El conjunto de figuras de niños jugando ha regresado a la Victoria tras su restauración. Las obras habían sido objeto de actos vandálicos
El conjunto de esculturas de niños jugando que realizo en 1963 el escultor Marino Amaya para el Jardín de la Victoria, más conocido como Jardín de los Monos, vuelve a lucir, tras ser repuesto y restaurado por el Área de Cultura. El alcalde, Francisco de la Torre, ha descubierto estas ocho piezas. Se trata de seis nuevas modeladas por el mismo Marino Amaya y otras dos restauradas también por el autor.
Los títulos de las seis obras realizadas en bronce son Madre con niña, Niña con muñeca, Jugando con tierra, El Diábolo, Niña con cántaro, y Niña leyendo. Las piezas han sido elaboradas en la fundición de Salvador Amaya, también escultor, e hijo de Marino. Se puede considerar que son obras nuevas, basadas en las antiguas, ya que han sido modeladas de nuevo por el propio escultor..
Hay que recordar que las esculturas originales habían sufrido serios actos vandálicos, llegando a desaparecer todas las que eran de piedra, de las que en 1991 solo quedaban pequeños fragmentos. Respecto a las de bronce, material más duradero y resistente, algunas habían sido robadas y permanecían solo dos: En el Mar y El Aro.
http://www.diariosur.es/20090511/local/malaga/jardin-monos-malaga-recupera-200905111917.html
El conjunto de esculturas de niños jugando que realizo en 1963 el escultor Marino Amaya para el Jardín de la Victoria, más conocido como Jardín de los Monos, vuelve a lucir, tras ser repuesto y restaurado por el Área de Cultura. El alcalde, Francisco de la Torre, ha descubierto estas ocho piezas. Se trata de seis nuevas modeladas por el mismo Marino Amaya y otras dos restauradas también por el autor.
Los títulos de las seis obras realizadas en bronce son Madre con niña, Niña con muñeca, Jugando con tierra, El Diábolo, Niña con cántaro, y Niña leyendo. Las piezas han sido elaboradas en la fundición de Salvador Amaya, también escultor, e hijo de Marino. Se puede considerar que son obras nuevas, basadas en las antiguas, ya que han sido modeladas de nuevo por el propio escultor..
Hay que recordar que las esculturas originales habían sufrido serios actos vandálicos, llegando a desaparecer todas las que eran de piedra, de las que en 1991 solo quedaban pequeños fragmentos. Respecto a las de bronce, material más duradero y resistente, algunas habían sido robadas y permanecían solo dos: En el Mar y El Aro.
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