Tras diez jornadas, no hay un sistema, un estilo ni un once definidos, que se unen a las carencias en el ataque y el balance discreto de los fichajes. Sus tres últimas derrotas, dos muy graves en casa, encienden la luz de alarma en torno al equipo
El Málaga ha tocado fondo. Al menos es lo que desea en estos instantes cualquier aficionado, que la cuesta abajo del equipo haya alcanzado su fin el sábado frente al Celta, en una de las derrotas más duras que puede recordar el seguidor malaguista. Tanto que la sorpresa se extendió a nivel nacional con comentarios de incredulidad de la mayoría de analistas de la Liga.
El crédito que se había ganado el equipo en las siete primeras jornadas lo ha dilapidado en tres, en especial en sus dos últimas comparecencias en La Rosaleda, saldadas con dos actuaciones estrepitosas ante el Osasuna (0-1) y el Celta (0-5), que han sembrado todas las dudas posibles acerca de la capacidad de la plantilla. La preocupación cunde en torno al equipo, pese a que sigue fuera de la zona de descenso y a que las expectativas de permanencia están intactas. Son muchos los argumentos que invitan ahora a la desconfianza sobre el Málaga.
Dudas sobre el sistema
Schuster utilizó durante la fase de preparación y las ocho primeras jornadas un 4-1-4-1, pero en las dos últimas ha pasado a un 4-4-2. El alemán ha reconocido que su idea en el fondo es la segunda, pero El Hamdaoui llegó tarde (con la Liga comenzada) para poder ponerla en práctica. La alternativa solo era alinear a Santa Cruz con Samu o Juanmi. El técnico también ha razonado que la intención inicial era asegurar al máximo con un sistema menos ofensivo para alejar en la medida de lo posible al equipo de la zona de descenso y permitirlo crecer sin una elevada presión deportiva. Sin embargo, ahora ya la hay y, lo que es peor, tampoco Schuster se ha cargado de razones para continuar con el 4-4-2. Al menos, el primer ensayo con la pareja de ataque presuntamente estelar, El Hamdaoui-Santa Cruz, no pudo salir peor: 0-5. A costa de perder un volante, su equipo se ha quedado sin manejo del balón para hacerles llegar el mismo a los puntas. La pregunta ronda ya la mente de todos: ¿saldrá el equipo frente al Espanyol otra vez con dos atacantes?
Dudas sobre el estilo
¿A qué juega el Málaga? El equipo no tiene una identidad clara en su estilo. Bien es cierto que muchos otros equipos de la categoría tampoco la muestran aún, hasta uno de los 'grandes', el Real Madrid. A falta de definirse mejor, este Málaga tiene unas dificultades importantes para atacar ante rivales replegados, lo que le convierte en un equipo sufridor en casa, donde ha de asumir la iniciativa que le conceden la mayoría de rivales, máxime si se adelantan en el marcador. Y aunque en el 5-0 al Rayo, a través de El Hamdaoui, el Málaga mostró algunas virtudes para el contragolpe -ante un rival muy endeble en defensa superada la primera línea de presión-, tampoco es un conjunto construido para eso. De momento, donde se ve a un Málaga más firme es en los partidos que plantea muy serio desde atrás ante rivales superiores. Su respuesta fue óptima ante el Barcelona o el Real Madrid, pero sin salida alguna en ataque.
Dudas en la alineación
Ya no solo es que el sistema no parece estar decidido. Tampoco hay un once tipo, un problema que se puede justificar en cierta medida en un proyecto muy renovado. Pero diez jornadas después, como reconoció el propio Schuster en víspera del duelo ante el Celta, sigue sin tener claro el dueño de muchas plazas. Por ello se han dado una decena de alineaciones distintas -como se puede comprobar sobre estas líneas-. Casi todas las cábalas se dan en el centro del campo, donde se concentran los problemas. En la izquierda han ido jugando Fabrice, Eliseu y Duda, sin que ninguno convenciera. Ocasionalmente también se ha visto a Pawlowski y Portillo. Pero las peores noticias llegan del centro. Las intermitencias en el rendimiento de Morales y Anderson no les ha permitido ganarse plaza de titular, y Camacho, Tissone y Sergi Darder tienen serias dificultades en la circulación del balón. Solo Portillo parece una referencia fiable para la construcción ofensiva, pero apenas encuentra socios. Por contra, la defensa parece definida, más allá de episodios de lesiones o sanciones o del buen rendimiento de Angeleri, desbancado por Weligton.
