FUENGIROLA

La víctima falleció el martes en Carlos Haya, donde llevaba dos meses ingresada con heridas de arma blanca en la cabeza y en el cuello

Un joven de 19 años murió el martes en el Hospital Carlos Haya, donde se encontraba ingresado a causa de una agresión con arma blanca. El fallecido, de nacionalidad marroquí, fue apuñalado en Fuengirola por otro individuo en una discusión que, según las primeras investigaciones, se habría producido por celos en relación a una chica.

La víctima llevaba en la UVI desde el pasado octubre. Ingresó en estado muy grave con heridas de arma blanca en la cabeza -sufrió una lesión intracraneal- y en el cuello. El joven entró en coma y este martes, pereció en el hospital, según confirmaron a este periódico fuentes sanitarias. Se trata de la primera muerte violenta este año.

La agresión ocurrió el 25 de octubre, sobre las siete de la tarde. La víctima se encontraba en unos recreativos de Fuengirola en compañía de otros jóvenes cuando, al parecer, mantuvo una disputa con un individuo extranjero. Según fuentes cercanas al caso, el presunto agresor se marchó del lugar y supuestamente regresó minutos después armado con un cuchillo. