Con la popular infusión, Forestieri y Munúa mitigarán esta noche en sus hogares la tensión del Uruguay-Argentina, decisivo para acudir al Mundial de Sudáfrica

Gustavo Munúa y Fernando Forestieri también vivirán esta noche el ya denominado partido del siglo: sus selecciones nacionales, Uruguay y Argentina, pugnarán en el estadio Centenario de Montevideo por una plaza en el Mundial, a expensas de lo que suceda en el Chile-Ecuador. Una rivalidad histórica, dos estilos de juego muy marcados frente a frente y una oportunidad de redimirse después de una liguilla muy adversa para ambos combinados.

Lo que sucede en el Málaga no es especialmente llamativo. La convivencia entre uruguayos y argentinos está muy instalada en los vestuarios del fútbol español. Sin ir más lejos, en el Villarreal, los centrales Gonzalo Rodríguez (argentino) y Godín (charrúa) se atreverán a ver el partido juntos. Incluso los atacantes del Atlético de Madrid, Agüero y Forlán, podrían dirimir la rivalidad en el campo, si es que Maradona opta por dar minutos al primero de ellos, porque el segundo es la gran estrella del cuadro celeste.

A altas horas de la noche y con un entrenamiento la mañana siguiente, Munúa y Forestieri verán el choque a través del satélite en la intimidad de sus respectivos hogares y «con mucho mate», como se encarga de insistir 'El Topa'. Quizás esta infusión es de las pocas cosas que los une, y servirá para mitigar la tensión del momento.

Quien ha conocido en primera persona la rivalidad es el guardameta, que ya se midió a Argentina en un amistoso en Florencia en 2003, con derrota por 2-3. También ha jugado en el estadio Centenario y se le pone la piel de gallina sólo de pensar en cómo va a estar esta noche, con setenta mil gargantas 'torciendo' por sus colores.

Deportividad

«Me gustaría que estuvieran en el Mundial las dos selecciones. Me apetece ver también a Argentina en el torneo», afirma con deportividad Munúa, aunque lo cierto es que la relación entre uruguayos y argentinos, especialmente los bonaerenses, no es muy buena. Forestieri es igual de diplomático y se pronuncia con un escueto «que gane el mejor».

El delantero lamenta que Argentina haya tenido que sufrir tanto en la fase de clasificación, conocido de sobra su potencial. «Cuestionan a Maradona, todo el mundo discute sus decisiones, y a Messi, pero ellos no tienen la culpa... Hoy en día el físico ha igualado a todas las selecciones. Antes Argentina le podía meter cinco o seis a Bolivia o Perú, y ahora es la primera la que te golea y la segunda a la que te cuesta ganarle».

Munúa tiene claro que el encuentro no tendrá término medio. «O será un partido muy equilibrado, con pocos goles, o se verán muchos. No podrá pasar otra cosa». El meta no lo dice abiertamente, pero en el fondo mantiene la ilusión de poder regresar algún día a la selección uruguaya. Con el combinado suramericano jugó veintiséis encuentros (recibió cuarenta y cuatro goles) y disputó un torneo de selecciones, la Copa América de 2001, en Colombia. Entre 1998 y 2004 gozó de la confianza de diversos seleccionadores, como Víctor Púa, Daniel Pasarella, Jorge Fossati, Juan Ramón Carrasco y Jorge da Silva, pero no conoce a los actuales. «Con Tabárez ni nadie de su cuerpo técnico he coincidido nunca», y enuncia los tres porteros que vienen ocupando el puesto últimamente: Muslera (Lazio), Castillo (Botafogo) y Martín Silva (Defensor).

En el vestuario malaguista se suele bromear con la doble nacionalidad de Forestieri, que tiene pasaporte italiano y que ya ha jugado en las categorías inferiores de los dos combinados nacionales. Con Argentina, en la sub-15, mientras que con Italia ha jugado en la sub-17, la sub-19 y la sub-20. Se cuestiona su 'argentinidad', pero para el rosarino está fuera de toda duda.

Ambos piden que sea un partido limpio, pero parece difícil. Munúa relativiza la fama de 'marrulleros' de los uruguayos. «Es una cuestión que viene de antiguo, pero ahora parece que por cualquier cosa te sacan la roja...». Y confían en el 'fair play' de Chile, que ya no se juega nada. Un triunfo de este equipo contra Ecuador permitiría a Argentina y Uruguay repartirse, ante cualquiera de los resultados en Montevideo, un billete directo para Suráfrica y una plaza en la eliminatoria de repesca (ante Honduras o Costa Rica). Pero si gana Ecuador, el choque será a cara de perro. Habrá un eliminado con casi total seguridad.



http://malagacf.sur.es/noticias/2009-10-14/mate-para-partido-siglo-20091014.html

Partido a vida o muerte.

pus si un partidazo, me gustaria que ganara uruguay