Los cambios en la defensa malaguista en las últimas jornadas son directamente proporcionales al número de goles encajados
Casi con el mismo cuarteto que protagonizó el último ascenso, el Málaga sentó la rodilla en Soria de una forma ciertamente estrepitosa. Formaron Jesús Gámez, Hélder Rosário, Weligton y Calleja, este la única novedad respecto a hace un año en perjuicio de Rossato. De un tiempo a esta parte el equipo viene resintiéndose de forma clara de las modificaciones en esta línea. Es casi matemático. Cuanto más tiene que remover Antonio Tapia la zaga, más tantos recibe su equipo.
Más que ninguna otra línea la defensa de un conjunto ha de funcionar como un reloj en sus movimientos de avance y repliegue, sin desacoplamientos a la hora de tirar el fuera de juego y con posiciones equidistantes entre sí para las coberturas. La continuidad es clave y permite crecer en seguridad y confianza. Sin embargo, el técnico ha llegado a optar, incluso, en las últimas semanas por introducir a Gámez de central, sin estar forzado por las circunstancias: lesión o sanción.
Las estadísticas no le dan la razón. Ni mucho menos. Basta contemplar la evolución del equipo desde la vigésima tercera jornada. Gámez, Cuadrado, Weligton y Calleja formaron de salida en cuatro citas consecutivas (1-1 en Valencia, 1-3 en Valladolid, 0-2 del Recreativo y 1-2 en Getafe), y el balance fue de cinco tantos recibidos.
'Etapa reina'
Sin embargo, para encarar la 'etapa reina' llegaron los cambios y, más allá de la mayor entidad de los rivales, el desastre defensivo: en el 2-2 contra el Sevilla no estuvo Cuadrado por sanción, la misma razón por la que se ausentaron Weligton y Calleja en el Camp Nou (6-0).
Posteriormente, Tapia sorprendió con la titularidad de Manolo y el puesto de central para Gámez frente al Madrid (0-1). La continuidad de este cuarteto ofreció un buen bagaje durante tres partidos (0-2 en Villarreal y 1-1 contra el Mallorca). Casualidad o no, en Pamplona, a la primera variación, cayeron más goles en contra (2-3). Actuaron Cuadrado y Nacho por los tocados Weligton y Calleja, respectivamente. Frente al Deportivo (1-1), nuevas variaciones, ahora sin el sancionado Gámez, y con Hélder. La enésima vuelta de tuerca terminó de desconcertar en Soria (2-0) al regresar el fuengiroleño al lateral y mantenerse el central luso en el once.
Durante el curso nunca ha dado la impresión de que Tapia estuviese plenamente conforme con el rendimiento de un cuarteto. Es notorio que le ha sorprendido el rendimiento de Calleja como lateral, pero no ha tenido claro cuál es el acompañante ideal de Weligton por el centro. A la postre Hélder ha disputado veinte partidos de titular; Cuadrado, catorce, y Jesús Gámez, cuatro en esa demarcación, en la que ha llegado a situarse Lolo, pero no de salida.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-06/valor-continuidad-20090506.html
Casi con el mismo cuarteto que protagonizó el último ascenso, el Málaga sentó la rodilla en Soria de una forma ciertamente estrepitosa. Formaron Jesús Gámez, Hélder Rosário, Weligton y Calleja, este la única novedad respecto a hace un año en perjuicio de Rossato. De un tiempo a esta parte el equipo viene resintiéndose de forma clara de las modificaciones en esta línea. Es casi matemático. Cuanto más tiene que remover Antonio Tapia la zaga, más tantos recibe su equipo.
Más que ninguna otra línea la defensa de un conjunto ha de funcionar como un reloj en sus movimientos de avance y repliegue, sin desacoplamientos a la hora de tirar el fuera de juego y con posiciones equidistantes entre sí para las coberturas. La continuidad es clave y permite crecer en seguridad y confianza. Sin embargo, el técnico ha llegado a optar, incluso, en las últimas semanas por introducir a Gámez de central, sin estar forzado por las circunstancias: lesión o sanción.
Las estadísticas no le dan la razón. Ni mucho menos. Basta contemplar la evolución del equipo desde la vigésima tercera jornada. Gámez, Cuadrado, Weligton y Calleja formaron de salida en cuatro citas consecutivas (1-1 en Valencia, 1-3 en Valladolid, 0-2 del Recreativo y 1-2 en Getafe), y el balance fue de cinco tantos recibidos.
'Etapa reina'
Sin embargo, para encarar la 'etapa reina' llegaron los cambios y, más allá de la mayor entidad de los rivales, el desastre defensivo: en el 2-2 contra el Sevilla no estuvo Cuadrado por sanción, la misma razón por la que se ausentaron Weligton y Calleja en el Camp Nou (6-0).
Posteriormente, Tapia sorprendió con la titularidad de Manolo y el puesto de central para Gámez frente al Madrid (0-1). La continuidad de este cuarteto ofreció un buen bagaje durante tres partidos (0-2 en Villarreal y 1-1 contra el Mallorca). Casualidad o no, en Pamplona, a la primera variación, cayeron más goles en contra (2-3). Actuaron Cuadrado y Nacho por los tocados Weligton y Calleja, respectivamente. Frente al Deportivo (1-1), nuevas variaciones, ahora sin el sancionado Gámez, y con Hélder. La enésima vuelta de tuerca terminó de desconcertar en Soria (2-0) al regresar el fuengiroleño al lateral y mantenerse el central luso en el once.
Durante el curso nunca ha dado la impresión de que Tapia estuviese plenamente conforme con el rendimiento de un cuarteto. Es notorio que le ha sorprendido el rendimiento de Calleja como lateral, pero no ha tenido claro cuál es el acompañante ideal de Weligton por el centro. A la postre Hélder ha disputado veinte partidos de titular; Cuadrado, catorce, y Jesús Gámez, cuatro en esa demarcación, en la que ha llegado a situarse Lolo, pero no de salida.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-06/valor-continuidad-20090506.html