Mismos remates que el Barça... pero cinco goles menos. Una racha de buen juego que nunca acaba en gol.
La fórmula más cara del fútbol es el gol. Obvio. El Málaga de Javier Gracia está aprendiendo la lección en las tres primeras jornadas de Liga. El equipo andaluz ha tirado a puerta tantas veces como el Barcelona pero su saldo de goles es sólo uno: contra el Athletic de Bilbao en la primera jornada, cuando Luis Alberto cazó el rechace del penalti que él mismo había marrado.
Desde entonces, dos dianas mal anuladas a Juanmi y 47 remates a portería (15 de ellos entre los tres palos), los mismos que cuenta Luis Enrique pero con cinco goles menos que el conjunto catalán.
Junto al Barcelona, el Celta de Vigo y la Real Sociedad también suman seis goles en las tres primeras jornadas resultado de los 40 y los 52 remates que han conseguido respectivamente cada una de las dos escuadras. Son los ejemplos más indentificativos con los que ilustrar un arranque liguero con buenas sensaciones y un punto de frustración para los blanquiazules. El equipo genera fútbol ofensivo suficiente como para compararse con los equipos más eficaces hasta el momento. La puntería, eso sí, anda aún en proceso de alcanzar un calibrado aceptable.
Comparaciones odiosas
Los números malacitanos se apoyan en tres envites contra Athletic, Valencia y Levante y hay que tener en cuenta que en la cita en Mestalla los andaluces acabaron lastrados por la expulsión de Darder. Aún así la comparación con las ocasiones generadas en el mismo parcial de otras temporadas es terrible.
El año pasado, con Bernd Schuster en el banquillo, el Málaga firmaba un par de goles y un único punto conseguido en el Sánchez Pizjuán. Valencia y Barcelona derrotaron a los blanquiazules que sumaron 34 remates a portería en esos tres choques, 11 de ellos entre los tres palos.
En el último año de Pellegrini como inquilino del banquillo, el Málaga tenía siete puntos en la jornada tercera, sumaba tres goles y había rematado 45 veces, 17 de ellas entre los tres palos. Celta, Mallorca y Zaragoza fueron sus víctimas en aquel inicio de campeonato. Los parámetros de esta campaña en la que La Rosaleda se ganó el pasaporte europeo que no pudo usar por la sanción de la UEFA que ratificó el TAS son similares a los que firma hasta ahora el equipo de Gracia con la salvedad del registro goleador y los puntos.
Eso sí, este Málaga llevaría tantos goles como aquel y un punto menos si se hubiesen cobrado los de Juanmi con rivales a priori más peligrosos de los que entonces tuvo en el arranque de competición. Del mismo modo que el año pasado Schuster no tuvo un calendario favorable para esta comparativa.
La fórmula más cara del fútbol es el gol. Obvio. El Málaga de Javier Gracia está aprendiendo la lección en las tres primeras jornadas de Liga. El equipo andaluz ha tirado a puerta tantas veces como el Barcelona pero su saldo de goles es sólo uno: contra el Athletic de Bilbao en la primera jornada, cuando Luis Alberto cazó el rechace del penalti que él mismo había marrado.
Desde entonces, dos dianas mal anuladas a Juanmi y 47 remates a portería (15 de ellos entre los tres palos), los mismos que cuenta Luis Enrique pero con cinco goles menos que el conjunto catalán.
Junto al Barcelona, el Celta de Vigo y la Real Sociedad también suman seis goles en las tres primeras jornadas resultado de los 40 y los 52 remates que han conseguido respectivamente cada una de las dos escuadras. Son los ejemplos más indentificativos con los que ilustrar un arranque liguero con buenas sensaciones y un punto de frustración para los blanquiazules. El equipo genera fútbol ofensivo suficiente como para compararse con los equipos más eficaces hasta el momento. La puntería, eso sí, anda aún en proceso de alcanzar un calibrado aceptable.
Comparaciones odiosas
Los números malacitanos se apoyan en tres envites contra Athletic, Valencia y Levante y hay que tener en cuenta que en la cita en Mestalla los andaluces acabaron lastrados por la expulsión de Darder. Aún así la comparación con las ocasiones generadas en el mismo parcial de otras temporadas es terrible.
El año pasado, con Bernd Schuster en el banquillo, el Málaga firmaba un par de goles y un único punto conseguido en el Sánchez Pizjuán. Valencia y Barcelona derrotaron a los blanquiazules que sumaron 34 remates a portería en esos tres choques, 11 de ellos entre los tres palos.
En el último año de Pellegrini como inquilino del banquillo, el Málaga tenía siete puntos en la jornada tercera, sumaba tres goles y había rematado 45 veces, 17 de ellas entre los tres palos. Celta, Mallorca y Zaragoza fueron sus víctimas en aquel inicio de campeonato. Los parámetros de esta campaña en la que La Rosaleda se ganó el pasaporte europeo que no pudo usar por la sanción de la UEFA que ratificó el TAS son similares a los que firma hasta ahora el equipo de Gracia con la salvedad del registro goleador y los puntos.
Eso sí, este Málaga llevaría tantos goles como aquel y un punto menos si se hubiesen cobrado los de Juanmi con rivales a priori más peligrosos de los que entonces tuvo en el arranque de competición. Del mismo modo que el año pasado Schuster no tuvo un calendario favorable para esta comparativa.