Las previsiones iniciales de la empresa adjudicataria, el Grupo Promur, pronosticaban la inauguración en 2010. La ejecución del proyecto comenzará a mediados del próximo año. El equipo arquitectónico acaba de concluir la radiografía interior y exterior del edificio
El Palacio de Miramar, desalojado hace alrededor de catorce meses, no recuperará su actividad hotelera hasta el próximo 2012, lo que supone dos años de retraso con respecto a las previsiones iniciales de la empresa adjudicataria del proyecto, el Grupo Promur. Según informó el arquitecto encargado de la rehabilitación, José Seguí, el equipo técnico acaba de concluir la radiografía del edificio y no solicitará la concesión del permiso de obra hasta finales de 2009.
A pesar de que las expectativas se avienen a lo pactado con la Junta de Andalucía, que estableció un plazo máximo de cinco años para la reapertura del hotel, el proyecto se aleja de los plazos difundidos en primera instancia, que fijaron el compromiso de inaugurar el hotel antes de la conclusión de 2010. Un periodo que, si bien no permitirá alojar a los primeros turistas, servirá para dar el pistoletazo de salida a la reforma, con la llegada de alrededor de doscientos albañiles.
Hasta ese momento, el edificio permanecerá desocupado. Serán, en conjunto, más de dos años sin actividad, a excepción de las visitas de los promotores y del equipo técnico. Una demora que suscita incertidumbre en el sector turístico y en los negocios del entorno, que han reducido drásticamente las ventas desde el traslado de la actividad judicial.
El inmueble, de más de 18.000 metros cuadrados, luce en la actualidad un aspecto moderadamente antipático, ajeno a todo tipo de trasiego y con la única presencia de un equipo de seguridad, que se ha tenido que enfrentar a más de un capítulo vandálico. De acuerdo con los vecinos, los jardines del edificio han sido ocupados en más de una ocasión por pandillas de jóvenes, lo que ha propiciado la intervención de los vigilantes.
Pero más allá de la situación del edificio, los agentes turísticos manifiestan su inquietud respecto a la ejecución del proyecto. Especialmente, porque la empresa logró alzarse con la concesión por la celeridad que imprimía al proyecto, ya que su oferta económica, 21, 5 millones, era menor a la presentada por otros interesados.
Gonzalo Fuentes, responsable autonómico del sector en CCOO, asevera que, por el momento, no se disipan las dudas. Incluso, las de orden económico. En este sentido, reflexiona acerca de la viabilidad de un proyecto que promete la puesta en circulación de más de doscientas habitaciones de lujo en un contexto poco afín a los grandes gastos. "Ya se verá si es viable o no. Por lo pronto, Málaga no llena sus plazas todos los días del año. Tendrá que haber también cambios en el entorno", sostiene.
La reconversión en hotel del Palacio de Miramar fue adjudicada a Promur, perteneciente a la familia Sánchez Tejedor, en una puja en la que otras cuatro firmas también presentaron proyecto. El edificio fue entregado el pasado mes de julio a sus nuevos propietarios, que se comprometieron a mantener la actividad turística por un plazo mínimo de treinta años. La firma, de origen inmobiliario, acumula una experiencia de más de cuarenta años en el sector a través de su división hotelera, Hoteles Santos, que ya ha asumido proyectos similares en otras ciudades.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009040500_2_249657__Malaga-Miramar-retrasa-obras-abrira-hasta-2012
El Palacio de Miramar, desalojado hace alrededor de catorce meses, no recuperará su actividad hotelera hasta el próximo 2012, lo que supone dos años de retraso con respecto a las previsiones iniciales de la empresa adjudicataria del proyecto, el Grupo Promur. Según informó el arquitecto encargado de la rehabilitación, José Seguí, el equipo técnico acaba de concluir la radiografía del edificio y no solicitará la concesión del permiso de obra hasta finales de 2009.
A pesar de que las expectativas se avienen a lo pactado con la Junta de Andalucía, que estableció un plazo máximo de cinco años para la reapertura del hotel, el proyecto se aleja de los plazos difundidos en primera instancia, que fijaron el compromiso de inaugurar el hotel antes de la conclusión de 2010. Un periodo que, si bien no permitirá alojar a los primeros turistas, servirá para dar el pistoletazo de salida a la reforma, con la llegada de alrededor de doscientos albañiles.
Hasta ese momento, el edificio permanecerá desocupado. Serán, en conjunto, más de dos años sin actividad, a excepción de las visitas de los promotores y del equipo técnico. Una demora que suscita incertidumbre en el sector turístico y en los negocios del entorno, que han reducido drásticamente las ventas desde el traslado de la actividad judicial.
El inmueble, de más de 18.000 metros cuadrados, luce en la actualidad un aspecto moderadamente antipático, ajeno a todo tipo de trasiego y con la única presencia de un equipo de seguridad, que se ha tenido que enfrentar a más de un capítulo vandálico. De acuerdo con los vecinos, los jardines del edificio han sido ocupados en más de una ocasión por pandillas de jóvenes, lo que ha propiciado la intervención de los vigilantes.
Pero más allá de la situación del edificio, los agentes turísticos manifiestan su inquietud respecto a la ejecución del proyecto. Especialmente, porque la empresa logró alzarse con la concesión por la celeridad que imprimía al proyecto, ya que su oferta económica, 21, 5 millones, era menor a la presentada por otros interesados.
Gonzalo Fuentes, responsable autonómico del sector en CCOO, asevera que, por el momento, no se disipan las dudas. Incluso, las de orden económico. En este sentido, reflexiona acerca de la viabilidad de un proyecto que promete la puesta en circulación de más de doscientas habitaciones de lujo en un contexto poco afín a los grandes gastos. "Ya se verá si es viable o no. Por lo pronto, Málaga no llena sus plazas todos los días del año. Tendrá que haber también cambios en el entorno", sostiene.
La reconversión en hotel del Palacio de Miramar fue adjudicada a Promur, perteneciente a la familia Sánchez Tejedor, en una puja en la que otras cuatro firmas también presentaron proyecto. El edificio fue entregado el pasado mes de julio a sus nuevos propietarios, que se comprometieron a mantener la actividad turística por un plazo mínimo de treinta años. La firma, de origen inmobiliario, acumula una experiencia de más de cuarenta años en el sector a través de su división hotelera, Hoteles Santos, que ya ha asumido proyectos similares en otras ciudades.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009040500_2_249657__Malaga-Miramar-retrasa-obras-abrira-hasta-2012