Bernardo Cuenca, operario de Limasa y con una enfermedad degenerativa en la rodilla, denuncia que la empresa le obliga a trabajar en su estado
Bernardo Cuenca, trabajador de Limasa de 35 años que acaba de estar un año de baja, fue a urgencias al Hospital Clínico el pasado viernes y allí le aconsejaron de 8 a 10 días de reposo absoluto. Sin embargo, ayer estaba en su puesto de trabajo, en la calle Ferreteros... acompañado de unas muletas. Según explica, ni la mutua laboral ni la Seguridad Social se ponen de acuerdo sobre la naturaleza de su enfermedad, una ´condromalacia rotulaniana´ degenerativa en la rodilla izquierda.
"La Seguridad Social me dice que tengo un agravamiento por el trabajo y la mutua que es una patología y que no es un accidente laboral".
El caso es que, según cuenta, el servicio médico de Limasa "tiene muchos informes de cirujanos ortopédicos en los que se dice que no puedo estar de pie durante situaciones prolongadas y cargando peso y mucho menos una jornada de 7 horas".
Según explica, el que le hayan puesto a barrer se debe a un "castigo" de la empresa, por haber echado "un pulso" con Limasa. "Llevaba cinco años conduciendo un coche automático de Limasa, sin necesidad de cargar la rodilla, pero al pedir la categoría de conductor, algo que me corresponde por el convenio laboral, ya no me han puesto más a conducir". Bernardo informa de que llevó a juicio a Limasa por acoso laboral esta primavera, pero perdió. "El juez estimó que había tenido unos procesos muy largos de baja, pero de eso no tengo la culpa, la baja me la dan los médicos", se defiende.
Este trabajador de Limasa, fijo desde 2000, informa de que ha sido operado tres veces de la rodilla y hace un mes y medio le extirparon dos tumores del muslo derecho.
Ayer se encontraba en su puesto de trabajo y cuenta que algunos superiores le han mandado el mismo tipo de mensajes: "Me dicen que tienen orden de ´joderme vivo´ y que si me duele la pierna, ´que me joda´, que a ellos no les duele".
Hoy, Bernardo Cuenca acudirá con el informe del Hospital Clínico para ver si la inspección de trabajo reconoce una situación que, de momento, le obliga a trabajar con muletas.
Por su parte la concejala de Medio Ambiente, Araceli González, explicó que no se trata de un asunto empresarial, "es una cuestión médica, este señor está un año de baja hasta julio, en agosto se pide las vacaciones y cuando se incorpora dice que no se encuentra bien, pero la mutua y la Seguridad Social no le dan la baja". La concejala informó además de que el trabajador ha llevado en tres ocasiones a Limasa a juicio, y en ninguna de las tres le han dado la razón.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2009/08/18/trabajo-barrer-ayuda-muletas/282793.html