Zaragoza, Recreativo de Huelva, Racing, Getafe, Sporting y Albacete viven bajo la lupa y los apremios de Hacienda
«Hacienda busca casos ejemplarizantes. Con esta presión demuestra su hostilidad hacia este deporte». Antonio Martín, consejero del Recreativo de Huelva, actúa como portavoz del club decano del fútbol español (fundado en 1889) en estos tiempos de zozobra. Confiesa a ABC que «aguantaremos hasta donde podamos, subsistiendo con aportaciones de particulares mientras el Fisco engorda la deuda con intereses y apremios. No tiene sentido. Los equipos de la Liga Adelante pasarán a percibir de 2,5 a 4 millones de euros por los derechos de televisión en 2016, pero no se tiene en cuenta esa inyección de dinero, no se quiere esperar. Y eso que, con nuestra liquidación, se tirará por la borda cualquier posibilidad de cobrar».
Un puñado de clubes históricos (Zaragoza, Racing de Santander, Sporting de Gijón, Albacete, Getafe y el propio Recreativo) están en peligro de muerte. Ya no se trata del cuento de Pedro y el lobo, el drama puede concretarse antes de lo que muchos creen. Cuestión de días o de pocas semanas. Así lo pone de manifiesto Javier Tebas, presidente de la Liga Profesional (LFP). «Desaparecerán si Hacienda no permite la medida excepcional de los aplazamientos del IRPF, que contempla la ley y que sólo se tiene que denegar si un club es inviable. Tampoco están pidiendo 40 años para pagar, y sí los plazos habituales de cinco o seis años, como han pedido otros».
Entidades como el Deportivo, Osasuna, Betis, Español o Murcia han llegado a algún tipo de acuerdo. Antonio Martín cree que existe «una enemistad palpable» entre Tebas y la directora general de recaudación, Soledad García, y que esa falta de entendimiento agrava las cosas. Sin embargo, desde el departamento de Cristóbal Montoro se asegura que se ha ofrecido árnica a los morosos con el aplazamiento del pago de 255 millones de euros, la mitad de la deuda global (aunque ni en esto coinciden Hacienda y la LFP, que sitúa el pasivo en unos 435 millones, según datos de septiembre pasado). A cambio, exige el cumplimiento de los convenios firmados. «Los clubes ya no pueden vivir de los aplazamientos», señaló el ministro Montoro recientemente. «Les hemos dicho que —como cualquier tipo de actividad, porque son empresas— no pueden financiarse a costa de los ciudadanos. A mí me gusta el fútbol, nos vende ilusión, pero eso no justifica que lo mantengamos los españoles».
Cambio de directriz
Javier Gómez, director general corporativo de la LFP, señala una fecha como el inicio de una política inflexible. «Desde el pasado 1 de enero, las demoras que se solicitaban para el pago del IRPF ya se consideran inadmisibles. Las facturas llegan con el recargo correspondiente. Ha sido un cambio de la noche a la mañana. Soledad García es la responsable máxima del departamento de recaudación y, por tanto, la que dicta esa directriz que ha cambiado el panorama. La Agencia Tributaria sostiene que no puede dar esos aplazamientos, pero nosotros entendemos que sí. Para no otorgarlos, tiene que considerar que la situación de un club es estructural, es decir, no viable. Pero si lo cree así, que lo diga claramente».
Gómez no pone paños calientes cuando analiza la situación. «La realidad es que hay clubes que si no arreglan su problema con la Hacienda van a tener que entrar en liquidación. Han demostrado interés en solucionar el problema, pero no se puede hacer de la noche al día».
Aunque todos se acercan al despeñadero y hay conversaciones globales, cada club defiende su suerte con el apoyo de la Liga y mirando de reojo la situación de los demás. En enero de 2013, el Recreativo firmó un convenio con Hacienda para pagar en siete años una deuda de 8,5 millones de euros. «En un año se abonaron 2 millones, pero a principios de 2014 hubo un incumplimiento puntual», relata Martín. «Pedimos un poco más de tiempo para resolver la situación, pero fue imposible». Hacienda embargó todos los ingresos ordinarios de la entidad (televisión, publicidad, cuotas de socios, taquilla...).
El consejo de administración que preside Pablo Comas renegoció un nuevo acuerdo con la Agencia Tributaria de Andalucía el pasado 11 de julio, que poco después fue invalidado por el Ministerio en Madrid. «Somos un club humillado», dijo Comas. «Agotada la negociación, hemos abierto la vía del recurso ante los tribunales», añade Martín. Entretanto, el decano de nuestro fútbol se queja del «trato de favor fiscal» que recibe Osasuna, a quien la Hacienda Foral enjugaría gran parte de la deuda (cercana a los 50 millones) a cambio de la cesión de sus terrenos y aplazaría sin intereses el pico restante.
