El Málaga ha entrado en una peligrosísima dinámica perdedora. Lo peor no fue la derrota anoche ante el Villarreal, sino la ansiedad que comienza a apoderarse del equipo, su nula capacidad de creación de juego, su falta de gol, que ya no es preocupante, sino acuaciante, y los muchos nervios que salen a flor de piel hace que desde los rivales hasta los arbitros se den cuenta de que nos estamos convirtiendo en ‘carne de cañón’, y que, además, la suerte nos dé definitivamente la espalda, como ocurrió anoche: gol en propia puerta de Tissone en un ‘soberbio’ cabezazo en plancha tras una falta que no fue de Welligton en el lateral. Si al menos pensábamos en un punto, porque no le hacemos un gol ni al arco iris, al adelantarse los levantinos con este regalo, la escasa ilusión se desvaneció. Es cierto que el Málaga lo intentó, pero sin orden ni concierto, con tanto corazón como muy poca cabeza y ese esfuerzo final no puede ocultar lo que de nuevo fue un pésimo partido de los de Gracia, al que, por cierto, se le nota también como atrapado por las circunstancias, como si no hubiese superado lo que para él fue un durísimo golpe: la salida de Darder.
Ocurre también que poco se podía esperar ante el horroroso juego de la medular blanquiazul, donde Juanpi y Horta demostraron una vez más que hoy por hoy no son jugadores de Primera División, se ponga quien quiera como sea, y Recio y Tissone no acertaron en un solo pase, lo que es para estudiarlo. El cúmulo de despropósitos dejó huérfano a Charles, quien tiene que pensar eso de «dónde me he metido esta temporada». Los únicos que mantuvieron el tipo, el excepcional Welligton, Duda y Kameni, los tres veteranos, lo que da idea del estado actual del Málaga, que hoy por hoy es un verdadero desastre.
5 partidos, 0 goles, 2 puntos: vamos directos al infierno y por aquí no se vislumbran soluciones. Y el sábado, al Santiago Bernabéu...
PEDRO LUIS GÓMEZ
http://www.diariosur.es/opinion/201509/24/carne-canon-20150924010318.html