El incienso ya pulula en la atmósfera de Málaga. El centro está tomado por butacas y tribunas y los balcones engalanados. Los pétalos de flores aguardan en remojo y las túnicas en la cómoda. La ciudad, guapa para la ocasión, espera a su Semana Santa mirando al cielo. También hay nervios en el vestuario del Málaga, semanasantero y religioso. Varios miembros del cuerpo técnico y del club llevan un año esperando entre jornada y jornada. En La Rosaleda no sólo se habla de fútbol durante estos días…

DANIEL MARÍN

En un rincón del remozado estadio de Martiricos se respira ayuda divina. Todos lo llaman la capilla de los ‘Pichitas’. Es la zona más espiritual del vestuario, donde los Santos se dan la mano para ayudar al Málaga, donde los jugadores veneran su estampa y encienden su vela. Allí tiene previsto Paco Ruiz, el preparador de porteros del club, colgar próximamente una imagen de Nuestra Señora del Gran Poder, la titular de la Cofradía de la Misericordia. Paco siente la Semana Santa, la mamó desde la cuna y hoy mantiene una tradición familiar que, a buen seguro, no tendrá nunca fecha de caducidad. “Soy miembro de la Junta de Gobierno de la Misericordia y mayordomo de la Virgen del Gran Poder (López Nieto lo es en el Cristo, en el ‘Chiquito’). Eso es lo máximo que se puede tener en una cofradía hoy en día”, cuenta orgulloso. Es él quien se ha convertido en embajador de la Semana Santa de Málaga en un lugar tan variopinto como el vestuario de La Rosaleda.

Y es que a casi todos los futbolistas les acaba picando el gusanillo cofrade. “Esta temporada ya me han preguntado Xavi Torres y Munúa, pero todos los años los nuevos se interesan por saber en qué consiste la Semana Santa de Málaga. Me acuerdo de Carpintero, que era muy devoto de la de León y que sacó a sus hijos en el cortejo procesional de La Pasión”, continúa Paco Ruiz. Los jugadores, eso sí, tienen prohibido sacar tronos por razones físicas obvias, pero muchos se suelen dejar ver en cualquier calle disfrutando de los diferentes desfiles procesionales.

Es en otros estratos del club donde el mundo cofrade forma parte de la cotidianidad. El utillero Juan Carlos Salcedo, por ejemplo, es portador del ‘Chiquito’; el readaptador físico, Rafa Mondragón, saca el Cristo del Paso de La Esperanza y el mismísimo director general del Málaga, José María Fernández Mochón, presta su hombro a la Soledad del Sepulcro. Incluso existen casos en los que son los propios familiares de los malaguistas los que participan. Sin ir más lejos, la mujer de Juan Ramón Muñiz cierra la sección de velas de Nuestra Señora del Gran Poder junto a la cantante Luz Casal (su marido, el malagueño Paco Pérez Bryant, lleva el trono). Detalles como este dejan clara muestra del arraigo de la Semana Santa en los diferentes profesionales del plantel blanquiazul.

Jesús Cautivo

La imagen del Cautivo es, sin duda, la más famosa lejos de las fronteras de nuestra ciudad. Buena culpa tienen también de ello los utilleros del equipo: Juan Carlos Salcedo y Miguel Zambrana. Los ‘Pichitas’ siempre van acompañados por la ‘estampita’ del Señor de Málaga y en los baúles de ropa que viajan con el equipo allá donde juegue está su foto pegada con papel de celo. La magia de Jesús Cautivo también ha envuelto a jugadores que pasaron por el club y que ya se fueron, caso de Movilla, que juega todos sus partidos con una camiseta interior con la serigrafía del Cautivo puesta del revés (cosas de las supersticiones).

También quedó “cautivado” el actual director general adjunto a la presidencia, Luis Yáñez, devoto de la misa del alba. “Me lo inculcó Vicente Valcarce desde que llegué a Málaga. Es ya una tradición empezar así la Semana Santa. Quedamos muy temprano en el estadio y vamos los dos juntos en un coche. Ya allí le pedimos y le agradecemos por muchas cosas. Esta es la tercera vez que voy”.

También se quedará toda la Semana Santa en Málaga el presidente Fernando Sanz y su familia, muy apegada a las costumbres de la capital de la Costa del Sol. Sanz suele acudir varios días al centro para ver las procesiones y disfrutar del ambiente. “La Semana Santa de Málaga no tiene que envidiar a ninguna. Si no es la primera, está empatada con las mejores”, confiesa orgulloso.



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Que hombro ni hombro, el Málaga tiene que meter los cojo**es, el pie y lo que es mas importante los goles!

Más cojones.......