Año 1980. Un sábado cualquiera. Los pasillos del Pryca Los Patios son un hervidero de carritos. Cientos de familias malagueñas aprovechan para llenar la despensa. Sin duda, eran otros tiempos. Por entonces la cita con el supermercado era el eje del ocio de muchos hogares, para los que la excursión de rigor del fin de semana era prácticamente sagrada. La propia Martirio recogía la estampa popular en sus famosas sevillanas de 1988: «Con los niños por delante nos vamos al híper. Mi 'marío' tiene, por fin, la tarde libre, y a empujar los carritos, ¡que olé!, nos vamos al híper», rezaba la canción. Mucho ha llovido desde entonces. La masiva incorporación de la mujer al mercado laboral unido a una multiplicación de las alternativas en las que invertir el tiempo libre ha puesto patas para arriba este modelo tradicional de compra.

La implantación de las nuevas tecnologías al ámbito doméstico ha propiciado la aparición de nuevas fórmulas, más cómodas y rápidas, con las que aprovisionar la nevera. Superados los recelos iniciales, estos canales han tomado pista y empiezan a despegar. Así lo confirman los responsables de las principales cadenas de alimentación. Según su relato, en sólo un año el número de malagueños que compran en supermercados 'on line' ha aumentado hasta un 50%.

Su estimación coincide con la de sociólogos y organizaciones de consumidores. Eso sí, al hablar de cifras absolutas,unos y otros aseguran que no hay datos provinciales. La única referencia la aporta la encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de la información y comunicación, elaborada por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Dicho informe, correspondiente a 2009, concluye que 768.328 malagueños reconocen haber usado alguna vez Internet en el último año. De ellos, 247.493 aseguran haber efectuado alguna compra a golpe de ratón y en torno al 9% -22.274-declaran haber adquirido productos de alimentación. Una cifra que se eleva a 96.519 en el conjunto de la región.

A la cabeza de Andalucía

El presidente de la Asociación Andaluza de Comercio Electrónico, Pedro Rodríguez López de Lemus, destaca que Málaga se ha convertido en referente andaluz en la materia, «tanto por los adeptos que tiene esta provincia a las compras por Internet, como por la variedad de productos y servicios ofrecidos por empresas y profesionales malagueños», comenta. Sobre la creciente demanda de artículos de alimentación a través del ordenador, Rodríguez pone el acento en las ventajas asociadas a este sistema, «ya que nos evita el desplazarnos al supermercado, hacer cola para pagar y, además, permite acceder a los productos deseados mediante una lista previamente establecida, añadiendo las ofertas que estimemos y recibiendo los productos cómodamente en nuestro hogar», resume.

Del discurso de este experto se desprenden las dos grandes bazas del canal 'on line': comodidad y rapidez. En la sociedad actual el tiempo es oro. El elevado precio de los pisos obliga a ambos miembros de la unidad familiar a emplearse fuera de casa para pagar la hipoteca. En este escenario, las horas libres para invertir en ocio escasean y cada vez son menos los malagueños dispuestos a sacrificar sus momentos de esparcimiento recorriendo los pasillos del supermercado.
Y es que, como destaca la psicóloga María José Zoilo, ir al hipermercado ha dejado de ser una actividad placentera, como lo era hace 30 años. «Antes, cuando apenas había oferta de ocio, las familias disfrutaban yendo juntas los fines de semana a hacer la compra, era un acto social. Ahora, sin embargo, la mayoría de las mujeres trabajan y, estando Internet, muchas sopesan ya si les compensa perder su tiempo en el súper, cargar la compra y subirla a casa. Cuando se superen las reticencias a pagar por el ordenador esta tendencia irá a mas. Estoy convencida de que estamos sólo en el principio», valora.

En los mismos términos se expresan desde el Departamento de Sociología de la Universidad de Málaga. Uno de sus profesores reconoce que las labores tradicionales de las amas de casa son ya «difíciles de asumir» y advierte de que el auge de las compras 'on line' se enmarca en un fenómenos más general, como es el salto «de la movilidad física a la electrónica». «Gracias a las facilidades que brinda Internet en lugar de ir Mahoma a la montaña, la montaña va a Mahoma. Cada vez hacemos más cosas sin salir de casa. Desde leer un periódico a ver un partido de fútbol o hacer la compra. Comprar unos zapatos tiene un cierto de fetichismo, que entraña placer, y por eso hay quien prefiere ir a la tienda. Pero comprar un paquete de lentejas para muchos es un calvario», desgranan las fuentes.

