El díscolo Quincy ya tiene nuevo destino. No será el Al Sadd de Catar, club propietario de sus derechos, sino el Panathinaikos griego. Allí se reencontrará con su gran valedor en el Málaga, Jesualdo Ferreira. Fue con el portugués y con su sistema de juego con quien Quincy mostró sus mejores dotes. Sin embargo, a partir de la destitución de JF, su fútbol y sus galopadas certeras desaparecieron. Después sería él quien desapareciera tras notables desavenencias con Manuel Pellegrini.

El conjunto heleno será el enésimo de un jugador de indudables condiciones pero indomable en la convivencia del grupo. Según ha trascendido, el Panathinaikos pagará por la cesión 0,5 millones de euros, el jugador percibirá 0,4 y se guardará una opción de compra por si, de una vez por todas, estalla.






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Bueno. Pues que tenga suerte. Otra cosa no le voy a desear.