En sus 16 temporadas en categoría profesional como Club de Fútbol solo tuvieron cierto estatus Fernando Sanz y Fernando Hierro Es el único club de Primera que no tiene voto en la asamblea general o al menos representante en la junta directiva
SERGIO CORTÉS* Twitter: @Sergioboqueron | .-
málaga. Ningún dirigente del Málaga se pronuncia en público, pero en el club están más que molestos por el distinto rasero de los diferentes comités y los árbitros en relación con los otros conjuntos de Primera División. Solo el entrenador, Bernd Schuster, y diferentes jugadores lo han hecho en más de una ocasión en sus comparecencias. Ahora los dirigentes de la entidad de Martiricos buscan un acercamiento con la Federación Española (RFEF), tener más peso y presencia. Se trata sin duda de una asignatura pendiente histórica desde que desembarcó en la élite del fútbol español con los apellidos Club de Fútbol.
El Málaga es, hoy por hoy, un cero a la izquierda en la RFEF. Mientras en la Liga Profesional sí se le valora adecuadamente -su presidente, Javier Tebas, ha elogiado en público varias veces la labor de los gestores del club, Vicente Casado y Manuel Novo-, en el máximo organismo futbolístico nacional pinta más bien poco. «Competimos con equipos que llevan años en primer plano, muy afianzados», esbozó el anterior entrenador, Manuel Pellegrini, en los primeros meses del fastuoso proyecto del jeque Abdullah Al-Thani, ya con fichajes de relumbrón en la plantilla. «Los clubes importantes del país están ahí por la continuidad de sus proyectos», suele recordar el director general malaguista. Nadie discute que las quejas de Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla o incluso Deportivo (ahora en Segunda), Getafe y Villarreal no suelen caer en saco roto.
Vicente Casado es consciente de que se trata de una de las asignaturas pendientes del Málaga. No son pocos los aficionados que piensan que si el club hubiera tenido otro rango a nivel nacional habría sido más respetado por la UEFA en lo que respecta a la sanción sin precedentes para esta temporada. El director general del club cuenta con la ventaja de su buena relación con los dirigentes federativos, como sucede con el secretario general, Jorge Pérez, al que ya le ha hecho llegar sus deseos de mantener una comunicación fluida.
El dato no puede ser más elocuente: el Málaga es el único club de Primera que no cuenta con voto en la asamblea general o representante en la junta directiva. Se trata de un déficit histórico, porque en sus dieciséis temporadas en el fútbol profesional con su actual denominación (ojo, ahí es nada, trece de ellas en Primera División) solo uno de sus dirigentes, Fernando Sanz, formó parte del órgano de dirección presidido por Ángel María Villar. Y es cierto que era un nombramiento personal (de hecho, siguió como vocal unos meses después de la venta del club), pero lógicamente accedió a él por su papel como presidente del Málaga. Después, no es un secreto que la llegada de Fernando Hierro tuvo un peso enorme en las relaciones con la RFEF. El veleño fue imprescindible (también ante la UEFA) en una etapa ya de dudas sobre la viabilidad del proyecto millonario del jeque para que a la entidad de Martiricos le concedieran la Licencia UEFA, obligatoria para competir en la Champions o la Liga Europa.
Excluido
Llama poderosamente la atención la exclusión del Málaga. En la asamblea general, solo tres de los veinte clubes de Primera no tienen voto en el capítulo de clubes adscritos a competiciones de carácter profesional. Junto a él se encuentran el Betis y la Real Sociedad. Pero estos dos últimos, en las personas de sus presidentes al comienzo de este ejercicio (el bético dimitió hace varias semanas), sí están representados en la junta directiva. El Málaga es el único 'damnificado' en ambos casos, porque Osasuna (con Miguel Archanco), el Granada (con Quique Pina), el Rayo Vallecano (con Raúl Martín Presa) y el Sevilla (con José Castro) tampoco están representados en la directiva, pero sí tienen voto en la asamblea. Por cierto, en esta sí dispone de voto otro club de la provincia, el histórico Puerto Malagueño.
También es cierto que el Málaga se ve más limitado en lo que respecta a la junta directiva, porque en ella suelen tener cabida los presidentes y en el caso del club de La Rosaleda es extranjero y no suele estar en España (lleva año y medio sin venir), pero por otro lado se ha dado la circunstancia de que Villar sí ha mantenido en su órgano de decisión a dirigentes que no ejercían como presidentes o que ya habían concluido la etapa al frente de su equipo. El mejor ejemplo es Joan Gaspart, presente cuando era vicepresidente azulgrana y que todavía se mantiene como uno de los cuatro vicepresidentes de la Federación pese a no tener cargo en el Barcelona.
