Los empresarios a pie de playa ven cómo mejoran sus resultados frente a la caída del resto de los establecimientos de restauración
Mientras la Costa del Sol saca músculo esta Semana Santa y se desmarca del retroceso general que se vive en los principales destinos turísticos, los chiringuitos ganan el pulso a los restaurantes en cuanto al consumo de los viajeros. Así, la Asociación de Empresarios Hosteleros de Málaga (Aehma), que preside Rafael Prado, cifra entre un 15 y un 25% el recorte en el gasto en restaurantes y bares de la provincia en lo que va de Semana Santa. Frente a ello, el presidente de los empresarios de Playas, Miguel Arrabal, destaca la sorpresa que se llevaron el pasado fin de semana por el ritmo de actividad con que se encontraron y con el que no contaban. «El inicio ha sido mejor que el del año pasado. Eso sí, los chiringuitos han hecho un gran esfuerzo para moderar los precios, no sólo de los platos sino también de los refrescos y las bebidas», declara.
Tapas compartidas
En lo que sí coinciden los que están al pie del cañón detrás de las barras es en que se pide con demasiada frecuencia una tapa con dos tenedores. «Las cenas son las que se han resentido más. Lo habitual era que cuando pasaban las procesiones se llenaran los restaurantes. Ahora la gente se disuelve sin más. Salen comidos y cenados y lo más habitual son las tapas y las raciones. Todo ello compartido. En cuanto a la bebida, en el tiempo que antes se tomaban tres cervezas, ahora consumen una», afirma Prado.
Por su parte, Arrabal insiste en que la gran caída se produjo ya el pasado año. «En esta Semana Santa no hemos notado los bolsilos ni más vacíos ni menos llenos», dice. Para este sector, la climatología es clave. «Si el tiempo sigue así, estamos en situación de afirmar que la Semana Santa será mejor que la del año pasado», vaticina.
En el sector hotelero se dejansentir menos las estrecheces económicas de los viajeros. Los empresarios aprecian sólo un mayor recato. «Los clientes vienen a descansar y a disfrutar del sol y de la playa, no vienen a darse comilonas. Ya desde hace un año se aprecia que los turistas no consumen con la alegría de antes», explican.
wwwdiariosur.com
Mientras la Costa del Sol saca músculo esta Semana Santa y se desmarca del retroceso general que se vive en los principales destinos turísticos, los chiringuitos ganan el pulso a los restaurantes en cuanto al consumo de los viajeros. Así, la Asociación de Empresarios Hosteleros de Málaga (Aehma), que preside Rafael Prado, cifra entre un 15 y un 25% el recorte en el gasto en restaurantes y bares de la provincia en lo que va de Semana Santa. Frente a ello, el presidente de los empresarios de Playas, Miguel Arrabal, destaca la sorpresa que se llevaron el pasado fin de semana por el ritmo de actividad con que se encontraron y con el que no contaban. «El inicio ha sido mejor que el del año pasado. Eso sí, los chiringuitos han hecho un gran esfuerzo para moderar los precios, no sólo de los platos sino también de los refrescos y las bebidas», declara.
Tapas compartidas
En lo que sí coinciden los que están al pie del cañón detrás de las barras es en que se pide con demasiada frecuencia una tapa con dos tenedores. «Las cenas son las que se han resentido más. Lo habitual era que cuando pasaban las procesiones se llenaran los restaurantes. Ahora la gente se disuelve sin más. Salen comidos y cenados y lo más habitual son las tapas y las raciones. Todo ello compartido. En cuanto a la bebida, en el tiempo que antes se tomaban tres cervezas, ahora consumen una», afirma Prado.
Por su parte, Arrabal insiste en que la gran caída se produjo ya el pasado año. «En esta Semana Santa no hemos notado los bolsilos ni más vacíos ni menos llenos», dice. Para este sector, la climatología es clave. «Si el tiempo sigue así, estamos en situación de afirmar que la Semana Santa será mejor que la del año pasado», vaticina.
En el sector hotelero se dejansentir menos las estrecheces económicas de los viajeros. Los empresarios aprecian sólo un mayor recato. «Los clientes vienen a descansar y a disfrutar del sol y de la playa, no vienen a darse comilonas. Ya desde hace un año se aprecia que los turistas no consumen con la alegría de antes», explican.
wwwdiariosur.com