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El ariete malagueño Koke Contreras lidera en el Aris de Grecia una pequeña colonia de jugadores españoles que se resiste al binomio Olympiacos-panathinaikos. El goleador es el capitán del equipo heleno y allí es tratado como si fuera un dios
Hubo un día en el que Sergio Contreras Pardo ´Koke´ (27/04/1983), el niño prodigio de la cantera blanquiazul se hizo hombre. Surcó los mares que rodean el Viejo Continente y se convirtió en un comerciante marsellés primero, luego en un pirata lisboeta, y finalmente se sentó en su nuevo trono como príncipe de Salónica. Un millón de historias encerradas en apenas 26 años de vida, pero que identifican al trotamundos del fútbol malagueño. Es Koke Contretas, el ´Dios´ griego con sangre malagueña.
Este joven futbolista, capitán del Aris de Salónica y referente del conjunto heleno tras tres años defendiendo la camiseta amarilla y negra, regresa a casa por vacaciones. "Como Málaga no hay ningún sitio. Es la ciudad que más me gusta de todas", afirma sin dudarlo dos veces.
Pese a su juventud, Koke ha jugado en el Málaga (2002/04), Olympique de Marsella (2004/06), Sporting de Lisboa (2006) y actualmente en el Aris de Salónica desde el verano de 2006. Pero quizás, para explicar la carrea del delantero malagueño, lo mejor es empezar por el principio, cuando subió al filial malaguista de Tercera a Segunda División junto a un elenco de perlas inigualable. "Va a ser difícil que salga una hornada tan buena de futbolistas como la de aquella época", asegura Koke que junto a los Juan Rodríguez, Alexis, Juanito y Nacho formaron una quinta de ensueño. "Algunas veces quedamos en verano, pero la distancia y el tiempo hacen mella".
Aquel hábil jugador del filial dio el salto al primer equipo de la mano de Joaquín Peiró. Su estreno en la elite fue en la Copa Intertoto ante el Willem II con gol incluido. "Fue el debut soñado, pero me volví loco en aquella época. Alterné el primer equipo con el segundo, cosa que me sentaba bastante mal, pero ahora lo entiendo todo", admite.
Por aquel entonces, Koke estaba bajo la batuta de Antonio Tapia en el filial, actual técnico del Málaga. "Cuando llegó pensamos que era un pesado, pero luego el trabajo nos convirtió en mejores". Además, él no polemiza sobre su continuidad. "Si yo fuera presidente lo renovaría sin dudarlo. Puede ser mejor o peor, pero trabaja más que nadie. Me quedaría más tranquilo si tuviera un entrenador como él", asegura.
Koke se marchó cedido al conjunto francés y allí se hizo un hueco en el panorama internacional. Creció en el Olympique de Marsella. Se marchó una temporada cedido al Sporting de Lisboa y finalmente, hace tres campañas, acabó con sus maletas en Salónica, una ciudad y un equipo desconocido para el aficionado de a pie, pero con una gran tradición en Grecia. "Cuando llegué fue para quedarme. Es como si estuviera tocado con una varita mágica. La gente me acogió desde el primer momento y todo me salió de maravilla".
En Salónica, Koke es considerado como una estrella. Su capitanía estrenada esta temporada le ha subido a los altares sociales de la ciudad que vive por y para sus equipos de fútbol y baloncesto. "He sido el máximo goleador durante tres años. Ellos se identifican conmigo y yo me siento como en casa. Los jugadores somos como dioses", afirma el malagueño que cuenta con más de 5.000 fans en la red social de Facebook. "Lo sé, tengo varios grupos de fans, pero yo no sigo mucho eso. Me volvería loco. No tengo ni ´messenger´ ni nada. Sólo lo imprescindible para mandar algo a casa", dice casi con desdén.
