Un gran acierto
MANUEL CASTILLO.-
Está claro. Nace un nuevo Málaga, no sólo por lo que respecta a su propiedad (por más que se siga pensando que el Málaga es de los malagueños, de la ciudad) sino por su mentalidad, por sus proyectos, por su refuerzo económico en definitiva. Llega un nuevo equipo, pero sería injusto el olvido, o siquiera la indiferencia, de unos hombres que se han mantenido en el club incluso en los peores momentos de su historia, que fueron un día directivos de aquel C. D. Málaga histórico que se fue a pique y que, muchos años después, se mantenían como consejeros de un club sometido a vaivenes de todo tipo y que incluso volvió a estar al borde de otra desaparición. La llegada de Fernando Sanz obró el milagro de la continuidad pero, antes y después, Francisco Martín Aguilar y José Carlos Pérez eran el nexo de unión que, con su presencia y sus ayudas de todo tipo, mantenían en pie una obra sin cimientos.
De aquel C. D. Málaga que desapareció y que 'revivió' como Málaga C. F. gracias al puente que le tendió el Atlético Malagueño, gracias a la gestión y esfuerzos de Fernando Puche, Eduardo Padilla y Federico Beltrán (tres malagueños de pro), habría mucho que decir. Pero fueron pasando los años y una serie de 'personajes' funestos para el fútbol de Málaga pusieron de nuevo al club al borde de caos. Gracias al tesón, la generosidad y altruismo de Martín Aguilar, y en muchas ocasiones también de José Carlos Pérez, el equipo pudo realizar sus obligados desplazamientos sin que nadie, fuera del entorno, supiera cómo se mantenía 'vivo' ese Málaga que algunos parecían empeñados en cargarse.
Por todo ello, quiero destacar el gesto de los nuevos propietarios de 'renovar' la continuidad de esos dos hombres que, en mi estimación personal y en el reconocimiento general, han sido el nexo de unión de clubes (C. D. Málaga, Atlético Malagueño, Málaga C. F.), de épocas complicadísimas y, lo que es peor, de dirigentes muy dispares y futbolistas y técnicos de todo tipo. Siempre, Francisco Martín Aguilar y José Carlos Pérez han estado ahí. Al quite, con absoluto desprendimiento. Y que lo haya reconocido y valorado así Abdullah Ghubn es una muestra más de que este nuevo Málaga C. F. trabaja con seriedad.
Está claro. Nace un nuevo Málaga, no sólo por lo que respecta a su propiedad (por más que se siga pensando que el Málaga es de los malagueños, de la ciudad) sino por su mentalidad, por sus proyectos, por su refuerzo económico en definitiva. Llega un nuevo equipo, pero sería injusto el olvido, o siquiera la indiferencia, de unos hombres que se han mantenido en el club incluso en los peores momentos de su historia, que fueron un día directivos de aquel C. D. Málaga histórico que se fue a pique y que, muchos años después, se mantenían como consejeros de un club sometido a vaivenes de todo tipo y que incluso volvió a estar al borde de otra desaparición. La llegada de Fernando Sanz obró el milagro de la continuidad pero, antes y después, Francisco Martín Aguilar y José Carlos Pérez eran el nexo de unión que, con su presencia y sus ayudas de todo tipo, mantenían en pie una obra sin cimientos.
De aquel C. D. Málaga que desapareció y que 'revivió' como Málaga C. F. gracias al puente que le tendió el Atlético Malagueño, gracias a la gestión y esfuerzos de Fernando Puche, Eduardo Padilla y Federico Beltrán (tres malagueños de pro), habría mucho que decir. Pero fueron pasando los años y una serie de 'personajes' funestos para el fútbol de Málaga pusieron de nuevo al club al borde de caos. Gracias al tesón, la generosidad y altruismo de Martín Aguilar, y en muchas ocasiones también de José Carlos Pérez, el equipo pudo realizar sus obligados desplazamientos sin que nadie, fuera del entorno, supiera cómo se mantenía 'vivo' ese Málaga que algunos parecían empeñados en cargarse.
Por todo ello, quiero destacar el gesto de los nuevos propietarios de 'renovar' la continuidad de esos dos hombres que, en mi estimación personal y en el reconocimiento general, han sido el nexo de unión de clubes (C. D. Málaga, Atlético Malagueño, Málaga C. F.), de épocas complicadísimas y, lo que es peor, de dirigentes muy dispares y futbolistas y técnicos de todo tipo. Siempre, Francisco Martín Aguilar y José Carlos Pérez han estado ahí. Al quite, con absoluto desprendimiento. Y que lo haya reconocido y valorado así Abdullah Ghubn es una muestra más de que este nuevo Málaga C. F. trabaja con seriedad.