Ratifica su mejoría en Valladolid, donde sólo había ganado el Barcelona, con un triunfo cimentado en una gran segunda mitad que acerca a un rival directo al que se le gana el 'average
El Unicaja redobla los motivos para tenerle fe con una solvente victoria en Valladolid (64-78). Hay que otorgarle el debido crédito al triunfo en el Pisuerga, visitado por 13 equipos y sólo conquistado antes por el Regal Barcelona. Desde ayer también por el Unicaja. Apelando al refranero de Boza Maljkovic, no se puede decir que un equipo progresa hasta que gana lejos de casa. Chus Mateo aprobó una asignatura que se le atragantaba desde que cogió las riendas. Peleó el equipo en Vitoria, Sevilla y Madrid en balde pese a tener serias opciones en todos los duelos. Sí obtuvo rédito en Pucela, donde se agigantó con el impagable soporte que supone Garbajosa, en un gran segundo tiempo en el que le arrebató al Blancos de Rueda la insultante confianza con la que juega, la que permite a un equipo construido con retales de la LEB estar instalado en la zona de play off. El Unicaja le ganó el average y ya está a sólo una victoria del quinto.
El Unicaja cree en sí mismo de nuevo y transmite tal credibilidad. No se descompuso en un primer tiempo en el que los exteriores del Blancos de Rueda impusieron un altísimo ritmo y una agresividad que costaba seguir. El equipo malagueño no lograba imponer la tremenda superioridad física, básicamente de altura, a su favor. Se jugaba en un ritmo difícil de descifrar, anárquico, con un arbitraje permisivo con el contacto, casi tipo Euroliga. En Valladolid, por ejemplo, perdió el Madrid por una veintena de puntos y en su día se contó que Messina estuvo a punto de presentar la dimisión que llegó semanas más tarde.
Otro Unicaja cercano en el tiempo se hubiera descompuesto, pero se colocó el mono de trabajo para continuar la estela rival en esa primera mitad, en la que el equipo pucelano marcó el ritmo. Van Lacke era el principal ejecutor del ataque, con los tremendos saltos de Slaughter y algún aporte de Báez y Robinson como apoyos. Dos veces anduvo cerca (16-10 y 36-30) de tomar una ventaja peligrosa el cuadro pucelano, pero Gerald Fitch, con el soporte de Freeland, ejerció de línea de flotación para sostener al equipo. Muy bien el norteamericano, que desborda y crea. Que hace de mayordomo para McIntyre a la hora de subir el balón y decide con la plena confianza que recibe desde el banquillo. Las señales del base en la zona propia no mejoran, los rivales le desbordan con suma facilidad. Anotó por primera vez ya al final con el partido decidido. Da la impresión de que Blakney, sin estar para tirar cohetes, hace jugar mejor al resto de compañeros. Con detalles como el mágico triple se atenúa el debate, pero resulta evidente que es un problema defensivo.
Con marcador ajustado (37-36) se llegó al descanso, buena señal vistos los primeros 20 minutos. Ahí el Unicaja elevó un punto más su intensidad, comenzó más metido. Mateo redujo la rotación a menos hombres y dieron un paso adelante varios jugadores. Con el partido a punto para quebrarse emergió Jorge Garbajosa, de la mano de Berni Rodríguez. Había amagado el 15, sin barba, con un triple al final de tercer cuarto que permitió una renta interesante de seis puntos (47-53). Pero en ese punto lo rompió con un triple lejano (había fallado los dos primeros que intentó) y una penetración que acabó con falta en ataque pero con dos puntos en el marcador cajista para superar por primera vez los 10 puntos de renta (47-58). Una distancia psicológica que se elevó hasta los 16 puntos (50-66) gracias a un parcial de 3-13 de salida en el último cuarto. Es en estos detalles donde se observa la valía de tener un jugador como Garbajosa. Silencioso, pero oportuno. El instinto killer de oler que el partido necesita algo que él ofrece. Que él dio ayer con el sustento de Berni, también protagonista en el distanciamiento.
El Blancos de Rueda quiso enloquecer aún más el partido con el ritmo despiadado, con presiones a toda cancha que rebajaron a ocho puntos la renta. Pero estaban Fitch, Freeland, Garbajosa, Berni... El resto hizo bien los coros. Porque el Unicaja vuelve a ser serio, sólido. Al menos, lo parece.
- Ficha técnica:
64 - Blancos de Rueda (18+19+10+17) 64: Dumas 4, Van Lacke 17, Robinson 7, Báez 10 y Slaughter 8 -quinteto inicial-. García 5, López 0, Ruiz 0, Martín 7 y Stanic 6.
78 - Unicaja (17+19+17+25) 78: McIntyre 3, Fitch 17, Almazán 0, Freeland 15 y Archibald 3 -quinteto inicial-. Berni 13, Tripkovic 2, Blakney 8, Garbajosa 10, Rubio 4, Sinanovic 0 y Blanco 3.
Árbitros: Conde, Bultó y Pérez Niz. Eliminado: Garbajosa
Incidencias: Pabellón Pisuerga de Valladolid. 27ª jornada de la Liga ACB. 6.000 espectadores en la grada.