«Si hace falta me compro un coche viejo con tal de que me den la ayuda». La frase, captada al vuelo en una conversación entre un vendedor y un cliente en un concesionario, ilustra la acogida que ha tenido entre los malagueños el plan 2000E (el nuevo Prever). Aunque la afluencia de público ayer, jornada inaugural del programa de ayudas, no fue especialmente numerosa, los vendedores destacaron que la iniciativa está generando una gran expectación, que se traduce en multitud de llamadas de teléfono y solicitudes de información. La falta de concreción sobre los trámites y a quiénes les afecta fue el principal motivo de crítica del sector.
Jesús Fortes, director comercial de Málaga Wagen, explica que hay mucha incertidumbre sobre la forma de tramitar las ayudas, pero destaca que los clientes ya pueden contar con ellas. «No hay un gran movimiento de momento, pero sí muchas llamadas y solicitudes para informarse», agrega. A su juicio, el esfuerzo pasa por ayudar a que los clientes comprendan la situación: «No es para cualquier vehículo y tiene que achatarrar uno de diez años, o de doce si se compra uno usado. En este último caso no habrá aportación del fabricante».
El principal motivo de incertidumbre entre los vendedores era ayer si el Gobierno autonómico se sumaría al plan. A este respecto, la delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta en Málaga, Pilar Serrano, muestra el «apoyo absoluto» de la Junta a una medida «que viene a reactivar un sector muy importante en la economía de la región», lo que, en la práctica, supone sumar otros 500 euros a los que ya ofrece el Gobierno y a los 1.000 de los fabricantes (2.000 euros en total). Serrano espera que esta iniciativa tenga un «balance cero» para la Junta, al autofinanciarse con el incremento que estas ventas producirán en la recaudación de impuestos.
Jesús Fortes, director comercial de Málaga Wagen, explica que hay mucha incertidumbre sobre la forma de tramitar las ayudas, pero destaca que los clientes ya pueden contar con ellas. «No hay un gran movimiento de momento, pero sí muchas llamadas y solicitudes para informarse», agrega. A su juicio, el esfuerzo pasa por ayudar a que los clientes comprendan la situación: «No es para cualquier vehículo y tiene que achatarrar uno de diez años, o de doce si se compra uno usado. En este último caso no habrá aportación del fabricante».
El principal motivo de incertidumbre entre los vendedores era ayer si el Gobierno autonómico se sumaría al plan. A este respecto, la delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta en Málaga, Pilar Serrano, muestra el «apoyo absoluto» de la Junta a una medida «que viene a reactivar un sector muy importante en la economía de la región», lo que, en la práctica, supone sumar otros 500 euros a los que ya ofrece el Gobierno y a los 1.000 de los fabricantes (2.000 euros en total). Serrano espera que esta iniciativa tenga un «balance cero» para la Junta, al autofinanciarse con el incremento que estas ventas producirán en la recaudación de impuestos.