La prensa cuestiona a Messi y se pregunta si la suplencia le haría rendir más
Argentina se abraza al Loco Palermo y reniega de Leo Messi. "¿Llorará alguna vez Messi como Palermo?", se pregunta el diario Olé. "¿Qué correrá por sus venas?". Clarín ha decidido incluso trasladar sus dudas a los lectores: "¿Messi y diez más o llegó la hora de jugar sin Messi? ¿Cree que Argentina puede darse el lujo de dejar a Messi en el banco?". El 60,3% de los que se han pronunciado cree que sí mientras que el 39,7% opina que no. Así son las cosas en América para sorpresa de Europa en una nueva versión del clásico El doctor Jekyll y mister Hyde.
Una vez elegido como mejor jugador de la pasada Liga de Campeones, Messi está llamado a ganar el Balón de Oro y el FIFA World Player, galardones que le situarán como el sustituto de Cristiano Ronaldo y el rey del fútbol europeo en 2009. La hinchada le señala como el líder natural del Barça tras los traspasos de Ronaldinho y Eto'o, no necesita llevar el brazalete de capitán para ser reconocido como el número uno y el club le acaba de renovar el contrato hasta 2016 [la FIFPro, el sindicato de jugadores, ha denunciado precisamente el acuerdo por su larga duración (debería ser por un máximo de cinco años) y el importe de la cláusula de rescisión: 250 millones de euros].
"A nosotros nos gustaría administrar mejor sus minutos", admite el segundo entrenador azulgrana, Tito Vilanova, "pero Leo sólo quiere jugar". Pone mala cara cuando su nombre no figura en la alineación y el técnico, Pep Guardiola, sentencia: "Le encanta competir con presión".
Al igual que ocurrió con muchos internacionales, el Barça ha generado las mejores condiciones de juego para el triunfo de Messi, nada que ver con cuanto pasa en la selección de Diego Maradona. Máximo goleador de la temporada con los azulgrana (siete tantos), no marca diferencias con Argentina: cuatro tantos en la fase de clasificación, ninguno tan determinante como el de Palermo con Perú en fuera de juego.
La crítica parece no recordar que Messi renunció en su día a la Liga y a la Champions para formar con la albiceleste y medirse a Brasil o ganar el oro en los Juegos de Pekín 2008. A los europeos, y sobre todo a los barcelonistas, los goles de Messi, cumplidos los 22 años, les parecen dignos de la mejor versión de Maradona mientras que muchos argentinos prefieren a Palermo, quien, a sus 35 años, salió triunfador de un ejercicio de supervivencia contra Perú.
Los aficionados albicelestes le piden a Messi que haga jugar a la selección, una misión diferente a la encomendada en el Barça, equipo en el que marca las diferencias sin necesidad de ser un caudillo, papel al que siempre se ha negado. En el Camp Nou, Messi se arranca en diagonal desde la derecha hasta el centro del área o barre el frente del ataque. Guardiola le exige que juegue como delantero y le prohíbe ejercer de volante. En Argentina, en cambio, La Pulga retrocede a menudo hasta la línea de medios porque no hay quien le pase la pelota. La hinchada ha perdido la paciencia con Messi de la misma manera que Messi la pierde con Argentina.
A juzgar por algunos periodistas argentinos, una solución podría ser que Messi fuera suplente para después salir "fresco en el segundo tiempo". "De los distintos siempre se espera algo distinto, pero cuando está con la camiseta celeste y blanca, cuando es rosarino y no catalán, no es distinto", afirma La Nación. Y, recordando su irregular actuación del sábado ante Perú reseña: "Nada catapultó a Leo hacia un desempeño memorable, hacia esa gran actuación que debía en el seleccionado y sigue debiéndola".
