El colectivo tiene hasta el 30 de junio para elevar su base de cotización y asegurarse una cobertura por cese de actividad
Apenas quedan quince días. El próximo 30 de junio se agota el plazo para que los trabajadores autónomos (93.418 en la provincia de Málaga) soliciten la cobertura de accidentes de trabajo y enfermedad profesional, pasaporte imprescindible para tener derecho a disfrutar de una protección en caso de cese involuntario de la actividad. Como ha explicado el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, en rueda de prensa esta nueva prestación recogida en la ley 32/2010 del 5 de agosto está dirigida a equiparar los derechos de los autónomos con los de los asalariados por cuenta ajena del sistema general. De este modo, quienes tengan suscrita dicha protección (que exige aumentar la base de cotización un 1,7%) podrán cobrar a partir del próximo mes de diciembre una especie de paro cuando se vean obligados a cerrar la empresa.
La prestación económica, cuyo abono correrará a cargo de la mutua o entidad gestora correspondiente (Servicio Público de Empleo Estatal) o Instituto Social de la Marina, se calculará aplicando el 70% al promedio de las bases por las que se hubiere cotizado durante los doce meses anteriores al cese de la actividad. «No obstante, en ningún caso será inferior a 850,5 euros», ha aclarado el director provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, Francisco Javier de Santiago. La duración de esa paga oscilará entre los dos y los doce meses en función del tiempo que se haya cotizado los 48 meses anteriores al cierre del negocio.