El Málaga es un equipo incapaz, carente de pegada y con los recursos castigadísimos. Ha vuelto a dejar marchar otra oportunidad para agarrarse a Primera División y la categoría empieza a escapársele de entre las manos. Tiene 33 puntos y necesita sumar siete más como mínimo de los 15 que restan. Y lo cierto es que cuesta, y mucho, imaginar dónde y cómo va a sumarlos. La incapacidad se ha adueñado del vestuario de Muñiz. El infierno, a un punto, ya le abrasa el cogote.
Una ocasión de Forestieri tras un gran pase de Luque, un lejano tiro de éste que desvió un zaguero y algún que otro córner y falta lateral. Eso fue todo y ahí se acabó la productividad blanquiazul. Jugándose la vida como está el Málaga, es un bagaje paupérrimo. Habrá que esperar un milagro para lograr esos siete puntos. O que los rivales se desplomen definitivamente y dejen de sumar.
En cuanto a control del partido y a presencia ofensiva, el Málaga sí mejoró ligeramente la versión del Valladolid, que tampoco anda para tirar cohetes y que también ha comenzado la búsqueda de billetes con destino a la categoría de plata. Pero al Málaga quizás le faltó algo de agresividad de entrada. No salió en tromba y buscando a su rival en su portería, como quizás era de esperar. Le faltó lucidez y presencia arriba. Conforme avanzó el partido, fue mejorando y superando a los de Pucela, que apenas han visto a Munúa en algún lanzamiento aislado de falta. Los síntomas de los de Clemente son igual de preocupantes que los que emite el equipo de Muñiz, aunque con cuatro puntos de desventaja.
Muñiz arriesgó forzando a Hélder y Stepanov, que cumplieron y convirtieron su regreso en la noticia feliz del día. No tuvieron mucho trabajo, es cierto, pero solventaron con creces todo atisbo de peligro. En el descanso, cuando el partido parecía condenado al 0-0, Muñiz tiró de Apoño y Luque, que arreglaron un poco la cara al equipo y metieron al público aún más en el partido. Pero no fue suficiente. Hubo presencia en tres cuartos de campo y una voluntad de hierro de todos los futbolistas blanquiazules. Pero muy poquito más.
Las cuentas son claras: hacen falta siete puntos como mínimo. Queda recibir a Sporting y Real Madrid y visitar a Mallorca, Getafe y Athletic, tres equipos con importantes aspiraciones europeas. Saquen del armario sus marcapasos y compren varias cajas de tila. Por delante, un mes dramático.
Árbitro
Clos Gómez (Colegio Aragonés). Amonestó a Juanito, Nivaldo, Jesús Gámez, Borja, xx
.Formaciones
Málaga C.F.: Munúa; Jesús Gámez, Hélder, Stepanov, Mtiliga; Juanito, Toribio (Apoño, m.46); Fernando (Luque, m.46), Forestieri (Juanmi, m.83), Duda; y Baha.
Real Valladolid: Jacobo; Pedro López, Sereno, Nivaldo, Barragán; Nauzet (Bueno, m.85), Borja, Baraja, Medunjanin (Canobbio, m.54); Diego Costa y Manucho.
INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la 33ª jornada de Liga disputado en La Rosaleda ante unos 20.000 espectadores.
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