El Málaga respira algo más tranquilo después de que hayan finalizado los partidos de Valladolid y Tenerife. Los chicharreros cayeron anoche en el Sánchez Pizjuán (3-0). Esta tarde ha hacho lo propio el Valladolid en casa ante el Villarreal (0-2). El vestuario blanquivioleta es un polvorín, a Onésimo se le acumulan los problemas y su equipo está ejerciendo como gran aliado malaguista. El Málaga va en caída libre, pero sus máximos rivales no están nada finos. La crisis blanquiazul está siendo amortiguada por el pésimo nivel de Tenerife y Valladolid. El pozo del descenso sigue a seis puntos y la semana que viene se disputa un Tenerife-Valladolid que resultará decisivo.
Muñiz y los suyos apostarán por el empate en el duelo del Heliodoro. Pero bien harían el técnico y los jugadores malaguistas en empezar a sumar puntos y acercarse a los 42 de la tranquilidad. No se puede salir adelante dependiendo sólo del flojísimo nivel de los rivales.
Muñiz y los suyos apostarán por el empate en el duelo del Heliodoro. Pero bien harían el técnico y los jugadores malaguistas en empezar a sumar puntos y acercarse a los 42 de la tranquilidad. No se puede salir adelante dependiendo sólo del flojísimo nivel de los rivales.