Las mil versiones de una calabaza......Y cientos de máscaras terroríficas
Será una tradición importada, pero lo cierto es que cada año va sumando adeptos y pocas son las tiendas que se resisten a darle un toque de miedo a sus escaparates, antes de empezar con la decoración navideña. Lejos de presentar nacimientos y motivos navideños -algunos hay como el de la tienda de muebles La Mandrágora, que directamente apuestan por la Navidad- acogen escenarios más escalofriantes con telas de araña y lápidas para anunciar la noche de Halloween. Y en todos y cada uno de ellos, un detalle que no puede faltar son las calabazas en venta, en sus miles de versiones posibles, desde la terrorífica a la más simpática e infantil.
Lo clásico pasa por una calabaza, de las de verdad, a la que una vez vaciada la pulpa, se le dibujan y cortan los ojos y la sonrisa. Y sólo faltaría una vela para iluminar la creación. Depende de la expresión que se le quiera dar a la cara, los ojos pasan por redondos, de forma triangular..., al igual que la sonrisa, de picos, cosida... Pero como ya es toda una moda esto de decorar las calabazas en Halloween, hasta las fruterías venden esta hortaliza con unas pegatinas negras con ideas para darle forma a ojos y bocas, listas para cortar. Para los más creativos, siempre queda representar en ellas escenas de sus películas de terror preferidas.
Más allá de lo natural, casi cualquier material es susceptible de ser convertido en una original calabaza naranja. Se encuentran de plástico de diferentes tamaños, listas para encender la pequeña vela que llevan incluida en el interior o la pequeña luz que de noche las hará más siniestras. La gomaespuma, también muy utilizada, ofrece modelos más que curiosos, destinados al igual que los demás, a decoración. Y como no todas tienen que ser escalofriantes ni estar destinadas a dar un buen susto, se encuentran de lo más simpáticas y divertidas, con sonrisas que casi las rodean. Las tiendas de disfraces, los chinos y algunas tiendas de decoración concentran la oferta de estas variadas formas de calabaza.
Pero las más graciosas son las infantiles, que como no podía ser de otro modo, están destinadas a la recolección de caramelos, aunque la tradición del truco y trato aún no se haya implantado, todo es cuestión de tiempo. En la víspera del Día de Todos los Santos los niños, sobre todo estadounidenses, recorren las casas de su vecindario disfrazados, pidiendo dulces con la frase "¿dulce o truco?", "dulce o travesura" o "¿truco o trato?". El truco es una amenaza de broma a los dueños de la casa en el caso de que no proporcionen las ansiadas golosinas.
El caso es que ya hemos empezado con estos simpáticos contenedores, muchos de ellos de plástico, y algunos con las chucherías y los caramelos incluidos. Las tiendas de este tipo han preparado paquetes para los más pequeños de la casa y algunas se han decantado hasta por peluches de lo más escalofriantes, como los de la imagen de arriba.
Pero esta forma anaranjada no se queda ahí, cualquier elemento de decoración puede incluir calabazas, desde unas pegatinas para la pared hasta unas guirnaldas e incluso se imprimen en las chucherías de los supermercados, que desde hace semanas se venden en sus estantes. Mientras, cadenas de ropa interior, como Woman's Secret, han estampado con motivos de Halloween pijamas y complementos.
Eata es la calabaza que le prepare a mi hijo.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/823564/terrorifico/fin/semana.html