Con sus goles y parabienes transmitidos al equipo, Baptista se ha convertido en el mejor fichaje del mercado invernal · Toma el testigo histórico de Baiano
Meses antes de la destitución de Gregorio Manzano (temporada 04/05), sus relaciones con el club ya estaban rotas. Con el equipo a la deriva y el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, se veían los fichajes como remedio indispensable para impedir el descenso a Segunda. Entonces el jiennense pareció advertir su adiós y lanzó una maldición: "Esto no lo va a arreglar ningún mirlo blanco". Antonio Tapia le sustituyó pocos días después de esa sentencia y sí creyó en los milagros: el suyo se llamó Fernando Baiano. Los nueves goles en 17 partidos del brasileño llevaron al Málaga de lo más bajo de la clasificación a la zona media. Seis temporadas después, su compatriota Julio Baptista repite la historia.
Si el Málaga CF consuma su permanencia, será la segunda vez que el mercado de invierno le da el impulso necesario para revertir una situación complicada. Hay diferencias notables con aquel precedente, ya que al buen hacer de La Bestia se unen otras incorporaciones importantes como la de Caballero o Demichelis. Pero hay un notable porcentaje de culpa en el brasileño, que suma la espectacular cifra de siete goles en ocho encuentros disputados. Además, con una lesión de rodilla de por medio, que llegó cuando el ex de la Roma empezaba a coger su mejor tono físico.
Son muchas las virtudes en las que ha mejorado el Málaga con la llegada del centrocampista, aunque la manera más meridiana de apreciar su rendimiento está en sus goles. Sumaba dos en cinco encuentros hasta lesionarse (Valencia y Getafe). Su vuelta ha sido apisonadora: dos dobletes ante Mallorca y Hércules y un golazo por la escuadra ante el Racing. Con él en el campo, en un dibujo táctico específico de Pellegrini para sacarle el mayor jugo, el equipo ha vuelto a marcar goles con tiros desde fuera del área en jugada (el último lo había logrado Eliseu ante el Levante en la jornada 11). Además, se ha liberado de la presión, puesto que el brasileño la ha asumido voluntariamente para tirar del carro y los demás lo han agradecido subiendo su rendimiento sin ese yugo.
Este bagaje le convierte en el fichaje más rentable del mercado de invierno. No sólo por sus tantos, sino por el efecto revitalizador que ha tenido en su equipo, tanto en puntos como en la forma de jugar. Hasta que Baptista regresó de Brasil tras dejar atrás su lesión de ligamentos, era el sevillista Rakitic el que estaba en la cabeza de mejores incorporaciones. No sólo había sumado cinco goles, sino que había llevado a su equipo a encontrar una mejor transición defensa-ataque, problema que había llevado a los de Gregorio Manzano de puestos de Liga de Campeones a alejarse incluso peligrosamente de la opción de clasificarse para competición europea. También había mejorado sus acciones a balón parado, tanto en el golpeo directo como en los centros. La rotura de un dedo en Almería privará a los sevillistas el último sprint de la competición del que estaba siendo su futbolista más destacado junto con Negredo.
Seguramente Giovani Dos Santos complete el podio de incorporaciones estelares del mercado. El único refuerzo de Ali Syed, perseguido por una fama de jugador irregular, ha puesto su desequilibrio al servicio del Racing, tanto de titular como de suplente. Tres goles y varias asistencias se han sumado al efecto revulsivo de la llegada de Marcelino al banquillo, a pesar de que los cántabros continúen con apuros clasificatorios.
En un escalón inferior, podría afirmarse que de futbolistas que han cuajado bien pero no han sido especialmente determinantes en sus clubes, aparece un grupo de varios jugadores: André Castro, joven mediapunta cedido por el Oporto que lleva dos dianas y ha ido de más a menos en el Sporting; Jonás, del que queda la sensación de que Unai Emery le ha dado poca cancha para los buenos minutos que ha tenido en el Valencia (dos tantos); Cejudo, que ha hecho menos dolorosa la salida de Juanfran en el carril diestro de Osasuna (un gol); el exótico Aki, que vino para suplir a Chori Castro en previsión de su posible venta y está superando sus registros (dos goles, ambos de cabeza); Feghouli, quien ha amortizado sus pocos minutos en el Almería con un par de tantos; o Xisco, que ha dado más opciones a Lotina en la delantera y también ha marcado en un par de ocasiones.
El rendimiento de otros de los nuevos no se mide tanto en su aportación numérica como en la mejora táctica obtenida por sus entrenadores: es el caso del mediocentro Medel (Sevilla), el central de la Real Sociedad Demidov, Afellay (Barcelona), el ansiado delantero pedido por Mourinho, Adebayor, o Jefferson Montero, el jugador número 12 para Luis García en el Levante.
El capítulo de decepciones lo focaliza exclusivamente Cicinho, a quien recurrió el Villarreal para suplir al lesionado de gravedad Ángel y al que Garrido ha sentado, por su pobre rendimiento, en favor del canterano Mario. Coro no ha causado sensación alguna en Osasuna, el atlético Elías no ha aportado grandes cosas pero tampoco se espera mucho de él y su compañero Juanfran llegó más que avalado al Manzanares. Sin embargo, las extrañas decisiones de Quique Sánchez Flores le han evitado tener más protagonismo, aunque últimamente las lesiones y sanciones la hayan dado más cancha que en un primer momento.
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