Estadística, geometría y aritmética coparon ayer el examen de la Olimpiada de Thales. Los alumnos aventajados en matemáticas se batieron en un duelo de boli y calculadora
Padres orgullosos en la puerta y niños reconcentrados en sus pupitres. La Olimpiada Matemática Thales 2009 contó ayer con la participación en toda la provincia de 400 pequeños cerebritos, aventajados en matemáticas. El Instituto de Secundaria Universidad Laboral fue la sede de acogida en Málaga capital, donde 200 niños de 13 y 14 años tuvieron que contestar preguntas que muchos universitarios, hasta de las ramas de ciencias, tendrían serios problemas en resolver.
El coordinador en Málaga, José Mira, explica que la lógica y el raciocinio matemático han primado en este examen de seis preguntas para el que contaron con tres horas. Laura M., de 13 años, de la Academia Santa Teresa (Las Teresianas) va por el problema 3, en el que el señor Cuesta les pregunta cómo distribuir las cuerdas de un curioso patio de vecinos hexagonal sin que se crucen entre sí. Y por si fuera poco, el patio va creciendo a heptágono y dodecágono. Al lado Sara G., de 14 años, del IES Manuel Alcántara, anda atrancada en una de las cuestiones. Ya ha contestado cuatro, y todavía le quedan dos horas por delante. «Estoy convencida de que lo puedo sacar», dice esta jovencita que saca sobresaliente en matemáticas.
A la salida, esperando a su vástago, José Antonio Baena, de 39 años, se enorgullece de que sea tan bueno en matemáticas como él. Vamos, de haberle transmitido la genética numérica. Los mejores de todos ellos irán a la final autonómica, donde seguro habrá preguntas de las que dudaría incluso el propio Copérnico.
Padres orgullosos en la puerta y niños reconcentrados en sus pupitres. La Olimpiada Matemática Thales 2009 contó ayer con la participación en toda la provincia de 400 pequeños cerebritos, aventajados en matemáticas. El Instituto de Secundaria Universidad Laboral fue la sede de acogida en Málaga capital, donde 200 niños de 13 y 14 años tuvieron que contestar preguntas que muchos universitarios, hasta de las ramas de ciencias, tendrían serios problemas en resolver.
El coordinador en Málaga, José Mira, explica que la lógica y el raciocinio matemático han primado en este examen de seis preguntas para el que contaron con tres horas. Laura M., de 13 años, de la Academia Santa Teresa (Las Teresianas) va por el problema 3, en el que el señor Cuesta les pregunta cómo distribuir las cuerdas de un curioso patio de vecinos hexagonal sin que se crucen entre sí. Y por si fuera poco, el patio va creciendo a heptágono y dodecágono. Al lado Sara G., de 14 años, del IES Manuel Alcántara, anda atrancada en una de las cuestiones. Ya ha contestado cuatro, y todavía le quedan dos horas por delante. «Estoy convencida de que lo puedo sacar», dice esta jovencita que saca sobresaliente en matemáticas.
A la salida, esperando a su vástago, José Antonio Baena, de 39 años, se enorgullece de que sea tan bueno en matemáticas como él. Vamos, de haberle transmitido la genética numérica. Los mejores de todos ellos irán a la final autonómica, donde seguro habrá preguntas de las que dudaría incluso el propio Copérnico.