SERGIO CORTÉS* Twitter: @Sergioboqueron | .-
málaga. Ningún dirigente del Málaga se pronuncia en público, pero en el club están más que molestos por el distinto rasero de los diferentes comités y los árbitros en relación con los otros conjuntos de Primera División. Solo el entrenador, Bernd Schuster, y diferentes jugadores lo han hecho en más de una ocasión en sus comparecencias. Ahora los dirigentes de la entidad de Martiricos buscan un acercamiento con la Federación Española (RFEF), tener más peso y presencia. Se trata sin duda de una asignatura pendiente histórica desde que desembarcó en la élite del fútbol español con los apellidos Club de Fútbol.
El Málaga es, hoy por hoy, un cero a la izquierda en la RFEF. Mientras en la Liga Profesional sí se le valora adecuadamente -su presidente, Javier Tebas, ha elogiado en público varias veces la labor de los gestores del club, Vicente Casado y Manuel Novo-, en el máximo organismo futbolístico nacional pinta más bien poco. «Competimos con equipos que llevan años en primer plano, muy afianzados», esbozó el anterior entrenador, Manuel Pellegrini, en los primeros meses del fastuoso proyecto del jeque Abdullah Al-Thani, ya con fichajes de relumbrón en la plantilla. «Los clubes importantes del país están ahí por la continuidad de sus proyectos», suele recordar el director general malaguista. Nadie discute que las quejas de Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla o incluso Deportivo (ahora en Segunda), Getafe y Villarreal no suelen caer en saco roto.
Vicente Casado es consciente de que se trata de una de las asignaturas pendientes del Málaga. No son pocos los aficionados que piensan que si el club hubiera tenido otro rango a nivel nacional habría sido más respetado por la UEFA en lo que respecta a la sanción sin precedentes para esta temporada. El director general del club cuenta con la ventaja de su buena relación con los dirigentes federativos, como sucede con el secretario general, Jorge Pérez, al que ya le ha hecho llegar sus deseos de mantener una comunicación fluida.
El dato no puede ser más elocuente: el Málaga es el único club de Primera que no cuenta con voto en la asamblea general o representante en la junta directiva. Se trata de un déficit histórico, porque en sus dieciséis temporadas en el fútbol profesional con su actual denominación (ojo, ahí es nada, trece de ellas en Primera División) solo uno de sus dirigentes, Fernando Sanz, formó parte del órgano de dirección presidido por Ángel María Villar. Y es cierto que era un nombramiento personal (de hecho, siguió como vocal unos meses después de la venta del club), pero lógicamente accedió a él por su papel como presidente del Málaga. Después, no es un secreto que la llegada de Fernando Hierro tuvo un peso enorme en las relaciones con la RFEF. El veleño fue imprescindible (también ante la UEFA) en una etapa ya de dudas sobre la viabilidad del proyecto millonario del jeque para que a la entidad de Martiricos le concedieran la Licencia UEFA, obligatoria para competir en la Champions o la Liga Europa.
Excluido
Llama poderosamente la atención la exclusión del Málaga. En la asamblea general, solo tres de los veinte clubes de Primera no tienen voto en el capítulo de clubes adscritos a competiciones de carácter profesional. Junto a él se encuentran el Betis y la Real Sociedad. Pero estos dos últimos, en las personas de sus presidentes al comienzo de este ejercicio (el bético dimitió hace varias semanas), sí están representados en la junta directiva. El Málaga es el único 'damnificado' en ambos casos, porque Osasuna (con Miguel Archanco), el Granada (con Quique Pina), el Rayo Vallecano (con Raúl Martín Presa) y el Sevilla (con José Castro) tampoco están representados en la directiva, pero sí tienen voto en la asamblea. Por cierto, en esta sí dispone de voto otro club de la provincia, el histórico Puerto Malagueño.
También es cierto que el Málaga se ve más limitado en lo que respecta a la junta directiva, porque en ella suelen tener cabida los presidentes y en el caso del club de La Rosaleda es extranjero y no suele estar en España (lleva año y medio sin venir), pero por otro lado se ha dado la circunstancia de que Villar sí ha mantenido en su órgano de decisión a dirigentes que no ejercían como presidentes o que ya habían concluido la etapa al frente de su equipo. El mejor ejemplo es Joan Gaspart, presente cuando era vicepresidente azulgrana y que todavía se mantiene como uno de los cuatro vicepresidentes de la Federación pese a no tener cargo en el Barcelona.