipoteca.