Javier Tebas insta al Málaga CF a nombrar un director general
LaLiga, atenta y preocupada por la ausencia de poder que hay en el club de Martiricos desde hace tiempo, ha sugerido en varias ocasiones la necesidad de esa figura
José Criado 18.04.2018 | 09:10
Joaquín Jofre asume en parte ese rol, pero el cargo está vacío desde finales de 2015.
¿Puede un club funcionar con normalidad sin la presencia de su presidente en el día a día? ¿Y en caso afirmativo, puede esa misma «empresa» tener un rendimiento profesional sin una figura fuerte que aglutine a todas las áreas? La respuesta está en el Málaga CF, que se ha convertido en una entidad presidencialista con un potencial enorme -recauda cerca de 70 millones de euros anuales-, pero que funciona bajo mínimos en lo que a ejecutivos se refiere y que continúa con su máxima autoridad a kilómetros de distancia, ausente para el funcionamiento ordinario de un club.
Esta tesitura, de sobra conocida en Málaga, ha traspasado fronteras y no es tampoco ajena en la patronal, en LaLiga, que suele vigilar muy de cerca a los clubes para que ninguno se descontrole económicamente. Las cuentas en el Málaga muestran una aparente normalidad, pero su funcionamiento en el día a día, no. Es por ello que el propio Javier Tebas, presidente del organismo, ha instado en varias ocasiones a los rectores malaguistas a nombrar una figura de poder, una persona con mando el plaza o una mano derecha del propio presidente Al-Thani. Un director general que sea capaz de «gobernar» desde dentro y que no utilice ni la vía telemática ni el Twitter para presidir.
El Málaga CF, desde la salida de Vicente Casado a finales de noviembre de 2015, ha convivido sin esa figura. Al-Thani, mientras, ha estado apoyado por varias personas. Hombres de confianza que han tenido peso dentro del club, pero que no han llegado a ostentar el cargo de director general. Es el caso de la efímera Beli Álvarez, el abogado González Segura, Carlos 'Coki' Pérez o Carlos López. Todos estuvieron cerca del presidente, pero no llegaron a tener el poder de un director general y ni mucho menos el nombramiento.
Este periódico ya apuntó hace poco más de un año que la propiedad buscaba un director general. Y esa era la intención entonces. Incluso hubo reuniones para nombrar esa figura lo antes posible, con vistas a planificar esta temporada que ha resultado ser desastrosa y también por la falta de confianza que Al-Thani ya comenzaba a tener en la persona de Francesc Arnau. Pero la presencia entonces del dirigente en Málaga y el efímero paso al frente que dieron entonces sus hijos -se dejaron ver con asiduidad por las oficinas e incluso estuvieron en algunas reuniones en Madrid con los organismos federativos-, frenaron dicho impulso hasta dejarlo en el olvido.
Al-Thani, consciente
Ahora, la presidencia vuelve a tener sobre la mesa esa demanda ejecutiva de un club de Primera División. Incluso Al-Thani es consciente de que el funcionamiento de la entidad es muy diferente al del resto de clubes que le rodean. Con más de 70 trabajadores dentro del Málaga CF -sin contar la cantera- es casi impensable que la «empresa» funcione con normalidad.
Y es precisamente ahora, en momentos de crisis como el que está viviendo el Málaga CF y a las puertas del descenso matemático a Segunda División, cuando esa figura se hace más necesaria. El club, huérfano de rostros que asuman responsabilidades, funciona internamente con sus pros y sus contras, pero sigue sin tener imagen de cara al exterior.
Ésa es una de las funciones que debe asumir un director general, además de ser también la cara del Málaga CF en las instituciones (LaLiga y la Federación), y también la figura que negocia con agentes y clubes. Eso, de puertas para afuera, porque en el funcionamiento interno debe ser la persona que se remangue y aglutine bajo el mismo paraguas al resto de áreas del club -Desarrollo y Negocio, Dirección Deportiva, Comunicación, Financiera, Mantenimiento...-.
La figura más cercana a realizar esas funciones en el Málaga CF hoy en día es Joaquín Jofre, que sin embargo tiene el cargo de abogado del club. El ejecutivo ya ha representado a la entidad malaguista en numerosas ocasiones tanto ante las instituciones como en los organismos federativos e incluso recientemente al Málaga y a la propia Liga en la ECA -Asociación de Clubes Europeos-. A Jofre se le reconoce dentro del club con el cargo de facto, ha asumido ese rol o vacío de poder. Pero sus funciones no pueden ir más allá ya que no tiene mando, ni el liderazgo que otorga el cargo ni firma -sólo la tiene Roberto Cano, director financiero-. Un parche que de momento evita males mayores, pero que no ha regateado que el club viva su mayor crisis deportiva y de identidad desde hace más de una década.
