Fernando Sanz se emocionó en el palco al finalizar el partido contra el Real Madrid. Y tenía motivos de sobra. El Málaga se quedaba en Primera División otro año más después de una temporada para sufridores profesionales: "Era la tensión acumulada de tantos partidos, partidos dramáticos. En el último mes me acuerdo de Pamplona, de Bilbao, de Mallorca, un sinfín de ellos. Y claro, a uno le ha venido el bajón. Ahora me acuerdo de mi mujer y mis hijos. No saben lo que me han tenido que aguantar. La convivencia conmigo ha sido muy complicada este año, han tenido que aguantar mi mal genio mucho tiempo. También me acuerdo de la afición, que ha sufrido tantísimo y ha tenido que chuparse un año complicado. Todos lo sabíamos, el objetivo se ha cumplido y estamos todos contentos. El año pasado quedamos octavos y no vi la celebración de ahora. Es muy difícil salvarse con este presupuesto y espero no tener más sufrimientos así. Pero también espero que, cada vez que haya una permanencia, se celebre como hoy". Fernando Sanz no se quiso meter de lleno en el futuro.
No era el momento de planificar ni analizar, sino de disfrutar: "Ahora mismo, he obligado a todos los futbolistas a celebrar. Que el que se acueste antes de las cinco de la mañana tiene multa. Vamos a disfrutar. Luego se reflexionará sobre lo que se ha hecho mal, que se han hecho muchas cosas mal para poner medidas para que no vuelva a pasar. El año que viene seguro que cometeremos errores, pero queremos acotarlo. No entra nada más en mi cabeza que una buena copa con mi gente. Relajarme después de mucho tiempo sin poder hacerlo". ¿El cántico contra el entrenador? Ni se ha enterado: "Cuando ha pasado lo de los cánticos, estaba con tal bajón que no escuchaba nada. Estaba en una nube y no me he enterado de nada".
Fernando Sanz se emocionó en el palco al finalizar el partido contra el Real Madrid. Y tenía motivos de sobra. El Málaga se quedaba en Primera División otro año más después de una temporada para sufridores profesionales: "Era la tensión acumulada de tantos partidos, partidos dramáticos. En el último mes me acuerdo de Pamplona, de Bilbao, de Mallorca, un sinfín de ellos. Y claro, a uno le ha venido el bajón. Ahora me acuerdo de mi mujer y mis hijos. No saben lo que me han tenido que aguantar. La convivencia conmigo ha sido muy complicada este año, han tenido que aguantar mi mal genio mucho tiempo. También me acuerdo de la afición, que ha sufrido tantísimo y ha tenido que chuparse un año complicado. Todos lo sabíamos, el objetivo se ha cumplido y estamos todos contentos. El año pasado quedamos octavos y no vi la celebración de ahora. Es muy difícil salvarse con este presupuesto y espero no tener más sufrimientos así. Pero también espero que, cada vez que haya una permanencia, se celebre como hoy". Fernando Sanz no se quiso meter de lleno en el futuro.
No era el momento de planificar ni analizar, sino de disfrutar: "Ahora mismo, he obligado a todos los futbolistas a celebrar. Que el que se acueste antes de las cinco de la mañana tiene multa. Vamos a disfrutar. Luego se reflexionará sobre lo que se ha hecho mal, que se han hecho muchas cosas mal para poner medidas para que no vuelva a pasar. El año que viene seguro que cometeremos errores, pero queremos acotarlo. No entra nada más en mi cabeza que una buena copa con mi gente. Relajarme después de mucho tiempo sin poder hacerlo". ¿El cántico contra el entrenador? Ni se ha enterado: "Cuando ha pasado lo de los cánticos, estaba con tal bajón que no escuchaba nada. Estaba en una nube y no me he enterado de nada".