El Málaga pone un pie en la salvación. Saca la cabeza después de una temporada nefasta gracias a un triunfo difícil ante un Hércules muy complicado. El equipo de Pellegrini llevó a la afición al borde del infarto en un encuentro en el que los blanquiazules tuvieron que sobreponerse dos veces: al gol de Valdez al comienzo y al error de Apoño en el lanzamiento del penalti. La emoción se desbordó en un choque extraño, abierto y también feo. La previsión aseguraba que la victoria sería sacrificada, pero se quedó muy corta.

Tras el partido, después de relajarse tras el sofocón, los aficionados quizás se pregunten: ¿quién dijo que Baptista era caro? Viene a cuento porque el brasileño está siendo el gran protagonista de los partidos tras su reaparición. Pero tampoco hay que olvidarse de Sebastián Fernández, otra 'bestia' del trabajo, la presión y la motivación. Excelente el uruguayo. Aunque los éxitos, sin duda, son de todo el equipo.

Pellegrini apostó de entrada por los previsibles, igual que Djukic. El arranque fue habitual, con ritmo, fuerza y profundidad. De hecho, el conjunto blanquiazul forzó un córner en el primer minuto que fue defendido con los once visitantes en el área. Pero en el siguiente ataque llegó una inesperada sorpresa: Valdez se adelantó a la defensa y marcó el 0-1 ante la incredulidad general. Enmudeció La Rosaleda, que otra vez se temía lo peor. Aunque Baptista y Abel Aguilar arreglaron el desaguisado con el empate solo unos segundos después, tras un centro de Duda.

Todo empezaba otra vez, pero con el susto en el cuerpo. Pese a que se mantenía la igualdad, el partido ya era nuevo. Y extraño. El público seguía con los mismos ánimos, pero intentando sobreponerse del tanto de Valdez. El centro del campo local dejaba demasiados espacios, lo que permitía el juego 'entre líneas' de un Hércules que siempre daba muestras de peligro.

Los malaguistas no sabían presionar en los tres cuartos de su campo, lo que ofrecía alternativas demasiado fáciles a los visitantes. Sendoa falló cuando estaba solo en una acción defensiva realmente nefasta de los hombres de Pellegrini, que en ningún momento daban sensación de seguridad. Pese a todo, los blanquiazules insistían en ataque gracias, sobre todo, a la confianza de Baptista y Sebastián Fernández. De ahí que llegaran algunas opciones de gol, como una de Rondón, que estaba completamente solo y remató mal. Fue un fallo clamoroso. A pocos metros de la portería.

Instantes antes de señalar Undiano el final del primer tiempo, otra vez Valdez pudo poner delante a los suyos, pero Caballero estuvo atento y se lució. Las sensaciones de los locales no eran demasiado buenas, pese a lo mucho que ponían en juego. Al Málaga se le atragantaba un rival directo como el Hércules.

Sustitución

Pellegrini oxigenó el centro del campo con la entrada de Camacho. También varió mínimamente las posiciones, lo que cerró las opciones visitantes de una forma espectacular. De hecho, el dominio del Málaga a partir de entonces fue algo más seguro, si bien con altibajos en la presión. Aunque la jugada clave del choque llegó en un penalti de Fritzler sobre Rondón, lo que provocó que el Hércules se quedara también con un jugador menos (era su segunda amonestación). Pero no era la tarde del Málaga. Apoño lanzó al palo ante la desesperación de un público que ya se veía por delante en el marcador. De hecho, el conjunto de Pellegrini acusó ese error y bajó el nivel de una forma considerable durante algunos minutos. Mientras tanto se mantenía a flote gracias a una mejor defensa y al trabajo de Sebastián Fernández, que aupaba a sus compañeros con su presión permanente sobre los rivales. Su trabajo fue determinante para equilibrar las fuerzas en el centro del campo.

Las sensaciones malaguistas seguían siendo inciertas. Su juego presentaba lagunas, lo que dejaba abiertas todas las opciones, incluida la derrota. Pero no iba a ser así y el sufrimiento malaguista estaba a punto de llegar a su fin. Eliseu centró con la pierna derecha en un contraataque y Rondón remató al fondo de la red, lo que le permitió resarcirse del fallo del primer periodo. Era el paso imprescindible para encontrar el camino de la victoria. Pero el equipo estaba lanzado y solo habría que esperar tres minutos más para que Baptista sentenciara el choque. El Málaga se aleja del descenso a falta de cuatro jornadas. Hay esperanza.


Árbitro:

Undiano Mallenco (navarro). Expulsó a Fritzler por doble amonestación (minuto 66). Amonestó a Abel Aguilar, Sendoa, David Cortés, Duda y Weligton.

Goles:

0-1, minuto 4; Valdez se adelanta a la defensa y remata de cabeza un centro de Kiko Femenía. 1-1, minuto 5:

Baptista, ayudado por Abel Aguilar, marca tras un pase de Duda. 2-1, minuto 73: Rondón cabecea a las mallas tras un centro de Eliseu el gol 1.000 de la historia del Málaga C. F. 3-1, minuto 76: Baptista remata de manera magistral un pase de Duda.