RAFAEL M. GUERRA. MÁLAGA Más paciencia que el Santo Job. Fernando Sanz asistió ayer a Zorrilla para presenciar en directo el Valladolid-Málaga. Y lo que vio fue un nuevo empate malaguista. El equipo sigue en posiciones de descenso tras sumar nueve tristes puntos tras 14 jornadas. El Málaga sigue siendo penúltimo y sigue estando a cuatro puntos de la salvación. O sea que, pase lo que pase en la última jornada del 2009 ante el Mallorca, los blanquiazules acabarán el año entre los tres peores de la categoría. En posición de descenso.
Xerez, con siete puntos en 15 partidos –por el duelo adelantado contra el Barcelona–; y Zaragoza, con 12 puntos, acompañan al Málaga en los puestos que conducen directamente a Segunda División. O el conjunto de Muñiz se espabila o la historia va a terminal mal.
El equipo firmó ayer una primera mitad primorosa, continuación de los encuentros ante Sevilla y Osasuna, pero cambió su cara alegre por otra vulgar en la segunda mitad. No es éste, sin embargo, motivo suficiente para cambiar el plan previsto por Sanz.
El presidente, aunque con la boca pequeña, sigue apostando por Juan Ramón López Muñiz. "¿Que si confío en Muñiz? Confío en el equipo, de aquí a final de temporada. Las oportunidades que ha habido no las hemos materializado. El equipo es todo el mundo. El Málaga somos todos, no sólo el entrenador. El club es uno. No es el entrenador o el equipo, también es el taquillero. Falta tener la fortuna de meter esas ocasiones que son tan claras y que hemos fallado", manifestó el dirigente.
Para descender hay que hacerlo rematadamente mal. Ahí están los números del Málaga. Nueve puntos tras 14 jornadas, con una única victoria, que data del 30 de agosto –hace ya tres meses y medio–. Y, a pesar de todo, el cuarto por la cola, el Espanyol, tiene 13 puntos, sólo cuatro más. Y junto a los periquitos hay un ramillete de rivales directos con esa misma puntuación (Racing, Almería, Atlético o el propio Valladolid).
Para Sanz, al equipo se le puede discutir poca cosa. "No se le puede reprochar nada a nadie. Hemos tenido ocasiones de gol y hemos defendido bien". El problema es que se perdonaron multitud de ocasiones en la primera parte. "Son muchos empates, no terminamos de ganar. Para que los empates sean buenos hay que ganar, y no somos capaces. El equipo ha estado bien, pero al final nos pasa lo de siempre. En la primera parte teníamos que haber ganado el partido, con varios mano a mano de Obinna, las faltas laterales de Duda o los tiros al poste. La clave ha sido esa. No hemos finiquitado el partido. Y luego ellos, en un córner, en una prolongación de un jugador casi sin querer, Jesús Gámez, que estaba por allí, la mete".
Llegadas y salidas. El puesto de Muñiz no peligra. Por ahora. El Málaga busca dos jugadores. Un delantero y un interior derecho. El ex malaguista Eliseu y Miku están en la lista de futuribles. Y Stepanov y Cuadrado, en la parrilla de salida.
Xerez, con siete puntos en 15 partidos –por el duelo adelantado contra el Barcelona–; y Zaragoza, con 12 puntos, acompañan al Málaga en los puestos que conducen directamente a Segunda División. O el conjunto de Muñiz se espabila o la historia va a terminal mal.
El equipo firmó ayer una primera mitad primorosa, continuación de los encuentros ante Sevilla y Osasuna, pero cambió su cara alegre por otra vulgar en la segunda mitad. No es éste, sin embargo, motivo suficiente para cambiar el plan previsto por Sanz.
El presidente, aunque con la boca pequeña, sigue apostando por Juan Ramón López Muñiz. "¿Que si confío en Muñiz? Confío en el equipo, de aquí a final de temporada. Las oportunidades que ha habido no las hemos materializado. El equipo es todo el mundo. El Málaga somos todos, no sólo el entrenador. El club es uno. No es el entrenador o el equipo, también es el taquillero. Falta tener la fortuna de meter esas ocasiones que son tan claras y que hemos fallado", manifestó el dirigente.
Para descender hay que hacerlo rematadamente mal. Ahí están los números del Málaga. Nueve puntos tras 14 jornadas, con una única victoria, que data del 30 de agosto –hace ya tres meses y medio–. Y, a pesar de todo, el cuarto por la cola, el Espanyol, tiene 13 puntos, sólo cuatro más. Y junto a los periquitos hay un ramillete de rivales directos con esa misma puntuación (Racing, Almería, Atlético o el propio Valladolid).
Para Sanz, al equipo se le puede discutir poca cosa. "No se le puede reprochar nada a nadie. Hemos tenido ocasiones de gol y hemos defendido bien". El problema es que se perdonaron multitud de ocasiones en la primera parte. "Son muchos empates, no terminamos de ganar. Para que los empates sean buenos hay que ganar, y no somos capaces. El equipo ha estado bien, pero al final nos pasa lo de siempre. En la primera parte teníamos que haber ganado el partido, con varios mano a mano de Obinna, las faltas laterales de Duda o los tiros al poste. La clave ha sido esa. No hemos finiquitado el partido. Y luego ellos, en un córner, en una prolongación de un jugador casi sin querer, Jesús Gámez, que estaba por allí, la mete".
Llegadas y salidas. El puesto de Muñiz no peligra. Por ahora. El Málaga busca dos jugadores. Un delantero y un interior derecho. El ex malaguista Eliseu y Miku están en la lista de futuribles. Y Stepanov y Cuadrado, en la parrilla de salida.