Los comienzos, sin embargo, no fueron tan difíciles como era de esperar. "El idioma griego es complicado, pero no lo es tanto cuando llevas tiempo fuera de casa. Te adaptas y estás preparado para vivir en cualquier sitio. Allí la gente desde el primer día me lo ha dado todo", confirma Koke que ya está atado a Salónica de por vida ya que su hija María, de nueve meses, nació en tierras helenas. "Salónica es muy parecida a Málaga. El nivel de vida es parecido, pero están un poco atrasados respecto a los países avanzados. Es una ciudad abierta al mar y con gente muy amable. Tampoco echo de menos a mis amistades porque allí tengo a muchos amigos".
El fútbol es un idioma distinto. "Los partidos no tiene nada que ver con el fútbol español. Lo que viven esos aficionados no lo puede sentir ningún aficionado en España. El Aris es su vida y dejan de trabajar por ver el partido. Allí te tratan como si fueras Dios. Pero cuando las cosas van mal, te dan un toque".
Koke no sólo es una estrella en Salónica, sino en toda Grecia. Tanto es así que su posible nacionalización para defender los colores de la selección helena es una realidad. "Se comentó a principios de temporada. Sólo llevo tres años en Grecia y necesito cinco. Es una posibilidad ya que jugar con España está muy complicado".
Aquí en Málaga y en el Café Teatro Romano siguen muy de cerca a Koke. El local de la familia vive cada encuentro del jugador del Aris como si fuera una final. "Se juntan muchos para ver el partido con camisetas y todo. Lo ven a través de una plataforma digital y cada domingo hay una fiesta para verme jugar".
Pero jugar al fútbol no es el único don del delantero malagueño del Aris. Cuando acabe su carrera sopesa la posibilidad de hacerse representante de jugadores, al igual que su hermano José, su actual agente. "No sería entrenador, pero sí representante. Tengo buen ojo. Cuando estaba en Marsella vino a entrenar un chaval de 16 años. Nasri se llamaba y yo le dije a mi hermano que llegaría lejos. Ahora está en el Arsenal. Lo mismo me sucedió con Nani en el Sporting de Lisboa. Ahora está en el Manchester", argumenta con orgullo.
Por ahora el fútbol español y el Málaga no le han llamado, pero deja abierta la puerta a un cambio de aires este verano. Y es Koke podría dejar de ser el Príncipe de Salónica para convertirse en el Rey de cualquier otra ciudad.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009051700_12_259489__Todo-Deporte-Principe-Salonica
Hubo un día en el que Sergio Contreras Pardo ´Koke´ (27/04/1983), el niño prodigio de la cantera blanquiazul se hizo hombre. Surcó los mares que rodean el Viejo Continente y se convirtió en un comerciante marsellés primero, luego en un pirata lisboeta, y finalmente se sentó en su nuevo trono como príncipe de Salónica. Un millón de historias encerradas en apenas 26 años de vida, pero que identifican al trotamundos del fútbol malagueño. Es Koke Contretas, el ´Dios´ griego con sangre malagueña.
Este joven futbolista, capitán del Aris de Salónica y referente del conjunto heleno tras tres años defendiendo la camiseta amarilla y negra, regresa a casa por vacaciones. "Como Málaga no hay ningún sitio. Es la ciudad que más me gusta de todas", afirma sin dudarlo dos veces.
Pese a su juventud, Koke ha jugado en el Málaga (2002/04), Olympique de Marsella (2004/06), Sporting de Lisboa (2006) y actualmente en el Aris de Salónica desde el verano de 2006. Pero quizás, para explicar la carrea del delantero malagueño, lo mejor es empezar por el principio, cuando subió al filial malaguista de Tercera a Segunda División junto a un elenco de perlas inigualable. "Va a ser difícil que salga una hornada tan buena de futbolistas como la de aquella época", asegura Koke que junto a los Juan Rodríguez, Alexis, Juanito y Nacho formaron una quinta de ensueño. "Algunas veces quedamos en verano, pero la distancia y el tiempo hacen mella".
Aquel hábil jugador del filial dio el salto al primer equipo de la mano de Joaquín Peiró. Su estreno en la elite fue en la Copa Intertoto ante el Willem II con gol incluido. "Fue el debut soñado, pero me volví loco en aquella época. Alterné el primer equipo con el segundo, cosa que me sentaba bastante mal, pero ahora lo entiendo todo", admite.
