El Málaga pasa el temido ´Tourmalet´ de la Liga con una recompensa de cuatro puntos, una magnífica imagen y mejores sensaciones, aunque con el sinsabor de no haber sacado tajada de la pájara del Madrid en el Santiago Bernabéu
El Málaga ha pasado con buena nota su paso por el coloso Tourmalet. Ha llegado en el pelotón de los ´gallos´, atrincherado en la parte noble, sin grandes sofocos y con buenas sensaciones, a pesar de no estar en su terreno, entre tanto equipo grande y millonario.
Cuatro puntos de 12 posibles. Un botín que, vistos los méritos blanquiazules, quizá se antoje algo escaso. Pero que, a fin de cuentas, es lo que es. Un triunfo a pie de puerto ante el Sevilla y un puntito en el final del tramo, en la llegada, con demarraje de Hélder, ante el Villarreal. El bidón medio lleno o medio vacío, según se mire.
Afrontó el ´Málaga Tapia Team´ con osadía el temerario ascenso. La orden de equipo estaba clara: atacar a pie de puerto. Algo que ningún otro equipo se había atrevido a hacer en lo que va de Liga. Tapia, el director del equipo, mandó a un gregario de lujo para abrir hueco. Adrián marcó en Sevilla y le dio tres valiosos minutos de renta a un ´Málaga Tapia Team´ que pagó las consecuencias de su osadía ante el Barça.
El ogro del pelotón español puso a Xavi, Messi, Henry y Alves a tirar del pelotón. Contra eso nada se puede hacer. Para colmo, Weligton, uno de los mejores corredores, hacía la goma en el grupo de los fuertes. Fue un querer y no poder, con la lluvia como protagonista. El mal estado del asfalto dificultó la segunda intentona. Adrián fue engullido por el grupo, a pesar de que el jefe de filas, el portugués Duda, se dejó ver en cabeza.
No estaba todo perdido. Todavía quedaba puerto. El Tourmalet es largo. Y 2.115 metros dan para mucho. Por eso el ´Málaga Tapia Team´ quería atacar en el tramo del Santiago Bernabéu. Siguió a lo suyo. Y lo suyo es pedalear, contra viento y marea. Eliseu se puso sobre la bici y lanzó otro demarraje. Parecía el bueno, por la parte derecha de la carretera. Y se fue. Pero el jefe de filas del Madrid, el único que quedaba ya de su equipo en el grupo de los elegidos, el ´Pipita´ Higuaín, no permitió alegrías. Salió a su rueda. Luego, Duda, el homólogo de Higuaín, envió a Baha por delante con un pase preciso. Estaba crecido. Pero el argentino lo desbarató de nuevo. No quería sobresaltos en su terreno, en la alta montaña. Por eso, cuando Apoño, una de las últimas bazas del equipo realizó un último esfuerzo, Higuaín le pagó con su propia medicina. Atacó, atacó, atacó y atacó. Su cuarto demarraje fue feroz.
Sólo faltaba el último repecho, denominado Villarreal. Todavía se podía lograr una épica victoria de etapa. Fue difícil. Duda mandó zafarrancho y Hélder aguantó al final para ´picar´ un segundo de bonificación. Y ahora, la peligrosa bajada. ¡Ojo con las confianzas!
la opinion de malaga.com
El Málaga ha pasado con buena nota su paso por el coloso Tourmalet. Ha llegado en el pelotón de los ´gallos´, atrincherado en la parte noble, sin grandes sofocos y con buenas sensaciones, a pesar de no estar en su terreno, entre tanto equipo grande y millonario.
Cuatro puntos de 12 posibles. Un botín que, vistos los méritos blanquiazules, quizá se antoje algo escaso. Pero que, a fin de cuentas, es lo que es. Un triunfo a pie de puerto ante el Sevilla y un puntito en el final del tramo, en la llegada, con demarraje de Hélder, ante el Villarreal. El bidón medio lleno o medio vacío, según se mire.
Afrontó el ´Málaga Tapia Team´ con osadía el temerario ascenso. La orden de equipo estaba clara: atacar a pie de puerto. Algo que ningún otro equipo se había atrevido a hacer en lo que va de Liga. Tapia, el director del equipo, mandó a un gregario de lujo para abrir hueco. Adrián marcó en Sevilla y le dio tres valiosos minutos de renta a un ´Málaga Tapia Team´ que pagó las consecuencias de su osadía ante el Barça.
El ogro del pelotón español puso a Xavi, Messi, Henry y Alves a tirar del pelotón. Contra eso nada se puede hacer. Para colmo, Weligton, uno de los mejores corredores, hacía la goma en el grupo de los fuertes. Fue un querer y no poder, con la lluvia como protagonista. El mal estado del asfalto dificultó la segunda intentona. Adrián fue engullido por el grupo, a pesar de que el jefe de filas, el portugués Duda, se dejó ver en cabeza.
No estaba todo perdido. Todavía quedaba puerto. El Tourmalet es largo. Y 2.115 metros dan para mucho. Por eso el ´Málaga Tapia Team´ quería atacar en el tramo del Santiago Bernabéu. Siguió a lo suyo. Y lo suyo es pedalear, contra viento y marea. Eliseu se puso sobre la bici y lanzó otro demarraje. Parecía el bueno, por la parte derecha de la carretera. Y se fue. Pero el jefe de filas del Madrid, el único que quedaba ya de su equipo en el grupo de los elegidos, el ´Pipita´ Higuaín, no permitió alegrías. Salió a su rueda. Luego, Duda, el homólogo de Higuaín, envió a Baha por delante con un pase preciso. Estaba crecido. Pero el argentino lo desbarató de nuevo. No quería sobresaltos en su terreno, en la alta montaña. Por eso, cuando Apoño, una de las últimas bazas del equipo realizó un último esfuerzo, Higuaín le pagó con su propia medicina. Atacó, atacó, atacó y atacó. Su cuarto demarraje fue feroz.
Sólo faltaba el último repecho, denominado Villarreal. Todavía se podía lograr una épica victoria de etapa. Fue difícil. Duda mandó zafarrancho y Hélder aguantó al final para ´picar´ un segundo de bonificación. Y ahora, la peligrosa bajada. ¡Ojo con las confianzas!
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