En la satisfactoria victoria del Unicaja en Valladolid hubo un pequeño lunar, que este lunes se sabrá de qué tamaño es. Joel Freeland, el referente de este Unicaja vio cómo le caía encima un rival que le golpeaba en su tibia izquierda, que se rompió con 15 años y que, de hecho, fue el motivo que le impulsó a dejar al fútbol y jugar al baloncesto. En principio parecía un golpe muy doloroso y el jugado cojeaba ostensiblemente durante el encuentro, pero para salir de dudas este lunes se le practicarán distintas pruebas.
Freeland se ha convertido en el referente de este Unicaja y todos en el club esperan que las pruebas resulten satisfactorias. Pensar en una baja del inglés hace palidecer.
Freeland dialoga con el doctor, Carlos Salas