El líder nacional del PP apela a la concordia, el diálogo y el entendimiento para construir un gobierno que saque a España de la crisis tras el 20-N - Insiste en que serán necesarias reformas, aunque sin especificar las medidas de su partido
El Partido Popular clausuró ayer en Málaga una convención nacional que ha servido para visualizar la euforia por una victoria que consideran segura el 20-N pero en la que no no se han desvelado las grandes líneas programáticas que Mariano Rajoy aplicará en caso de gobernar España durante los próximos cuatro años. El líder de los populares cerró ayer esta cita con un discurso en el que se reiteraron las nociones e ideas que se han tratado en estos días y haciendo especial hincapié en un concepto que considera capital para que España venza los obstáculos que la crisis le ha puesto en el camino.
Rajoy apeló a la unidad de todos los españoles y a la concordia como elementos para hacer posible el cambio y tendió la mano a establecer un gobierno marcado por el diálogo, la valentía y el entendimiento. Por ello, se comprometió a entenderse «con todos los que compartan el objetivo de sacar a España de la crisis, crear empleo y generar bienestar». Y quiere trabajar por la concordia para «cultivar afinidades y cosechar consensos» y sin abrir discordias. «En los últimos años se ha pretendido forzar a los españoles a elegir entre bandos y trincheras, yo no pienso hacerlo», afirmó, resumiendo su modelo de gestión en gobernar «con verdad, con responsabilidad, con valentía, con diálogo y buscando siempre la concordia». Y en esa fórmula no queda hueco para el terrorismo y sus defensores, por lo que asfirmó que seguirá trabajando para «derrotar al terrorismo y para preservar un realto que no permita falsas equidistancias».
Rajoy insistió en que vienen tiempos difíciles, que no será fácil salir de la crisis y superar la herencia dejada por los gobiernos socialistas, que calificó de la «peor imaginable». Admitió que serán necesarias reformas y austeridad, aunque defendió al mismo tiempo la cohesión social y el mantenimiento del estado del bienestar y de servicios públicos básicos como la educación, «garantía» de futuro para asgurar puesos de trabajo competitivos. En su modelo se dibuja un país con derechos y deberes igualados, con unos ciudadanos «unidos», sin importar sus simpatías políticas o procedencia. Y para animar a todos ellos a unir esfuerzos frente a la mala coyuntura económica apeló al espíritu de victoria que acompañó a Adolfo Suárez en 1977 y a José María Aznar en 1996. «Nuestra historia es una historia de éxitos y podemos volver a hacerlo», resaltó el candidato popular, que recordó asimismo los esfuerzos de generaciones anteriores en tiempos también muy complicados, poniendo de ejemplo a su padre, que le ayudó a sacar adelante sus estudios. «Somos hijos de unos españoles que se dejaron la piel en el empeño de dibujar un futuro mejor para nosotros». «Ahora nos toca a nostros continuar esa labor», reseñó, incidiendo en que hay «razones para la esperanza» y aclarando que «los esfuerzos se harán entre todos y el reparto de las cargas será justo y equitativo».
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2011/10/09/rajoy-cierra-convencion-pp-malaga-revelar-sera-programa/455720.html