Por aquel entonces, Koke estaba bajo la batuta de Antonio Tapia en el filial, actual técnico del Málaga. "Cuando llegó pensamos que era un pesado, pero luego el trabajo nos convirtió en mejores". Además, él no polemiza sobre su continuidad. "Si yo fuera presidente lo renovaría sin dudarlo. Puede ser mejor o peor, pero trabaja más que nadie. Me quedaría más tranquilo si tuviera un entrenador como él", asegura.
Koke se marchó cedido al conjunto francés y allí se hizo un hueco en el panorama internacional. Creció en el Olympique de Marsella. Se marchó una temporada cedido al Sporting de Lisboa y finalmente, hace tres campañas, acabó con sus maletas en Salónica, una ciudad y un equipo desconocido para el aficionado de a pie, pero con una gran tradición en Grecia. "Cuando llegué fue para quedarme. Es como si estuviera tocado con una varita mágica. La gente me acogió desde el primer momento y todo me salió de maravilla".
En Salónica, Koke es considerado como una estrella. Su capitanía estrenada esta temporada le ha subido a los altares sociales de la ciudad que vive por y para sus equipos de fútbol y baloncesto. "He sido el máximo goleador durante tres años. Ellos se identifican conmigo y yo me siento como en casa. Los jugadores somos como dioses", afirma el malagueño que cuenta con más de 5.000 fans en la red social de Facebook. "Lo sé, tengo varios grupos de fans, pero yo no sigo mucho eso. Me volvería loco. No tengo ni ´messenger´ ni nada. Sólo lo imprescindible para mandar algo a casa", dice casi con desdén.
Los comienzos, sin embargo, no fueron tan difíciles como era de esperar. "El idioma griego es complicado, pero no lo es tanto cuando llevas tiempo fuera de casa. Te adaptas y estás preparado para vivir en cualquier sitio. Allí la gente desde el primer día me lo ha dado todo", confirma Koke que ya está atado a Salónica de por vida ya que su hija María, de nueve meses, nació en tierras helenas. "Salónica es muy parecida a Málaga. El nivel de vida es parecido, pero están un poco atrasados respecto a los países avanzados. Es una ciudad abierta al mar y con gente muy amable. Tampoco echo de menos a mis amistades porque allí tengo a muchos amigos".
El fútbol es un idioma distinto. "Los partidos no tiene nada que ver con el fútbol español. Lo que viven esos aficionados no lo puede sentir ningún aficionado en España. El Aris es su vida y dejan de trabajar por ver el partido. Allí te tratan como si fueras Dios. Pero cuando las cosas van mal, te dan un toque".
Koke no sólo es una estrella en Salónica, sino en toda Grecia. Tanto es así que su posible nacionalización para defender los colores de la selección helena es una realidad. "Se comentó a principios de temporada. Sólo llevo tres años en Grecia y necesito cinco. Es una posibilidad ya que jugar con España está muy complicado".
Aquí en Málaga y en el Café Teatro Romano siguen muy de cerca a Koke. El local de la familia vive cada encuentro del jugador del Aris como si fuera una final. "Se juntan muchos para ver el partido con camisetas y todo. Lo ven a través de una plataforma digital y cada domingo hay una fiesta para verme jugar".
Pero jugar al fútbol no es el único don del delantero malagueño del Aris. Cuando acabe su carrera sopesa la posibilidad de hacerse representante de jugadores, al igual que su hermano José, su actual agente. "No sería entrenador, pero sí representante. Tengo buen ojo. Cuando estaba en Marsella vino a entrenar un chaval de 16 años. Nasri se llamaba y yo le dije a mi hermano que llegaría lejos. Ahora está en el Arsenal. Lo mismo me sucedió con Nani en el Sporting de Lisboa. Ahora está en el Manchester", argumenta con orgullo.
Por ahora el fútbol español y el Málaga no le han llamado, pero deja abierta la puerta a un cambio de aires este verano. Y es Koke podría dejar de ser el Príncipe de Salónica para convertirse en el Rey de cualquier otra ciudad.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009051700_12_259489__Todo-Deporte-Principe-Salonica
