La falta de un delantero centro rematador obligará a sacar partido de la eficacia de los medios punta con llegadas desde la segunda línea
El Málaga no contará de salida en su plantilla con un delantero centro goleador, de esos que poseen una estadística que respalda su trayectoria o que tienen cierto caché. El club ha debido tapar tantos huecos que al final se queda sin una cantidad relevante para ocupar esa posición. Tal carencia, que será suplida con la apuesta por Baha y Edinho, ratifica que el equipo ofrecerá una imagen similar a la pasada temporada: repartirá sus goles gracias al dinamismo de su teórico ariete.
Ya cuando concluyó la pasada Liga este periódico adelantó que el Málaga debía firmar demasiados jugadores con una enorme limitación económica y, además, en un mercado extraordinariamente complicado. Era imposible mirar hacia la Segunda División, porque sólo había dos jugadores interesantes: Arana, encima sujeto a traspaso (el Racing pagó por él medio millón), y Ricardo, que finalmente renovó por el Tenerife. Futbolistas de medio pelo exigían cantidades desorbitadas. Y tampoco era factible centrarse en la Primera División. El nivel de los futbolistas a los que podía acceder el club de La Rosaleda, con la carta de libertad en el bolsillo, era muy bajo. Conclusión: había que centrarse en el extranjero.
Riesgo
Buscar futbolistas en mercados foráneos entraña un enorme riesgo y en el club lo sabían. Se requiere conocer muy bien a los jugadores, contar con varios informes para acertar en la elección -debe existir unanimidad en el criterio- y disponer de referencias favorables no ya sobre su rendimiento en el terreno de juego, sino sobre su profesionalidad y su vida privada. Por no hablar de la dificultad que supone en muchas ocasiones la gestión con el o los representantes de turno, obsesionados como siempre con hacer negocio.
El Málaga se cercioró rápidamente de que tendría que hacer numerosas piruetas para configurar su plantilla. Era necesario que concurrieran demasiados factores para dar en la diana y hacerse con un futbolista de las características necesarias. Pero también asumió desde el principio que la figura del 'nueve' iba a ser muy difícil de cubrir. Los buenos son inaccesibles -imposible para una economía de restricciones y subsistencia-, y el resto, sencillamente, no ofrecían suficientes garantías. Se evitaba gastar por gastar.
Otro perfil
Por todas estas razones el Málaga tuvo que buscar otro perfil de futbolista. La experiencia de la pasada temporada no fue mala. Los continuos problemas físicos obligaron a Antonio Tapia a recurrir a Adrián, un jugador con virtudes para marcar la diferencia, pero con un pesado lastre para un ariete: su falta de gol. El asturiano apenas vio puerta -aunque marcó uno de los goles más importantes de la temporada, el que supuso el triunfo en el Pizjuán ante el Sevilla-, pero sus movimientos elevaron al máximo su rendimiento. El amplio abanico de desmarques originó situaciones favorables para varios compañeros cara al marco contrario.
El Málaga pasó entonces a ser un equipo muy peligroso. A los entrenadores visitantes no les bastaba con mantener a raya a Adrián. El arsenal blanquiazul era interminable: las llegadas por sorpresa de Baha, las diagonales de Eliseu, las apariciones de Duda en la media punta, las incorporaciones de Apoño, las irrupciones por las bandas de los laterales (Jesús Gámez y Calleja)... Y eso, sin contar con el dominio de Lolo en el juego aéreo o el recurso a última hora de Salva. Así fue como el equipo blanquiazul se codeó con los mejores del campeonato en la faceta goleadora y pesó a ser uno de los más admirados por su verticalidad y la vistosidad de su juego.
Estilo similar
Ahora el Málaga empleará un estilo similar y busca ante todo un reparto de goles. El equipo ya ha empezado a trabajar en los entrenamientos para sacar el máximo rendimiento a la llegada de los medios punta desde la segunda línea y aprovechar así el cuerpo a cuerpo de hombres como Edinho o Baha. En el seno del club se da un enorme valor a la posible llegada de Duda, porque los dirigentes consideran que no se trata de un extremo puro, sino que también influir en elevar el listón goleador.
La presencia de Forestieri, Fernando (felizmente recuperado) o Valdo (que suele merodear el área pequeña) también invitan al optimismo, sin olvidar que centrocampistas como Benachour y Apoño pueden contribuir en momentos determinados. La base del Málaga de Muñiz será la cohesión, pero el técnico y su grupo de trabajo son conscientes de que sin gol es realmente complicado cumplir los objetivos en Primera División. El prioritario, la permanencia.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-08-18/malaga-repartira-goles-20090818.html