El lateral se incorpora al trabajo con sus compañeros tras superar varias lesiones que le han impedido jugar con el Málaga desde abril de 2008
Es algo tímido y nunca alza la voz. Fue clave en el ascenso del Málaga, pero una sucesión de lesiones le ha apartado de un equipo que brilla con luz propia. Es Rossato, un lateral brasileño que ya ve el final de un largo túnel que oscureció su fútbol desde abril de 2008, en el partido ante la Real Sociedad. Dejó de jugar por un problema importante, aunque todo hacía indicar que estaría a disposición del entrenador para el arranque de esta campaña. Pero la situación se complicó con dos recaídas y una intervención quirúrgica, lo que demoró su regreso. Hace dos meses, cuando ya se entrenaba con sus compañeros sufrió otra rotura fibrilar que le ha mantenido hasta esta semana ejercitándose en solitario. «Ojalá que se acabe ya esta mala racha. Esto es muy negativo para un futbolista. Nunca estuve tanto tiempo parado. Espero que mi recuperación sea ya definitiva», explica el jugador.
Desde el domingo ya trabaja con el resto de la plantilla, aunque será hoy el primer día en el que previsiblemente se incorpore al grupo con todas las consecuencias. Es evidente que no estará a disposición de Antonio Tapia esta misma jornada, aunque sólo necesitará un par de semanas más para alcanzar el ritmo físico suficiente para poder afrontar sus primeros minutos de partido. «La verdad es que no necesitaré mucho más, aunque es normal que no esté para debutar contra el Atlético. Seguro que no me hará falta mucho tiempo para estar bien», declara.
Apoyos
Ha estado muchos meses al margen del día a día del equipo. Ha vivido los éxitos (el ascenso y la buena clasificación actual), pero siempre desde fuera del terreno de juego. En esta larga travesía siempre ha tenido a su lado a su familia, amigos y compañeros. Asegura que nunca echó de menos unas palabras de aliento. «El míster habla mucho conmigo y me da ánimos. Me pide paciencia para que vuelva en las mejores condiciones. Todos se han portado muy bien conmigo», afirma.
Rossato fue uno de los hombres más destacados del equipo la pasada temporada. Sus buenas dotes defensivas se unían a su gran calidad. Era fundamental en las acciones de estrategia, ya que dispone de un espectacular disparo a balón parado. La banda izquierda, apoyada por Calleja y Eliseu, era una de las armas más peligrosas del equipo de Muñiz. «La verdad es que creo que di el máximo de mis posibilidades para ayudar a que llegara el ascenso. Al final, lo conseguimos», destaca.
Su ausencia de los terrenos de juego le ha permitido observar con más tranquilidad la trayectoria del equipo. Le hubiera gustado estar disponible en una primera vuelta espectacular y exitosa, aunque su satisfacción es plena por la buena marcha del Málaga y espera disfrutar muy pronto de este histórico momento desde dentro. «Estoy muy contento por la situación en la que nos encontramos. Nadie se podía imaginar que estuviéramos en esta posición», comenta el futbolista.
El lateral confiesa que su única preocupación se centra en volver. «Sólo pienso en recuperarme», dice. Aunque deberá afrontar otro importante problema: acaba contrato y su renovación está pendiente. «Creo que ahora no es el momento. Primero debo estar bien. No pienso en la renovación», apunta. Rossato forma parte de la larga nómina de jugadores que acaban su compromiso con la entidad al final de temporada, aunque el brasileño cuenta con el 'handicap' de encontrarse lesionado. «A mí me gustaría seguir y sé que en el club confían en mí. Aunque no creo que sea el momento de hablar de este asunto», insiste, a la vez que indica: «Lo que más me interesa es estar a disposición del entrenador». Es previsible que, salvo novedad, pueda disputar algunos minutos el próximo mes. El regreso sería nada menos que diez meses después.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-01-21/rossato-final-tunel-20090121.html
Es algo tímido y nunca alza la voz. Fue clave en el ascenso del Málaga, pero una sucesión de lesiones le ha apartado de un equipo que brilla con luz propia. Es Rossato, un lateral brasileño que ya ve el final de un largo túnel que oscureció su fútbol desde abril de 2008, en el partido ante la Real Sociedad. Dejó de jugar por un problema importante, aunque todo hacía indicar que estaría a disposición del entrenador para el arranque de esta campaña. Pero la situación se complicó con dos recaídas y una intervención quirúrgica, lo que demoró su regreso. Hace dos meses, cuando ya se entrenaba con sus compañeros sufrió otra rotura fibrilar que le ha mantenido hasta esta semana ejercitándose en solitario. «Ojalá que se acabe ya esta mala racha. Esto es muy negativo para un futbolista. Nunca estuve tanto tiempo parado. Espero que mi recuperación sea ya definitiva», explica el jugador.
Desde el domingo ya trabaja con el resto de la plantilla, aunque será hoy el primer día en el que previsiblemente se incorpore al grupo con todas las consecuencias. Es evidente que no estará a disposición de Antonio Tapia esta misma jornada, aunque sólo necesitará un par de semanas más para alcanzar el ritmo físico suficiente para poder afrontar sus primeros minutos de partido. «La verdad es que no necesitaré mucho más, aunque es normal que no esté para debutar contra el Atlético. Seguro que no me hará falta mucho tiempo para estar bien», declara.
Apoyos
Ha estado muchos meses al margen del día a día del equipo. Ha vivido los éxitos (el ascenso y la buena clasificación actual), pero siempre desde fuera del terreno de juego. En esta larga travesía siempre ha tenido a su lado a su familia, amigos y compañeros. Asegura que nunca echó de menos unas palabras de aliento. «El míster habla mucho conmigo y me da ánimos. Me pide paciencia para que vuelva en las mejores condiciones. Todos se han portado muy bien conmigo», afirma.
Rossato fue uno de los hombres más destacados del equipo la pasada temporada. Sus buenas dotes defensivas se unían a su gran calidad. Era fundamental en las acciones de estrategia, ya que dispone de un espectacular disparo a balón parado. La banda izquierda, apoyada por Calleja y Eliseu, era una de las armas más peligrosas del equipo de Muñiz. «La verdad es que creo que di el máximo de mis posibilidades para ayudar a que llegara el ascenso. Al final, lo conseguimos», destaca.
Su ausencia de los terrenos de juego le ha permitido observar con más tranquilidad la trayectoria del equipo. Le hubiera gustado estar disponible en una primera vuelta espectacular y exitosa, aunque su satisfacción es plena por la buena marcha del Málaga y espera disfrutar muy pronto de este histórico momento desde dentro. «Estoy muy contento por la situación en la que nos encontramos. Nadie se podía imaginar que estuviéramos en esta posición», comenta el futbolista.
El lateral confiesa que su única preocupación se centra en volver. «Sólo pienso en recuperarme», dice. Aunque deberá afrontar otro importante problema: acaba contrato y su renovación está pendiente. «Creo que ahora no es el momento. Primero debo estar bien. No pienso en la renovación», apunta. Rossato forma parte de la larga nómina de jugadores que acaban su compromiso con la entidad al final de temporada, aunque el brasileño cuenta con el 'handicap' de encontrarse lesionado. «A mí me gustaría seguir y sé que en el club confían en mí. Aunque no creo que sea el momento de hablar de este asunto», insiste, a la vez que indica: «Lo que más me interesa es estar a disposición del entrenador». Es previsible que, salvo novedad, pueda disputar algunos minutos el próximo mes. El regreso sería nada menos que diez meses después.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-01-21/rossato-final-tunel-20090121.html