El técnico gijonés se mostró muy tranquilo después de que al final del encuentro la afición prorrumpiera dos veces con gritos de «¡Muñiz, vete ya!»
La clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey no impidió los primeros signos de divorcio entre la afición malaguista y su entrenador. Poco antes de que concluyera el partido 0-0, en lo que estaba siendo un duelo poco vistoso, el público en su mayoría prorrumpió en gritos de «¡Muñiz, vete ya!», un soniquete que se repitió en dos fases, antesala de unos tímidos aplausos en el momento en el que concluyó el choque y se consumó el pase de la eliminatoria.
El respetable, que acudió en poca cantidad anoche a La Rosaleda y en buena parte se incorporó con el choque ya empezado, tampoco pareció aprobar las sustituciones efectuadas durante el partido, primero la de Forestieri por Edinho y, especialmente, la de Baha por Hélder Rosário. «El aficionado puede venir y decir lo que crea oportuno, pero si el entrenador se deja influenciar por lo que se dice no sería un buen técnico. El primer cambio fue de delantero por delantero y el segundo sí supuso una modificación táctica, porque ellos habían puesto mucha gente arriba para controlar el juego aéreo. Yo deseo que la gente entienda la situación», se defendió Muñiz tras el partido en la sala de prensa del estadio.
Al técnico asturiano se le vio muy tranquilo, pese a que, en dos etapas como entrenador en Málaga, recibió por primera vez la oposición de su afición. «No me deja sensaciones amargas lo sucedido. Sería injusto cara a los jugadores. Tengo que estar para los halagos y para las críticas. Me siento fuerte. Sería muy importante que estuviésemos todos unidos cuando quedan cinco minutos y te estás jugando una eliminatoria de Copa. Todos tenemos el mismo objetivo», insistió.
Practicidad
Para el técnico lo sucedido ayer en el plano deportivo fue «lo opuesto» a lo que se viene viendo en lo que va de temporada. «He visto una mejoría clara del equipo cuando no tenía el balón. Hasta ahora el equipo hizo partidos vistosos y siempre recibía gol. Hoy tuvimos que trabajar mucho y fue un partido práctico. El sábado supimos reponernos de un 2-0 para empatar y hoy el equipo dio la cara con un marcador apretado», manifestó en su análisis del choque.
En efecto: el Málaga no dejaba de encajar goles desde el partido inaugural de la Liga ante el Atlético de Madrid, allá por el 29 de agosto, mientras que se daba la circunstancia de que el Zaragoza había visto puerta en todos los encuentros, menos en el de ayer. «El Zaragoza vino a intentar remontar y apretó mucho, pero destacaría el orden que tuvo. Sin balón siempre tuvimos el partido controlado, e incluso las más claras ocasiones fueron nuestras».
Muñiz, que tardó más de lo habitual en aparecer en una concurrida sala de prensa, destacó el buen tono de los jugadores del filial Iván y Toribio, pero no quiso destacar un nombre por encima del resto. Valoró el nivel de todo el grupo, incluso en los minutos de más asedio del Zaragoza: «Este era un partido de Copa y lo que se pretendía era pasar. Es lógico que el equipo que va por debajo apriete. Podíamos haber hecho mejor resultado allí, pero hoy se hizo un partido práctico y trabajado y el objetivo está cumplido. Por eso he visto caras de satisfacción en el vestuario».
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-11-11/muniz-seria-importante-estuvieramos-20091111.html
La clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey no impidió los primeros signos de divorcio entre la afición malaguista y su entrenador. Poco antes de que concluyera el partido 0-0, en lo que estaba siendo un duelo poco vistoso, el público en su mayoría prorrumpió en gritos de «¡Muñiz, vete ya!», un soniquete que se repitió en dos fases, antesala de unos tímidos aplausos en el momento en el que concluyó el choque y se consumó el pase de la eliminatoria.
El respetable, que acudió en poca cantidad anoche a La Rosaleda y en buena parte se incorporó con el choque ya empezado, tampoco pareció aprobar las sustituciones efectuadas durante el partido, primero la de Forestieri por Edinho y, especialmente, la de Baha por Hélder Rosário. «El aficionado puede venir y decir lo que crea oportuno, pero si el entrenador se deja influenciar por lo que se dice no sería un buen técnico. El primer cambio fue de delantero por delantero y el segundo sí supuso una modificación táctica, porque ellos habían puesto mucha gente arriba para controlar el juego aéreo. Yo deseo que la gente entienda la situación», se defendió Muñiz tras el partido en la sala de prensa del estadio.
Al técnico asturiano se le vio muy tranquilo, pese a que, en dos etapas como entrenador en Málaga, recibió por primera vez la oposición de su afición. «No me deja sensaciones amargas lo sucedido. Sería injusto cara a los jugadores. Tengo que estar para los halagos y para las críticas. Me siento fuerte. Sería muy importante que estuviésemos todos unidos cuando quedan cinco minutos y te estás jugando una eliminatoria de Copa. Todos tenemos el mismo objetivo», insistió.
Practicidad
Para el técnico lo sucedido ayer en el plano deportivo fue «lo opuesto» a lo que se viene viendo en lo que va de temporada. «He visto una mejoría clara del equipo cuando no tenía el balón. Hasta ahora el equipo hizo partidos vistosos y siempre recibía gol. Hoy tuvimos que trabajar mucho y fue un partido práctico. El sábado supimos reponernos de un 2-0 para empatar y hoy el equipo dio la cara con un marcador apretado», manifestó en su análisis del choque.
En efecto: el Málaga no dejaba de encajar goles desde el partido inaugural de la Liga ante el Atlético de Madrid, allá por el 29 de agosto, mientras que se daba la circunstancia de que el Zaragoza había visto puerta en todos los encuentros, menos en el de ayer. «El Zaragoza vino a intentar remontar y apretó mucho, pero destacaría el orden que tuvo. Sin balón siempre tuvimos el partido controlado, e incluso las más claras ocasiones fueron nuestras».
Muñiz, que tardó más de lo habitual en aparecer en una concurrida sala de prensa, destacó el buen tono de los jugadores del filial Iván y Toribio, pero no quiso destacar un nombre por encima del resto. Valoró el nivel de todo el grupo, incluso en los minutos de más asedio del Zaragoza: «Este era un partido de Copa y lo que se pretendía era pasar. Es lógico que el equipo que va por debajo apriete. Podíamos haber hecho mejor resultado allí, pero hoy se hizo un partido práctico y trabajado y el objetivo está cumplido. Por eso he visto caras de satisfacción en el vestuario».
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-11-11/muniz-seria-importante-estuvieramos-20091111.html