Estoy completamente de acuerdo con todas las medidas que se tomen para erradicar la violencia de los campos de fútbol. Que se tomen las medidas necesarias para erradicar la falta de respeto a jugadores y árbitros, gritos, racistas, machistas, insultos, etc.
Pero el problema es que no se caiga en injusticia por parte de quien imparte justicia. A veces los que se encargan de impartir justicia abusan de su estatus, principalmente cuando se sienten inmune porque la ley castiga aun más duramente si el castigado protesta con razón ante una injusticia por parte de la ley.
De acuerdo que ha que respetar a quien hace respetar a la ley, pero estos también han de ser justos y no equivocarse, y si lo hacen, rectificar y respetar ellos también y no sancionar a quien haya perjudicado porque se revele o pida justicia.
Los tiempo de la inquisición terminaron hace tiempo.
El respeto arbitral hacía el Málaga y su afición es muy poco, pero no solo con el Málaga, sino con más equipos.
El arbitraje contra el Valencia la pasada semana y la del Málaga contra el At. Madrid y Real Madrid son lamentable, y encima se castiga más aún a los equipos, jugadores y público por quejarse.
Los aficionados, jugadores y equipos debemos ser respetuosos con los árbitros, pero no sumisos. Ellos también han de respetar si quieren ser respetados.
Pero el problema es que no se caiga en injusticia por parte de quien imparte justicia. A veces los que se encargan de impartir justicia abusan de su estatus, principalmente cuando se sienten inmune porque la ley castiga aun más duramente si el castigado protesta con razón ante una injusticia por parte de la ley.
De acuerdo que ha que respetar a quien hace respetar a la ley, pero estos también han de ser justos y no equivocarse, y si lo hacen, rectificar y respetar ellos también y no sancionar a quien haya perjudicado porque se revele o pida justicia.
Los tiempo de la inquisición terminaron hace tiempo.
El respeto arbitral hacía el Málaga y su afición es muy poco, pero no solo con el Málaga, sino con más equipos.
El arbitraje contra el Valencia la pasada semana y la del Málaga contra el At. Madrid y Real Madrid son lamentable, y encima se castiga más aún a los equipos, jugadores y público por quejarse.
Los aficionados, jugadores y equipos debemos ser respetuosos con los árbitros, pero no sumisos. Ellos también han de respetar si quieren ser respetados.