Una verdadera pena. El 0-2 del descanso nos sabía a gloria. No sólo porque era un marcador rotundo a favor del Málaga, sino porque se conseguía frente a un gran equipo que es además el Sevilla. Si para un seguidor malaguista ganar es un gozo, conseguir la victoria ante el Sevilla es gozo y medio por no decir otra cosa. En fin, que el Málaga colista y casi desahuciado llegaba al Sánchez Pizjuán como víctima propiciatoria frente al equipo más elogiado del fútbol patrio, como es el Sevilla. En fin, que el partido comenzó con una alineación lógica, y el Málaga funcionó. Tras el agobio inicial, el Málaga aguantó y consiguió el primer gol gracias a Fernando, que demuestra que tiene su sitio (lo mismo que Valdo demostró que no), y poco después, aprovechándose del desconcierto rival, un pelotazo del referido Fernando (si hubiese sido Messi o Ronaldo dirían que fue un pase de magia) lo aprovechó Duda para vengarse de quienes nunca confiaron en él en la capital andaluza... 0-2: había que frotarse los ojos y aliarse con los cerca de 150 valientes que disfrutaban como pocos en las gradas sevillistas. Jiménez sacó a Kanouté, y el tridente conformado por este junto a Luis Fabiano y Negredo funcionó gracias al brasileño, a la mala suete, y a las tonterías de Munúa... Miren, del 0-3, un gol anulado al Málaga de forma injusta, se pasó al 1-2 por un saque de esquina propiciado por la absurda pantomima del portero malaguista al simular un golpe que nunca recibió, y poco después, del posible 1-3, con el paradón del meta local al zapatazo de Apoño, vino la jugada tonta y Luis Fabiano remachó.
PEDRO LUIS GÓMEZ
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-11-29...s-20091129.html
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