«La Hacienda foral de Navarra tiene su propio ámbito de actuación», explica Javier Gómez, de la LFP. «Es un régimen especial. Si se confirmara su acuerdo con el Osasuna se crearían desequilibrios, porque el tratamiento del problema es distinto. No se les ofrecería la misma posibilidad de salvación a los demás clubes en apuros por el hecho de encontrarse en zonas geográficas distintas».
El cerco se estrecha
Fuentes del Consejo Superior de Deportes, organismo que firmó con la LFP un protocolo en 2012 para el control económico del fútbol español, confirman a este periódico que el cerco se está estrechando. «Hace dos años se hablaba de una deuda generalizada; ahora está mucho más localizada en una decena de clubes que acumulan un 80 por ciento de la deuda con Hacienda».
Otro caso muy preocupante es el del Real Zaragoza, con 82 años de historia a cuestas y un brillante palmarés que incluye una Recopa de Europa y seis Copas de España. La Fundación 2032 tomó las riendas de la entidad en julio y, desde entonces, está negociando «con discreción y normalidad», según indicó a ABC un portavoz del club, «un convenio que nos permita afrontar las amortizaciones con garantías. El Zaragoza quiere pagar».
Después de apoquinar seis millones de euros y ponerse al día, los problemas graves llegaron cuando el pasado 5 de septiembre no se pudo hacer frente a una factura de 18,5 millones. Hacienda envió un apremio con el 20 por 100 de recargo que, unido a los intereses de demora, elevó la cantidad a 25 millones. Una espada de Damocles que deja al club al borde de la quiebra si la negociación no llega a buen puerto. El presidente Christian Lapetra —hijo del legendario Carlos Lapetra, que jugó diez temporadas en el Zaragoza en los años 60 formando parte de la delantera de los Cinco Magníficos— calificó la situación de «límite». «Es injusto. Nos sentimos maltratados y ninguneados porque podemos demostrar que el club es viable si podemos calendarizar los pagos».
http://www.abc.es/deportes/futbol/20141117/abci-clubes-peligro-extincion-deuda-201411161919.html
«Hacienda busca casos ejemplarizantes. Con esta presión demuestra su hostilidad hacia este deporte». Antonio Martín, consejero del Recreativo de Huelva, actúa como portavoz del club decano del fútbol español (fundado en 1889) en estos tiempos de zozobra. Confiesa a ABC que «aguantaremos hasta donde podamos, subsistiendo con aportaciones de particulares mientras el Fisco engorda la deuda con intereses y apremios. No tiene sentido. Los equipos de la Liga Adelante pasarán a percibir de 2,5 a 4 millones de euros por los derechos de televisión en 2016, pero no se tiene en cuenta esa inyección de dinero, no se quiere esperar. Y eso que, con nuestra liquidación, se tirará por la borda cualquier posibilidad de cobrar».
Un puñado de clubes históricos (Zaragoza, Racing de Santander, Sporting de Gijón, Albacete, Getafe y el propio Recreativo) están en peligro de muerte. Ya no se trata del cuento de Pedro y el lobo, el drama puede concretarse antes de lo que muchos creen. Cuestión de días o de pocas semanas. Así lo pone de manifiesto Javier Tebas, presidente de la Liga Profesional (LFP). «Desaparecerán si Hacienda no permite la medida excepcional de los aplazamientos del IRPF, que contempla la ley y que sólo se tiene que denegar si un club es inviable. Tampoco están pidiendo 40 años para pagar, y sí los plazos habituales de cinco o seis años, como han pedido otros».
Entidades como el Deportivo, Osasuna, Betis, Español o Murcia han llegado a algún tipo de acuerdo. Antonio Martín cree que existe «una enemistad palpable» entre Tebas y la directora general de recaudación, Soledad García, y que esa falta de entendimiento agrava las cosas. Sin embargo, desde el departamento de Cristóbal Montoro se asegura que se ha ofrecido árnica a los morosos con el aplazamiento del pago de 255 millones de euros, la mitad de la deuda global (aunque ni en esto coinciden Hacienda y la LFP, que sitúa el pasivo en unos 435 millones, según datos de septiembre pasado). A cambio, exige el cumplimiento de los convenios firmados. «Los clubes ya no pueden vivir de los aplazamientos», señaló el ministro Montoro recientemente. «Les hemos dicho que —como cualquier tipo de actividad, porque son empresas— no pueden financiarse a costa de los ciudadanos. A mí me gusta el fútbol, nos vende ilusión, pero eso no justifica que lo mantengamos los españoles».
