La devolución anticipada en el IRPF promovida por el Gobierno de ZP en 2008 no fue una medida gratuita y los contribuyentes tendrán ahora que pagar a Hacienda todo o parte de este dinero
IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA En esta ocasión, Santa Rita tendrá que hacer la vista gorda y lo que se ha dado, se quitará en la próxima declaración. La medida fiscal de aumentar las nóminas de los trabajadores con 400 euros para aliviar su situación ante la crisis económica durante el pasado año 2008 no será gratuita para los contribuyentes y ese dinero habrá que devolverlo ahora a Hacienda, en función de una serie de parámetros.
El secretario general de Gestha, colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda, José María Mollinedo, explica que la devolución anticipada de los 400 euros en el IRPF se ha articulado, básicamente, modificando la tarifa aplicable para el cálculo de las retenciones del trabajo, de manera que a los trabajadores se le han retenido 400 euros menos, pero no se ha modificado la tarifa del IRPF, "así que cuando hagamos la declaración de la renta de 2008 nos saldrán a pagar estos 400 euros que hemos pagado de menos vía retenciones".
La forma de adelantar esta ayuda se produjo de dos formas: los primeros 200 euros en la nómina de junio y el resto se fue descontando de las retenciones proporcionalmente en los seis meses restantes. Muchos ciudadanos no sabían, sin embargo, que será ahora cuando tengan que hacer frente a esa ´ayuda´. Una desagradable sorpresa en su declaración.
José María Mollinedo ejemplifica con un supuesto: el caso de una persona soltera que haya estado trabajando todo el año 2008, que sólo tenga los rendimientos del trabajo y se le esté aplicando correctamente el sistema de retenciones. Si a este contribuyente le salen a pagar 400 euros en total, tendrá que pagar esa cifra porque Hacienda le deducirá automáticamente los 400 euros de ZP. Es decir, pagará lo que le correspondía en un principio.
"Si por alguna circunstancia se le ha devuelto anticipadamente menos de los 400 euros, por ejemplo, 120 euros, en la cuota íntegra de su renta le saldría a pagar esos 120 euros y se le aplicará una deducción de 400, por lo que el resultado será de 280 euros a pagarle a Hacienda", calcula el representante de Gestha, poniendo otro ejemplo concreto. "Si, por el contrario, se ha trabajado a lo largo del ejercicio en más de una empresa, puede ocurrir que incluso nos estén recortando las retenciones en más de los 400 euros, porque cada una de ellas nos aplicará la tabla de retenciones por separado; por ello se podría dar el caso de alguien a quien en total le estén minorando las retenciones, por ejemplo, en 550 euros. En este caso le saldría una cuota diferencial a pagar de 550 euros, se le aplicaría una deducción de 400 euros y el resultado de su declaración de IRPF sería de 150 euros a pagar".
En cualquier caso, es importante resaltar que el beneficio obtenido por los contribuyentes con el anticipo de los 400 euros, se verá también reducido como consecuencia de la deflactación de la tarifa del IRPF en un 2%. "Esto quiere decir que el contribuyente que ha ganado en 2008 un salario bruto de unos 18.722 euros va a pagar 101,04 más de impuestos, por lo que se podría afirmar que va a devolver al Estado 101,04 euros de los 400 que le anticipó", sentencia.
El IPC. Otro perjuicio para los contribuyentes en la próxima Renta estará motivado, precisamente, por la deflactación. La mayoría de los sueldos, en las revisiones salariales de los convenios, se llevaron a cabo calculando el IPC de referencia de diciembre del año anterior, es decir, de 2007. Para el año 2008, el Gobierno ha deflactado la tarifa del IRPF en un 2% cuando la inflación de ese año es del 4,3%. También ha procedido a deflactar para el 2008 la reducción por rendimientos del trabajo y de los mínimo personal y familiar, novedad con respecto a otros años.
Esto supone una notable pérdida de poder adquisitivo de los contribuyentes, "y además, esa pérdida puede y suele no estar distribuida por un igual en todos los estratos sociales", añade Mollinedo.
Como consecuencia de no haberse deflactado la tarifa del IRPF en el mismo porcentaje que la subida del IPC, los contribuyentes pagarán más impuestos. De tal forma que un gran porcentaje de esa subida de salario deberá ser destinada a cumplir, religiosamente, con la Hacienda Pública, que nunca pierde.
IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA En esta ocasión, Santa Rita tendrá que hacer la vista gorda y lo que se ha dado, se quitará en la próxima declaración. La medida fiscal de aumentar las nóminas de los trabajadores con 400 euros para aliviar su situación ante la crisis económica durante el pasado año 2008 no será gratuita para los contribuyentes y ese dinero habrá que devolverlo ahora a Hacienda, en función de una serie de parámetros.
El secretario general de Gestha, colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda, José María Mollinedo, explica que la devolución anticipada de los 400 euros en el IRPF se ha articulado, básicamente, modificando la tarifa aplicable para el cálculo de las retenciones del trabajo, de manera que a los trabajadores se le han retenido 400 euros menos, pero no se ha modificado la tarifa del IRPF, "así que cuando hagamos la declaración de la renta de 2008 nos saldrán a pagar estos 400 euros que hemos pagado de menos vía retenciones".
La forma de adelantar esta ayuda se produjo de dos formas: los primeros 200 euros en la nómina de junio y el resto se fue descontando de las retenciones proporcionalmente en los seis meses restantes. Muchos ciudadanos no sabían, sin embargo, que será ahora cuando tengan que hacer frente a esa ´ayuda´. Una desagradable sorpresa en su declaración.
José María Mollinedo ejemplifica con un supuesto: el caso de una persona soltera que haya estado trabajando todo el año 2008, que sólo tenga los rendimientos del trabajo y se le esté aplicando correctamente el sistema de retenciones. Si a este contribuyente le salen a pagar 400 euros en total, tendrá que pagar esa cifra porque Hacienda le deducirá automáticamente los 400 euros de ZP. Es decir, pagará lo que le correspondía en un principio.
"Si por alguna circunstancia se le ha devuelto anticipadamente menos de los 400 euros, por ejemplo, 120 euros, en la cuota íntegra de su renta le saldría a pagar esos 120 euros y se le aplicará una deducción de 400, por lo que el resultado será de 280 euros a pagarle a Hacienda", calcula el representante de Gestha, poniendo otro ejemplo concreto. "Si, por el contrario, se ha trabajado a lo largo del ejercicio en más de una empresa, puede ocurrir que incluso nos estén recortando las retenciones en más de los 400 euros, porque cada una de ellas nos aplicará la tabla de retenciones por separado; por ello se podría dar el caso de alguien a quien en total le estén minorando las retenciones, por ejemplo, en 550 euros. En este caso le saldría una cuota diferencial a pagar de 550 euros, se le aplicaría una deducción de 400 euros y el resultado de su declaración de IRPF sería de 150 euros a pagar".
En cualquier caso, es importante resaltar que el beneficio obtenido por los contribuyentes con el anticipo de los 400 euros, se verá también reducido como consecuencia de la deflactación de la tarifa del IRPF en un 2%. "Esto quiere decir que el contribuyente que ha ganado en 2008 un salario bruto de unos 18.722 euros va a pagar 101,04 más de impuestos, por lo que se podría afirmar que va a devolver al Estado 101,04 euros de los 400 que le anticipó", sentencia.
El IPC. Otro perjuicio para los contribuyentes en la próxima Renta estará motivado, precisamente, por la deflactación. La mayoría de los sueldos, en las revisiones salariales de los convenios, se llevaron a cabo calculando el IPC de referencia de diciembre del año anterior, es decir, de 2007. Para el año 2008, el Gobierno ha deflactado la tarifa del IRPF en un 2% cuando la inflación de ese año es del 4,3%. También ha procedido a deflactar para el 2008 la reducción por rendimientos del trabajo y de los mínimo personal y familiar, novedad con respecto a otros años.
Esto supone una notable pérdida de poder adquisitivo de los contribuyentes, "y además, esa pérdida puede y suele no estar distribuida por un igual en todos los estratos sociales", añade Mollinedo.
Como consecuencia de no haberse deflactado la tarifa del IRPF en el mismo porcentaje que la subida del IPC, los contribuyentes pagarán más impuestos. De tal forma que un gran porcentaje de esa subida de salario deberá ser destinada a cumplir, religiosamente, con la Hacienda Pública, que nunca pierde.