CASO GÜRTEL
Este lunes arranca el juicio contra el ex presidente por cohecho pasivo impropio
Caso Camps. Penúltimo capítulo... El ex presidente de la Generalitat Valenciana se sienta este lunes en el banquillo de los acusados. A su lado, quien fue su mano derecha en el PP valenciano, el ex secretario general del partido y actual responsable de Economía, Ricardo Costa. Arranca el juicio por el llamado 'caso de los trajes', que debe dirimir si ambos son culpables de un delito continuado de cohecho pasivo impropio por haber recibido, presuntamente, numerosas prendas de ropa como regalo de las empresas vinculadas a la trama Gürtel.
Según el auto de hechos justiciables, Francisco Camps recibió, al menos, doce trajes, cuatro americanas, cinco pares de zapatos y cuatro corbatas, prendas valoradas en 14.021 euros. El importe de los regalos a Costa queda en algo más de 7.000 euros.
Un jurado popular compuesto por nueve miembros más dos suplentes decidirá si Camps y Costa son o no culpables. Por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana deben desfilar más de 100 testigos, entre ellos Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez 'El Bigotes', cabecillas de las empresas vinculadas a la trama.
En caso de condena, el magistrado que presidirá el tribunal, Juan Climent, fijará la cuantía de la multa. La Fiscalía Anticorrupción solicita una multa de 41.250 euros para los dos procesados, mientras que el PSPV eleva la petición hasta los tres años de prisión y ocho de inhabilitación. Si se cumple el calendario, la víspera de Nochebuena habrá sentencia.
Comienza el desenlace de un culebrón político que se remonta a febrero de 2009, cuando arranca la investigación en Valencia. "Saldremos de esta", vaticinó Camps después de ver por primera vez su apellido en los titulares.
El ex presidente aún no ha salido... Durante más de dos años tuvo que leer la transcripción de esas conversaciones telefónicas en la que llamaba "amiguito del alma" y quería "un huevo" al Bigotes, a quien había dicho no conocer. Repasó en prensa decenas de facturas, listados interminables de regalos que salpicaban incluso a su familia, sospechas de financiación irregular y una nómina cada vez mayor de altos cargos y personal de su confianza que habían sido seducidos por la trama de Correa.
Camps declaró como imputado en el TSJ, dijo entonces que sus trajes los había pagado en metálico y que no conservaba la factura. Consiguió que se archivara la causa y respiró un tiempo hasta que el Supremo le devolvió a la realidad. En mayo de 2010 se reabrió la investigación, ya sin remedio.
En el plano político, el Partido Popular hizo casi siempre oídos sordos. Sólo Ricardo Costa pagó la osadía de presumir de su cargo cuando más llovía y fue suspendido de militancia por Génova. Camps sobrevivió negando la realidad, escapando de la calle, repartiendo optimismo hiperbólico, disfrazado de Churchill, de Gandhi, de Juan Sin Miedo..., ignorando a una oposición que se le echó al cuello desde las trincheras. "Quedan uno o dos escaloncitos y esta extraña situación será pasado", repetía.
Su único consuelo fue siempre ver que los sondeos pasaban del tema, que el voto seguía con él. Consiguió ser candidato del PP en las autonómicas, ganó las elecciones y se creyó absuelto. La tregua no duró ni dos meses. El pasado 15 de julio el magistrado del TSJ José Flors decretó la apertura de juicio oral. Cinco días después Camps se rendía. "Dejo la Presidencia de la Generalitat, la dejo en este mismo instante, inocente, completamente inocente de las barbaridades que durante estos años se han dicho de mí".
Unas horas antes, su ex vicepresidente Víctor Campos y el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret se habían declarado culpables. Costa no lo hizo. Camps tampoco.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/04/valencia/1323002779.html
Este lunes arranca el juicio contra el ex presidente por cohecho pasivo impropio
Caso Camps. Penúltimo capítulo... El ex presidente de la Generalitat Valenciana se sienta este lunes en el banquillo de los acusados. A su lado, quien fue su mano derecha en el PP valenciano, el ex secretario general del partido y actual responsable de Economía, Ricardo Costa. Arranca el juicio por el llamado 'caso de los trajes', que debe dirimir si ambos son culpables de un delito continuado de cohecho pasivo impropio por haber recibido, presuntamente, numerosas prendas de ropa como regalo de las empresas vinculadas a la trama Gürtel.
Según el auto de hechos justiciables, Francisco Camps recibió, al menos, doce trajes, cuatro americanas, cinco pares de zapatos y cuatro corbatas, prendas valoradas en 14.021 euros. El importe de los regalos a Costa queda en algo más de 7.000 euros.
Un jurado popular compuesto por nueve miembros más dos suplentes decidirá si Camps y Costa son o no culpables. Por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana deben desfilar más de 100 testigos, entre ellos Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez 'El Bigotes', cabecillas de las empresas vinculadas a la trama.
En caso de condena, el magistrado que presidirá el tribunal, Juan Climent, fijará la cuantía de la multa. La Fiscalía Anticorrupción solicita una multa de 41.250 euros para los dos procesados, mientras que el PSPV eleva la petición hasta los tres años de prisión y ocho de inhabilitación. Si se cumple el calendario, la víspera de Nochebuena habrá sentencia.
Comienza el desenlace de un culebrón político que se remonta a febrero de 2009, cuando arranca la investigación en Valencia. "Saldremos de esta", vaticinó Camps después de ver por primera vez su apellido en los titulares.
El ex presidente aún no ha salido... Durante más de dos años tuvo que leer la transcripción de esas conversaciones telefónicas en la que llamaba "amiguito del alma" y quería "un huevo" al Bigotes, a quien había dicho no conocer. Repasó en prensa decenas de facturas, listados interminables de regalos que salpicaban incluso a su familia, sospechas de financiación irregular y una nómina cada vez mayor de altos cargos y personal de su confianza que habían sido seducidos por la trama de Correa.
Camps declaró como imputado en el TSJ, dijo entonces que sus trajes los había pagado en metálico y que no conservaba la factura. Consiguió que se archivara la causa y respiró un tiempo hasta que el Supremo le devolvió a la realidad. En mayo de 2010 se reabrió la investigación, ya sin remedio.
En el plano político, el Partido Popular hizo casi siempre oídos sordos. Sólo Ricardo Costa pagó la osadía de presumir de su cargo cuando más llovía y fue suspendido de militancia por Génova. Camps sobrevivió negando la realidad, escapando de la calle, repartiendo optimismo hiperbólico, disfrazado de Churchill, de Gandhi, de Juan Sin Miedo..., ignorando a una oposición que se le echó al cuello desde las trincheras. "Quedan uno o dos escaloncitos y esta extraña situación será pasado", repetía.
Su único consuelo fue siempre ver que los sondeos pasaban del tema, que el voto seguía con él. Consiguió ser candidato del PP en las autonómicas, ganó las elecciones y se creyó absuelto. La tregua no duró ni dos meses. El pasado 15 de julio el magistrado del TSJ José Flors decretó la apertura de juicio oral. Cinco días después Camps se rendía. "Dejo la Presidencia de la Generalitat, la dejo en este mismo instante, inocente, completamente inocente de las barbaridades que durante estos años se han dicho de mí".
Unas horas antes, su ex vicepresidente Víctor Campos y el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret se habían declarado culpables. Costa no lo hizo. Camps tampoco.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/04/valencia/1323002779.html