La víctima abre confiada y ellos responden con un empujón. Una vez dentro, desvalijan la casa en pocos minutos. Un vecino de Fuengirola recibe cuatro puñaladas de unos ladrones
Un hombre llama a la puerta mientras su cómplice espera agazapado. Cuando el morador abre, confiado, el desconocido muestra su verdadera cara. El dúo de ladrones empuja a la víctima y se cuela en su casa. Mientras uno vigila al propietario, el otro roba lo que puede en cuestión de minutos.
Es una vieja técnica del hampa que ha vuelto a ponerse de moda en los últimos meses en la Costa del Sol, y que trae a la palestra un también antiguo consejo de la policía: no abran a extraños. Los dos últimos casos, ambos en Fuengirola, se han saldado con un apuñalado y una mujer desvalijada.
El primero de los sucesos ocurrió a las nueve de la noche del miércoles en una vivienda de la avenida Los Pacos. Los ladrones, dos españoles que actuaron a cara descubierta, llamaron a la puerta y el propietario abrió. Repitieron el modus operandi ya relatado. Empujón y un repaso rápido al piso para sustraer cualquier objeto de valor.
Un portátil y dos huchas
Los asaltantes se apoderaron de un ordenador portátil y dos huchas, según confirmaron a este periódico las fuentes consultadas. Al salir, uno de ellos golpeó varias veces al morador, un hombre joven, también español, que se encontraba solo en la vivienda.
La víctima avisó a la policía, que envió un coche radiopatrulla al domicilio. La víctima relató que los ladrones le habían propinado varios golpes. Él creyó que le habían dado varios puñetazos, pero minutos más tarde, cuando se tranquilizó, comprobó que estaba sangrando por el pecho. Tenía cuatro heridas de arma blanca, al parecer causadas por la punta de una navaja o un punzón.
Al ver las lesiones, el hombre volvió a llamar a la Policía Nacional, que ya se había retirado del lugar. Aunque lo curaron en un centro de salud, fue trasladado a urgencias del Hospital Clínico para comprobar el alcance de las heridas por si algún órgano interno había resultado dañado, aunque las lesiones resultaron de carácter leve.
Otro robo
Esa misma noche, a escasos metros de distancia, las alarmas volvieron a saltar por otro robo en vivienda en similares circunstancias. Ocurrió en la avenida Finlandia minutos después del primer suceso. Una mujer denunció que escuchó que llamaban al timbre y abrió sin mirar pensando que era su hija.
En su lugar, aparecieron dos hombres armados con un bate de béisbol. La víctima los describió como dos jóvenes, con acento sudamericano, que ocultaban sus rostros con gafas de esquiador. Según la versión de la afectada, los asaltantes obligaron a la mujer a que abriera la caja fuerte y le arrebataron 6.000 euros y numerosas joyas.
PD. Las primeras victimas casi siempre son los ancianos
http://www.diariosur.es/20090320/malaga/peligro-abrir-puerta-extranos-20090320.html
Un hombre llama a la puerta mientras su cómplice espera agazapado. Cuando el morador abre, confiado, el desconocido muestra su verdadera cara. El dúo de ladrones empuja a la víctima y se cuela en su casa. Mientras uno vigila al propietario, el otro roba lo que puede en cuestión de minutos.
Es una vieja técnica del hampa que ha vuelto a ponerse de moda en los últimos meses en la Costa del Sol, y que trae a la palestra un también antiguo consejo de la policía: no abran a extraños. Los dos últimos casos, ambos en Fuengirola, se han saldado con un apuñalado y una mujer desvalijada.
El primero de los sucesos ocurrió a las nueve de la noche del miércoles en una vivienda de la avenida Los Pacos. Los ladrones, dos españoles que actuaron a cara descubierta, llamaron a la puerta y el propietario abrió. Repitieron el modus operandi ya relatado. Empujón y un repaso rápido al piso para sustraer cualquier objeto de valor.
Un portátil y dos huchas
Los asaltantes se apoderaron de un ordenador portátil y dos huchas, según confirmaron a este periódico las fuentes consultadas. Al salir, uno de ellos golpeó varias veces al morador, un hombre joven, también español, que se encontraba solo en la vivienda.
La víctima avisó a la policía, que envió un coche radiopatrulla al domicilio. La víctima relató que los ladrones le habían propinado varios golpes. Él creyó que le habían dado varios puñetazos, pero minutos más tarde, cuando se tranquilizó, comprobó que estaba sangrando por el pecho. Tenía cuatro heridas de arma blanca, al parecer causadas por la punta de una navaja o un punzón.
Al ver las lesiones, el hombre volvió a llamar a la Policía Nacional, que ya se había retirado del lugar. Aunque lo curaron en un centro de salud, fue trasladado a urgencias del Hospital Clínico para comprobar el alcance de las heridas por si algún órgano interno había resultado dañado, aunque las lesiones resultaron de carácter leve.
Otro robo
Esa misma noche, a escasos metros de distancia, las alarmas volvieron a saltar por otro robo en vivienda en similares circunstancias. Ocurrió en la avenida Finlandia minutos después del primer suceso. Una mujer denunció que escuchó que llamaban al timbre y abrió sin mirar pensando que era su hija.
En su lugar, aparecieron dos hombres armados con un bate de béisbol. La víctima los describió como dos jóvenes, con acento sudamericano, que ocultaban sus rostros con gafas de esquiador. Según la versión de la afectada, los asaltantes obligaron a la mujer a que abriera la caja fuerte y le arrebataron 6.000 euros y numerosas joyas.
PD. Las primeras victimas casi siempre son los ancianos
http://www.diariosur.es/20090320/malaga/peligro-abrir-puerta-extranos-20090320.html