Cuatro años de rodaje

Conscientes de la necesidad de adaptar su oferta a los nuevos tiempos, hace ahora cuatro años que las grandes enseñas de alimentación pusieron a disposición de sus clientes la posibilidad de pasear la cesta de la compra por el ciberespacio. Hoy son muchas las que ofrecen este servicio en Málaga, desde Mercadona, a Carrefour, El Corte Inglés o Eroski. Ésta última, en concreto,puso sus miras en la provincia en enero de 2007 para inaugurar su canal 'on line' en Andalucía. «De momento es la única ciudad andaluza donde servimos, simplemente por el alto porcentaje de internautas compradores de productos para el hogar (alimentación y droguería) que tiene Málaga», confiesan desde el grupo.
En el ámbito nacional, los 'hermanos' virtuales de los grupos alimentarios les reportan cada año suculentos beneficios, que aumentan año tras año. Sólo Carrefour recibió en 2009 más de 40 millones de visitas en su página web, lo que representó un incremento del 48% con respecto al ejercicio anterior. Su tienda ofrece 8.000 productos de 'compra habitual' como alimentación, bebidas, productos frescos, congelados, droguería y limpieza, perfumería e higiene, animales u hogar, entre otros.

Meterlos en el carrito para disfrutarlos en casa es muy sencillo. Basta con tener un ordenador con conexión a Internet y unos conocimientos básicos para poder navegar . Quien reúna ambos requisitos sólo tiene que acceder al supermercado donde desee hacer la compra, rellenar un formulario de inscripción (si es la primera vez) y elegir los productos. Y todo desde el domicilio, en zapatillas, sin buscar aparcamiento, esperar colas ni cargar las bolsas. Ante tales alicientes, no es de extrañar que, como dicen las organizaciones de consumidores, quien prueba repite.

El perfil: parejas con hijos

Preguntadas por el perfil de quienes recurren a su escaparate virtual, las cadenas coinciden en que se trata principalmente de mujeres (Eroski asegura que suponen el 72% de sus clientes 'on line'), de entre 30 y 45 años, de clase media y formación profesional de grado superior o universitaria. Se trata, según sus estudios, de hogares en los que ambos miembros trabajan (son el 90%, a tenor de los datos de Eroski) y tienen una media de dos hijos a su cargo. «No disponen de tiempo para comprar y, por lo tanto, recurren a la compra 'on line' para llegar a todo y también, para disfrutar de su tiempo libre», apostillan desde Eroski.

Hasta aquí los protagonistas, pero queda una pregunta pendiente, ¿qué adquieren? Los supermercados consultados responden que en un 50% de los casos el cliente que recurre a Internet se fija en primeras marcas, mientras que otro 30% elige marcas blancas. Como destaca la vicepresidenta de la Asociación de Consumidores y Amas de Casa Al-Andalus, María Huelin, a través del ordenador se compran, principalmente, artículos de peso en grandes cantidades. «Es decir, botellas de agua, cajas de leche y productos de higiene o limpieza como detergentes. También se seleccionan pastas, legumbres o alimentos enlatados, pero para los frescos la mayoría sigue prefiriendo ir personalmente al mercado. De hecho, desde Al-Andalus aconsejamos que la fruta, el pescado y la carne se compren viendo el género», dice.
Al respecto, desde Carrefour aseguran que aunque los productos de peso son los más solicitados, cada vez se incorporan más frescos a los pedidos. «El 80 % de las cestas llevan alguno de estos artículos y también tienen mucha demanda los artículos infantiles, como pañales, potitos o leches», señalan.

Lo más engorroso de cambiar los estantes del supermercado por la pantalla del ordenador es, según los expertos, hacer la primera compra, ya que hay que buscar todos los productos uno a uno. Sin embargo, como recuerdan desde El Corte Inglés (cuyas ventas 'on line' han crecido «exponencialmente» en Málaga en el último año), la ventaja es que la web tiene un histórico que guarda las listas y permite repetir la compra de una vez para otra, de forma que cuando realizan la segunda los usuarios no pierden demasiado tiempo seleccionando artículos y marcas.

Pero tiempo no es lo único que se ahorra mediante estos supermercados, abiertos las 24 horas los 365 días al año. Desde las cadenas hacen hincapié en que también se ahorra dinero, ya que el sistema avisa a los internautas de todas las ofertas disponibles. Asimismo, enseñas como Eroski envían por email códigos de rebaja a sus 'ciberclientes' con promociones exclusivas, como regalos y descuentos. Y hay otro tercer factor: «Internet ayuda a gastar menor ya que al no tener los productos enfrente evitas las compras por impulso y te centras en adquirir lo que realmente necesitas», apunta María José Zoilo.

El malagueño que recurre a Internet compra una vez al mes y al pasar por caja desembolsa una media de 132 euros, un importe ligeramente superior a la media española de 130 euros, según cálculos de Eroski.

Pes a mi me gusta mas ir yo a comprar, ya q estas compras te pueden meter productos con poca fecha de caducidad

Ir a comprar la verdad es que es aburrido. Yo suelo ir dos o tres de veces por semana a algún supermercado y voy siempre con una lista de la compra. Voy rápido compró lo de la lista y me largo jejejejeje