A veces da la sensación de que se utiliza a Messi como coartada para no apuntar a Maradona, incapaz de armar a la selección. La indefinición de Argentina para nada favorece a un futbolista decisivo cuando el equipo está organizado como ocurre en el Barça, club en el que se formó y con el que ya ha conseguido los mejores éxitos. "Nunca vi un jugador mejor que Messi", sentencia Guardiola cuando se le pregunta por La Pulga.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/Rey/Europa/villano/Argentina/elpepidep/20091013elpepidep_2/Tes
Argentina se abraza al Loco Palermo y reniega de Leo Messi. "¿Llorará alguna vez Messi como Palermo?", se pregunta el diario Olé. "¿Qué correrá por sus venas?". Clarín ha decidido incluso trasladar sus dudas a los lectores: "¿Messi y diez más o llegó la hora de jugar sin Messi? ¿Cree que Argentina puede darse el lujo de dejar a Messi en el banco?". El 60,3% de los que se han pronunciado cree que sí mientras que el 39,7% opina que no. Así son las cosas en América para sorpresa de Europa en una nueva versión del clásico El doctor Jekyll y mister Hyde.
Una vez elegido como mejor jugador de la pasada Liga de Campeones, Messi está llamado a ganar el Balón de Oro y el FIFA World Player, galardones que le situarán como el sustituto de Cristiano Ronaldo y el rey del fútbol europeo en 2009. La hinchada le señala como el líder natural del Barça tras los traspasos de Ronaldinho y Eto'o, no necesita llevar el brazalete de capitán para ser reconocido como el número uno y el club le acaba de renovar el contrato hasta 2016 [la FIFPro, el sindicato de jugadores, ha denunciado precisamente el acuerdo por su larga duración (debería ser por un máximo de cinco años) y el importe de la cláusula de rescisión: 250 millones de euros].
"A nosotros nos gustaría administrar mejor sus minutos", admite el segundo entrenador azulgrana, Tito Vilanova, "pero Leo sólo quiere jugar". Pone mala cara cuando su nombre no figura en la alineación y el técnico, Pep Guardiola, sentencia: "Le encanta competir con presión".
Al igual que ocurrió con muchos internacionales, el Barça ha generado las mejores condiciones de juego para el triunfo de Messi, nada que ver con cuanto pasa en la selección de Diego Maradona. Máximo goleador de la temporada con los azulgrana (siete tantos), no marca diferencias con Argentina: cuatro tantos en la fase de clasificación, ninguno tan determinante como el de Palermo con Perú en fuera de juego.
La crítica parece no recordar que Messi renunció en su día a la Liga y a la Champions para formar con la albiceleste y medirse a Brasil o ganar el oro en los Juegos de Pekín 2008. A los europeos, y sobre todo a los barcelonistas, los goles de Messi, cumplidos los 22 años, les parecen dignos de la mejor versión de Maradona mientras que muchos argentinos prefieren a Palermo, quien, a sus 35 años, salió triunfador de un ejercicio de supervivencia contra Perú.
Los aficionados albicelestes le piden a Messi que haga jugar a la selección, una misión diferente a la encomendada en el Barça, equipo en el que marca las diferencias sin necesidad de ser un caudillo, papel al que siempre se ha negado. En el Camp Nou, Messi se arranca en diagonal desde la derecha hasta el centro del área o barre el frente del ataque. Guardiola le exige que juegue como delantero y le prohíbe ejercer de volante. En Argentina, en cambio, La Pulga retrocede a menudo hasta la línea de medios porque no hay quien le pase la pelota. La hinchada ha perdido la paciencia con Messi de la misma manera que Messi la pierde con Argentina.
A juzgar por algunos periodistas argentinos, una solución podría ser que Messi fuera suplente para después salir "fresco en el segundo tiempo". "De los distintos siempre se espera algo distinto, pero cuando está con la camiseta celeste y blanca, cuando es rosarino y no catalán, no es distinto", afirma La Nación. Y, recordando su irregular actuación del sábado ante Perú reseña: "Nada catapultó a Leo hacia un desempeño memorable, hacia esa gran actuación que debía en el seleccionado y sigue debiéndola".
A veces da la sensación de que se utiliza a Messi como coartada para no apuntar a Maradona, incapaz de armar a la selección. La indefinición de Argentina para nada favorece a un futbolista decisivo cuando el equipo está organizado como ocurre en el Barça, club en el que se formó y con el que ya ha conseguido los mejores éxitos. "Nunca vi un jugador mejor que Messi", sentencia Guardiola cuando se le pregunta por La Pulga.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/Rey/Europa/villano/Argentina/elpepidep/20091013elpepidep_2/Tes