Cambio de directriz
Javier Gómez, director general corporativo de la LFP, señala una fecha como el inicio de una política inflexible. «Desde el pasado 1 de enero, las demoras que se solicitaban para el pago del IRPF ya se consideran inadmisibles. Las facturas llegan con el recargo correspondiente. Ha sido un cambio de la noche a la mañana. Soledad García es la responsable máxima del departamento de recaudación y, por tanto, la que dicta esa directriz que ha cambiado el panorama. La Agencia Tributaria sostiene que no puede dar esos aplazamientos, pero nosotros entendemos que sí. Para no otorgarlos, tiene que considerar que la situación de un club es estructural, es decir, no viable. Pero si lo cree así, que lo diga claramente».
Gómez no pone paños calientes cuando analiza la situación. «La realidad es que hay clubes que si no arreglan su problema con la Hacienda van a tener que entrar en liquidación. Han demostrado interés en solucionar el problema, pero no se puede hacer de la noche al día».
Aunque todos se acercan al despeñadero y hay conversaciones globales, cada club defiende su suerte con el apoyo de la Liga y mirando de reojo la situación de los demás. En enero de 2013, el Recreativo firmó un convenio con Hacienda para pagar en siete años una deuda de 8,5 millones de euros. «En un año se abonaron 2 millones, pero a principios de 2014 hubo un incumplimiento puntual», relata Martín. «Pedimos un poco más de tiempo para resolver la situación, pero fue imposible». Hacienda embargó todos los ingresos ordinarios de la entidad (televisión, publicidad, cuotas de socios, taquilla...).
El consejo de administración que preside Pablo Comas renegoció un nuevo acuerdo con la Agencia Tributaria de Andalucía el pasado 11 de julio, que poco después fue invalidado por el Ministerio en Madrid. «Somos un club humillado», dijo Comas. «Agotada la negociación, hemos abierto la vía del recurso ante los tribunales», añade Martín. Entretanto, el decano de nuestro fútbol se queja del «trato de favor fiscal» que recibe Osasuna, a quien la Hacienda Foral enjugaría gran parte de la deuda (cercana a los 50 millones) a cambio de la cesión de sus terrenos y aplazaría sin intereses el pico restante.
«La Hacienda foral de Navarra tiene su propio ámbito de actuación», explica Javier Gómez, de la LFP. «Es un régimen especial. Si se confirmara su acuerdo con el Osasuna se crearían desequilibrios, porque el tratamiento del problema es distinto. No se les ofrecería la misma posibilidad de salvación a los demás clubes en apuros por el hecho de encontrarse en zonas geográficas distintas».
El cerco se estrecha
Fuentes del Consejo Superior de Deportes, organismo que firmó con la LFP un protocolo en 2012 para el control económico del fútbol español, confirman a este periódico que el cerco se está estrechando. «Hace dos años se hablaba de una deuda generalizada; ahora está mucho más localizada en una decena de clubes que acumulan un 80 por ciento de la deuda con Hacienda».
Otro caso muy preocupante es el del Real Zaragoza, con 82 años de historia a cuestas y un brillante palmarés que incluye una Recopa de Europa y seis Copas de España. La Fundación 2032 tomó las riendas de la entidad en julio y, desde entonces, está negociando «con discreción y normalidad», según indicó a ABC un portavoz del club, «un convenio que nos permita afrontar las amortizaciones con garantías. El Zaragoza quiere pagar».
Después de apoquinar seis millones de euros y ponerse al día, los problemas graves llegaron cuando el pasado 5 de septiembre no se pudo hacer frente a una factura de 18,5 millones. Hacienda envió un apremio con el 20 por 100 de recargo que, unido a los intereses de demora, elevó la cantidad a 25 millones. Una espada de Damocles que deja al club al borde de la quiebra si la negociación no llega a buen puerto. El presidente Christian Lapetra —hijo del legendario Carlos Lapetra, que jugó diez temporadas en el Zaragoza en los años 60 formando parte de la delantera de los Cinco Magníficos— calificó la situación de «límite». «Es injusto. Nos sentimos maltratados y ninguneados porque podemos demostrar que el club es viable si podemos calendarizar los pagos».
http://www.abc.es/deportes/futbol/20141117/abci-clubes-peligro-extincion-deuda-201411161919.html