Dudas sobre los fichajes
El valor de los refuerzos cotiza a la baja ahora. Angeleri y Tissone gustaron mucho en el arranque de la Liga, pero el primero sigue 'tocado' y el segundo se ha desinflado mucho. Es un jugador muy útil en los partidos de más exigencia, pero pierde valor en los choques de casa al mostrar sus carencias en el pase. El resto de incorporaciones llegaba condicionadas por la juventud y la necesaria adaptación. A día de hoy Chen, Flávio (inédito por sus problemas de espalda), Anderson y Pawlowski no están consolidados. Finalmente, El Hamdaoui no ha vuelto a ver puerta tras el 'hat-trick' de su debut. Incluso, se vio desbancado por Santa Cruz en algún partido.
Dudas sobre los canteranos
Schuster apenas cuenta a día de hoy con los canteranos. Su confianza fue ciega en Fabrice, que enlazó una decena de partidos de titular entre el verano y el arranque de la Liga para desaparecer de golpe y porrazo hasta de las convocatorias. Otra sorpresa, Sergi Darder, también ha perdido su plaza en el once, aunque de momento sigue en el grupo de convocados habituales. En cambio, Samu y Juanmi tienen una participación residual. El primero, titular en el Bernabéu, solo ha actuado en dos partidos, y el segundo, ensalzado por el técnico en más de una de sus comparecencias, no juega desde julio. A la hora de la verdad, y cuando más delicada pueda tornarse la situación, los jóvenes seguramente tendrán muy poco protagonismo.
Dudas sobre la mentalidad
Los equipos se construyen sobre la fortaleza competitiva y el carácter en el campo. Pero este Málaga está mostrándose muy parco en esta faceta en las últimas actuaciones. En el Bernabéu lo sostuvo Caballero y el orden táctico en defensa, pero contra el Osasuna y el Celta su falta de reacción, sus nervios y precipitación fueron preocupantes. Se vieron síntomas de un equipo débil, sin capacidad de respuesta, sin la pausa ni la confianza necesarias, y ello pese a la presencia de muchos veteranos en sus filas.
Dudas sobre la actitud
Los jugadores suelen entonar el mea culpa cuando comparecen en rueda de prensa o son entrevistados. Admitieron que frente al Osasuna el equipo no encaró el partido con la mejor actitud, intensidad o agresividad. Sorprendentemente, prevenido al respecto, se agravaron los problemas ante el Celta. El 0-1 lo dejó claro. Álex López recibió solo 'entre líneas', y los centrales solo pensaron en recular, lo que aprovechó el gallego para marcar; en el 0-2, Antunes no estuvo despierto; en el 0-3, ningún malaguista persiguió el rechace del tiro al poste, y en el 0-4 Chen cedió metros hacia atrás en el avance de Nolito.
Dudas sobre la permanencia
Una Liga tan igualada es un arma de doble filo. Casi todos los técnicos de la categoría no dudan en reconocer que la presente edición se sale de lo común, ante la evidente superioridad de tres equipos (Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid) y el éxodo de grandes jugadores a otras Ligas, que ha debilitado claramente el nivel de los equipos medianos. Hoy cualquier rival puede enlazar cuatro victorias (lo han logrado el Getafe y el Elche) o perder el día menos esperado. Y eso puede obrar a favor o en contra del Málaga, que haría mal en ampararse en el nivel parejo de casi todos sus contrincantes. La zona de descenso está de momento a un punto, y sería vital encarar el próximo receso (que se prolongará la friolera de diecisiete días, del 8 al 25 de noviembre) con más renta.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2013-10-28/malaga-toca-fondo-20131028.html