El cierre del hotel Los Monteros no ha dejado indiferente al sector empresarial que ve cómo el derrumbe del establecimiento marbellí podría poner fin a uno de los emblemas del turismo internacional. La caída de este Goliat es el tema más comentado estos días en el mundillo económico que necesita ahora más que nunca de buenas noticias para afrontar la crisis. «Es una pena», «cae un símbolo de la Costa del Sol» o «nunca creí que se llegara a estos extremos» son algunas de las frases más repetidas por los representantes de instituciones, colectivos profesionales y empresarios turísticos consultados. Para todos ellos negociar es la única salida posible al conflicto.
Miguel Sánchez, presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), es uno de los que confían en que patronal y trabajadores «se sienten y flexibilicen sus posturas». «El cierre de cualquier empresa es dramático por la situación en la que se quedan sus trabajadores pero en este caso hablamos de la caída de un emblema con todo lo que conlleva», sostuvo. El presidente del colectivo a nivel provincial (CEM), Vicente García, apuntó también al diálogo como vía de escape. «Confío en que abra pronto y se llegue a un entendimiento, la Costa del Sol tiene otros hoteles emblemáticos pero el cierre de éste es realmente una pena», comenta.
Reacciones
El candado a este hotel de cinco estrellas con encierro de los trabajadores incluido ha corrido como un reguero de pólvora por los mentideros empresariales de toda Andalucía. «Esto no es nada bueno -sostiene Rafael Polo, director gerente de Servitour, primer touroperador andaluz-. Es como si en Málaga cerrara El Pez Espada. !Pero si el hotel ha salido hasta en las películas!.». Ayer fue un día de reflexión para muchos, entre ellos el presidente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Salvador Pendón, que mostró su «solidaridad con los trabajadores afectados y su firme compromiso de acabar con la precariedad del sector». El grado de sorpresa era también generalizado. Doce horas después de hacerse público en los medios de comunicación, los responsables políticos y empresariales sopesaban el alcance turístico y económico de la noticia. Para Juan Carlos Robles, decano del Colegio de Economistas de Málaga, es evidente que no se trata de un drama laboral más. Afecta a la «imagen de la provincia y de la Costa del Sol y es una señal de que la economía está en franco retroceso», dijo. «Este tipo de datos sólo genera pesimismo; las cifras hablan por sí solas y todos sabemos que aún no hemos llegado a tocar fondo. Aunque el sector turístico es de los que mejor están aguantando, no podemos confiarnos».
La otra palabra más utilizada por los representantes del sector era decepción. Los Monteros fue uno de los primeros hoteles de la provincia de Gran Lujo, su restaurante el primero en obtener una estrella Michelin, y el primero también en mantener durante varias décadas los precios más elevados y la máxima ocupación, con una clientela exclusiva de alto poder adquisitivo.
Miguel Sánchez, presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), es uno de los que confían en que patronal y trabajadores «se sienten y flexibilicen sus posturas». «El cierre de cualquier empresa es dramático por la situación en la que se quedan sus trabajadores pero en este caso hablamos de la caída de un emblema con todo lo que conlleva», sostuvo. El presidente del colectivo a nivel provincial (CEM), Vicente García, apuntó también al diálogo como vía de escape. «Confío en que abra pronto y se llegue a un entendimiento, la Costa del Sol tiene otros hoteles emblemáticos pero el cierre de éste es realmente una pena», comenta.
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El candado a este hotel de cinco estrellas con encierro de los trabajadores incluido ha corrido como un reguero de pólvora por los mentideros empresariales de toda Andalucía. «Esto no es nada bueno -sostiene Rafael Polo, director gerente de Servitour, primer touroperador andaluz-. Es como si en Málaga cerrara El Pez Espada. !Pero si el hotel ha salido hasta en las películas!.». Ayer fue un día de reflexión para muchos, entre ellos el presidente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Salvador Pendón, que mostró su «solidaridad con los trabajadores afectados y su firme compromiso de acabar con la precariedad del sector». El grado de sorpresa era también generalizado. Doce horas después de hacerse público en los medios de comunicación, los responsables políticos y empresariales sopesaban el alcance turístico y económico de la noticia. Para Juan Carlos Robles, decano del Colegio de Economistas de Málaga, es evidente que no se trata de un drama laboral más. Afecta a la «imagen de la provincia y de la Costa del Sol y es una señal de que la economía está en franco retroceso», dijo. «Este tipo de datos sólo genera pesimismo; las cifras hablan por sí solas y todos sabemos que aún no hemos llegado a tocar fondo. Aunque el sector turístico es de los que mejor están aguantando, no podemos confiarnos».
La otra palabra más utilizada por los representantes del sector era decepción. Los Monteros fue uno de los primeros hoteles de la provincia de Gran Lujo, su restaurante el primero en obtener una estrella Michelin, y el primero también en mantener durante varias décadas los precios más elevados y la máxima ocupación, con una clientela exclusiva de alto poder adquisitivo.