La comisión municipal de Cultura aprueba por unanimidad instar a Medio Ambiente a que modifique la ordenanza de ruido cuando todavía no ha entrado en vigor
Francisco Javier Pastor, Curro para su entorno más íntimo, poco podía imaginar que aquel 6 de diciembre del año pasado cuando la Policía Local irrumpió en su casa para informarle de que su vecino le había denunciando por tocar el violonchelo a las 11:00 de la mañana iba a dar tanto de sí. La posible sanción de hasta 600 euros a la que se enfrenta por este hecho le ha situado en el centro de todas las miradas del mundo de la música de la capital, pero también y sin pretenderlo en un problema en el que el equipo de gobierno del PP ahora tendrá que emplearse a fondo para solucionar sin contradecir las decisiones tomadas por las áreas de Cultura y Medio Ambiente sobre la necesidad o no de modificar una ordenanza municipal sobre ruido que ni siquiera ha entrado en vigor aún.
El debate está servido y ayer en la Comisión de Pleno de Cultura, a la que acudieron una amplia representación de los profesores y estudiantes de música de la ciudad, se puso de manifiesto cuando fueron aprobadas por unanimidad dos mociones, una del PSOE y otra de IU, en las que se instaba a paralizar el expediente sancionador iniciado contra este joven de 17 años y a estudiar la modificación de la nueva norma que está a la espera de ser publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
El problema es que Medio Ambiente, competente en la materia, no está dispuesta a dar marcha atrás con este expediente que está en fase de alegaciones todavía y que se está tramitando conforme a la ordenanza antigua que todavía está en vigor. La concejal del área, Araceli González, advirtió también que aún no se ha impuesto ninguna multa a este joven músico y que "igual podría archivarse como ocurrió con 29 de las 30 denuncias que se tramitaron el año pasado por hechos similares".
Lo más sorprendente es que la Comisión de Cultura apruebe, con los votos a favor del PP y a propuesta de IU, la posible modificación de la ordenanza elaborada por Medio Ambiente para diferenciar entre ruido y música y evitar así la inseguridad jurídica de los músicos cuando ya recibió el visto bueno en Pleno de todos los grupos políticos tras pasar todos los trámites pertinentes.
La posible intromisión de esta comisión en las competencias reservadas a medio ambiente va más allá porque también se aprobó constituir una mesa técnica formada por expertos para estudiar la problemática que sufren muchas agrupaciones musicales a la hora de disponer de ensayar sin ocasionar molestias a los vecinos. Según el concejal socialista Luis Navajas, "nos jugamos mucho en la riqueza cultural de la ciudad y el Ayuntamiento debería hacer un estudio de qué ruido hace cada instrumento y cuáles son las exigencias de insonorización que se deben cumplir en cada caso".
Pero al margen de estos tiras y aflojas entre los grupos políticos de la Corporación municipal se encuentra la historia de un joven que desde que era un niño ha querido ser músico y que por las quejas de sus vecinos ha visto peligrar su sueño. "Sólo quiero estudiar y no me importa respetar un horario para no molestar a nadie", asegura perplejo tras tanto revuelo que le ha obligado por lo pronto a invadir el salón de su casa como lugar de ensayo para no molestar. No quiere volver a tentar la suerte.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/405656/ruido/y/musica/debate/por/joven/violonchelista.html
Francisco Javier Pastor, Curro para su entorno más íntimo, poco podía imaginar que aquel 6 de diciembre del año pasado cuando la Policía Local irrumpió en su casa para informarle de que su vecino le había denunciando por tocar el violonchelo a las 11:00 de la mañana iba a dar tanto de sí. La posible sanción de hasta 600 euros a la que se enfrenta por este hecho le ha situado en el centro de todas las miradas del mundo de la música de la capital, pero también y sin pretenderlo en un problema en el que el equipo de gobierno del PP ahora tendrá que emplearse a fondo para solucionar sin contradecir las decisiones tomadas por las áreas de Cultura y Medio Ambiente sobre la necesidad o no de modificar una ordenanza municipal sobre ruido que ni siquiera ha entrado en vigor aún.
El debate está servido y ayer en la Comisión de Pleno de Cultura, a la que acudieron una amplia representación de los profesores y estudiantes de música de la ciudad, se puso de manifiesto cuando fueron aprobadas por unanimidad dos mociones, una del PSOE y otra de IU, en las que se instaba a paralizar el expediente sancionador iniciado contra este joven de 17 años y a estudiar la modificación de la nueva norma que está a la espera de ser publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
El problema es que Medio Ambiente, competente en la materia, no está dispuesta a dar marcha atrás con este expediente que está en fase de alegaciones todavía y que se está tramitando conforme a la ordenanza antigua que todavía está en vigor. La concejal del área, Araceli González, advirtió también que aún no se ha impuesto ninguna multa a este joven músico y que "igual podría archivarse como ocurrió con 29 de las 30 denuncias que se tramitaron el año pasado por hechos similares".
Lo más sorprendente es que la Comisión de Cultura apruebe, con los votos a favor del PP y a propuesta de IU, la posible modificación de la ordenanza elaborada por Medio Ambiente para diferenciar entre ruido y música y evitar así la inseguridad jurídica de los músicos cuando ya recibió el visto bueno en Pleno de todos los grupos políticos tras pasar todos los trámites pertinentes.
La posible intromisión de esta comisión en las competencias reservadas a medio ambiente va más allá porque también se aprobó constituir una mesa técnica formada por expertos para estudiar la problemática que sufren muchas agrupaciones musicales a la hora de disponer de ensayar sin ocasionar molestias a los vecinos. Según el concejal socialista Luis Navajas, "nos jugamos mucho en la riqueza cultural de la ciudad y el Ayuntamiento debería hacer un estudio de qué ruido hace cada instrumento y cuáles son las exigencias de insonorización que se deben cumplir en cada caso".
Pero al margen de estos tiras y aflojas entre los grupos políticos de la Corporación municipal se encuentra la historia de un joven que desde que era un niño ha querido ser músico y que por las quejas de sus vecinos ha visto peligrar su sueño. "Sólo quiero estudiar y no me importa respetar un horario para no molestar a nadie", asegura perplejo tras tanto revuelo que le ha obligado por lo pronto a invadir el salón de su casa como lugar de ensayo para no molestar. No quiere volver a tentar la suerte.
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