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2018/04/18/javier-tebas-insta-malaga-cf/1000658.html
LaLiga, atenta y preocupada por la ausencia de poder que hay en el club de Martiricos desde hace tiempo, ha sugerido en varias ocasiones la necesidad de esa figura
José Criado 18.04.2018 | 09:10
Joaquín Jofre asume en parte ese rol, pero el cargo está vacío desde finales de 2015.
¿Puede un club funcionar con normalidad sin la presencia de su presidente en el día a día? ¿Y en caso afirmativo, puede esa misma «empresa» tener un rendimiento profesional sin una figura fuerte que aglutine a todas las áreas? La respuesta está en el Málaga CF, que se ha convertido en una entidad presidencialista con un potencial enorme -recauda cerca de 70 millones de euros anuales-, pero que funciona bajo mínimos en lo que a ejecutivos se refiere y que continúa con su máxima autoridad a kilómetros de distancia, ausente para el funcionamiento ordinario de un club.
Esta tesitura, de sobra conocida en Málaga, ha traspasado fronteras y no es tampoco ajena en la patronal, en LaLiga, que suele vigilar muy de cerca a los clubes para que ninguno se descontrole económicamente. Las cuentas en el Málaga muestran una aparente normalidad, pero su funcionamiento en el día a día, no. Es por ello que el propio Javier Tebas, presidente del organismo, ha instado en varias ocasiones a los rectores malaguistas a nombrar una figura de poder, una persona con mando el plaza o una mano derecha del propio presidente Al-Thani. Un director general que sea capaz de «gobernar» desde dentro y que no utilice ni la vía telemática ni el Twitter para presidir.
El Málaga CF, desde la salida de Vicente Casado a finales de noviembre de 2015, ha convivido sin esa figura. Al-Thani, mientras, ha estado apoyado por varias personas. Hombres de confianza que han tenido peso dentro del club, pero que no han llegado a ostentar el cargo de director general. Es el caso de la efímera Beli Álvarez, el abogado González Segura, Carlos 'Coki' Pérez o Carlos López. Todos estuvieron cerca del presidente, pero no llegaron a tener el poder de un director general y ni mucho menos el nombramiento.
Este periódico ya apuntó hace poco más de un año que la propiedad buscaba un director general. Y esa era la intención entonces. Incluso hubo reuniones para nombrar esa figura lo antes posible, con vistas a planificar esta temporada que ha resultado ser desastrosa y también por la falta de confianza que Al-Thani ya comenzaba a tener en la persona de Francesc Arnau. Pero la presencia entonces del dirigente en Málaga y el efímero paso al frente que dieron entonces sus hijos -se dejaron ver con asiduidad por las oficinas e incluso estuvieron en algunas reuniones en Madrid con los organismos federativos-, frenaron dicho impulso hasta dejarlo en el olvido.
Al-Thani, consciente
Ahora, la presidencia vuelve a tener sobre la mesa esa demanda ejecutiva de un club de Primera División. Incluso Al-Thani es consciente de que el funcionamiento de la entidad es muy diferente al del resto de clubes que le rodean. Con más de 70 trabajadores dentro del Málaga CF -sin contar la cantera- es casi impensable que la «empresa» funcione con normalidad.
Y es precisamente ahora, en momentos de crisis como el que está viviendo el Málaga CF y a las puertas del descenso matemático a Segunda División, cuando esa figura se hace más necesaria. El club, huérfano de rostros que asuman responsabilidades, funciona internamente con sus pros y sus contras, pero sigue sin tener imagen de cara al exterior.
Ésa es una de las funciones que debe asumir un director general, además de ser también la cara del Málaga CF en las instituciones (LaLiga y la Federación), y también la figura que negocia con agentes y clubes. Eso, de puertas para afuera, porque en el funcionamiento interno debe ser la persona que se remangue y aglutine bajo el mismo paraguas al resto de áreas del club -Desarrollo y Negocio, Dirección Deportiva, Comunicación, Financiera, Mantenimiento...-.
La figura más cercana a realizar esas funciones en el Málaga CF hoy en día es Joaquín Jofre, que sin embargo tiene el cargo de abogado del club. El ejecutivo ya ha representado a la entidad malaguista en numerosas ocasiones tanto ante las instituciones como en los organismos federativos e incluso recientemente al Málaga y a la propia Liga en la ECA -Asociación de Clubes Europeos-. A Jofre se le reconoce dentro del club con el cargo de facto, ha asumido ese rol o vacío de poder. Pero sus funciones no pueden ir más allá ya que no tiene mando, ni el liderazgo que otorga el cargo ni firma -sólo la tiene Roberto Cano, director financiero-. Un parche que de momento evita males mayores, pero que no ha regateado que el club viva su mayor crisis deportiva y de identidad desde hace más de una década.
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2018/04/18/javier-tebas-insta-malaga-cf/1000658.html