La emigración de figuras y las restricciones económicas han destruido la clase media alta y han equilibrado el nivel de muchos equipos Solamente cinco puntos separan al colista del undécimo, una vez jugado el primer tercio del torneo
«Nuestro objetivo sigue siendo salvar la categoría, porque hay una igualdad exagerada este año más propia de la Segunda que de la Primera. Este año va a haber muchos conjuntos inmersos en la situación de salvar la categoría», declaró Luis Enrique para bajar los humos en el entorno del Celta después del 0-5 en La Rosaleda. El técnico asturiano abordó un asunto que empieza a ser la comidilla entre los equipos de la categoría: la escasa diferencia de nivel entre casi todos los que no están inmersos en la lucha por el título liguero. Apenas el Villarreal o un Athletic casi infalible en el nuevo San Mamés asoman algo la cabeza entre el pelotón. ¿De qué forma puede afectar esto al Málaga, que ha pasado de ser un equipo distinguido, presente en la Champions, a diluirse entre la gran masa?
Existe un dato irrefutable que corrobora esta tesis y que demuestra que la lucha por la permanencia se promete más reñida que nunca. Entre el colista y el undécimo clasificado -que es el primero de la mitad inferior de la tabla- solo hay cinco puntos de diferencia, lo que se puede sumar en un par de jornadas, cuando la competición está a punto de superar el primer tercio de la misma. Un detalle más: en la última jornada tres partidos se resolvieron en los últimos instantes: el 0-1 del Granada en el Ciudad de Valencia (gol de Piti), el 3-2 del Málaga al Betis (gracias a Samu) y el 0-1 del Villarreal en Elche (la diana de Uche).
El éxodo de figuras
La emigración de jugadores ha sido un golpe directo al espectáculo de la Liga. La lista de futbolistas que le daban caché al torneo se ha reducido. Por citar solo a algunos, Llorente (Juventus), Toulalan y Falcao (Mónaco), Adrián (West Ham United), Amat, Cañas y Pozuelo (Swansea), Iago Aspas (Liverpool), Valdez y Abdel Barrada (Al Jazira), Jesús Navas, Negredo y Demichelis (Manchester City), Joaquín (Fiorentina), Chori Domínguez (Olympiacos), Albiol, Higuaín y Calleja (Nápoles), Campaña (Crystal Palace) y Soldado (Tottenham). Además, la nómina está copada de jugadores nacionales, y la Premier League inglesa ha sido una de las salidas más buscadas. Únicamente el Real Madrid y el Barcelona han podido permitirse el lujo de fichar a grandes estrellas, como Bale o Neymar, pero la realidad es que en muchísimos equipos de Primera apenas hay jugadores capaces de marcar las diferencias en un partido a golpe de calidad. Los más afectados son los equipos llamados a marcar diferencias entre una clase media-alta y los de la baja. Este escalón casi ha desaparecido. Un ejemplo claro es el del Valencia, habitual candidato a ocupar uno de los cinco primeros puestos y que ahora apenas se muestra superior al resto.
Una Liga de tres
De cuatro ediciones en las que la Liga ha sido de dos (Real Madrid y Barcelona), porque el segundo abrió una distancia final de más de veinte puntos sobre el tercero, a otra como la actual, de tres. Sin el mismo potencial económico que los dos colosos del fútbol español, a nivel deportivo el Atlético de Madrid sí ha conseguido igualarlos. Ha ganado once de los doce choques disputados, y compatibilizar la Liga con la Champions no le ha hecho mella. El resultado es que estos tres conjuntos roban casi todos los puntos en disputa a sus rivales de la zona media o baja y eso tiende a igualar aún más todo por abajo.
El ajuste económico
Muchos clubes no pueden permitirse dispendios en estos tiempos para aspirar a más. El Consejo Superior de Deportes llegó a un acuerdo con la Liga de Fútbol Profesional en abril de 2012 para limitar el gasto de los clubes de Primera y Segunda en las plantillas en función de los ingresos. El resultado fue un sistema que ya se está aplicando y que pone coto a los fichajes en función del presupuesto al principio de la temporada. Si el coste de una operación eleva el gasto por encima del porcentaje que le ha sido permitido al club, la Liga desautoriza la operación y niega la licencia al jugador. Así, la deuda global del fútbol bajó en la campaña 2011-2012 un 8,2% (un 7% la deuda a corto plazo y un 10% la deuda a largo plazo).
Fichajes más humildes
Las entidades empiezan a apretarse el cinturón en el mercado de fichajes. Un síntoma claro es que se ha avivado el número de incorporaciones procedentes de Segunda entre casi todas las plantillas: los Herrerín, Cedrick, Chuli, Juanfran, Matilla, David López, Thievy, Abraham, Fuentes, Lanzarote, Vitolo, Rafinha, David Rodríguez, sin citar a los profesionales de equipos recién ascendidos que conservan la base de la temporada anterior. También hay canteranos que dan el paso desde Tercera o Segunda B a la máxima categoría: Azeez, Albizua, Santi Mina, David Costas, Fabrice, Sergi Darder, Samu, Álvaro García, Embarba, Saúl Ñíguez o Fede Cartabia, por mencionar algunos.
El ajuste del Almería
Casi siempre se descuelgan equipos en el arranque de la competición. En muchos casos, son recién ascendidos que pagan el salto de categoría. Esta campaña la novatada pareció ser para el Almería, pero ha sido engañoso. El cuadro rojiblanco se dejó muchos puntos en los momentos finales de los partidos, con los que ahora estaría peleando por puestos muy altos, y sus dos últimos triunfos (ante el Valencia y el Valladolid) han ajustado todo. Ha dejado de ser el último para colocarse a cinco puntos del Granada, undécimo. En una horquilla tan exigua están la mitad de los equipos de Primera. Hay otro dato muy revelador: el 'farolillo rojo' actual, el Rayo Vallecano, ha ganado en tiempo de posesión a todos sus rivales en sus doce duelos ligueros, entre los que se incluyen los celebrados ante el Barcelona y el Real Madrid.
El factor campo se diluye
Cada vez es menos determinante el apoyo de jugar en casa. La igualdad en el nivel de los equipos diluye el factor campo. Ahora hay cuatro equipos que han puntuado más fuera que como locales. El ejemplo más claro es el del Granada, que suma tres en Los Cármenes y once en sus visitas, pero también están el Levante (6 y 11), el Elche (5 y 8) y el Celta (3 y 9). La pérdida de calidad de los equipos determina que muchos jueguen más cómodos como visitantes, al no tener que llevar la iniciativa de los partidos. Un ejemplo claro de esta realidad es el del Málaga, que perdió de forma inesperada con el Osasuna (0-1) y el Celta (0-5), rivales muy mal clasificados cuando visitaron La Rosaleda.
Situación de doble filo
De alguna manera la igualdad predominante libera la presión sobre los equipos. No es lo mismo competir por la permanencia en un grupo cerrado de cuatro o cinco grandes candidatos a tres plazas que una pelea mucho más abierta, en la que están implicados aún una decena larga. Con todo, el Málaga está ante un arma de doble filo, porque cabe caer en el relajo al verse inmiscuido en unas cifras de puntos similares a tantos rivales. La pregunta del millón vuelve a ser dónde estará el listón de puntos necesario para alcanzar la permanencia. Lo más normal es que el evidente equilibrio de fuerzas de esta Liga lo rebaje de forma sensible, y valgan varios puntos menos de 42 para quedarse un año más en Primera. De momento, el Málaga ya suma 13 y con su ritmo actual se proyectaría a 41 al final del campeonato.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2013-11-06/malaga-atrapado-liga-igualada-20131106.html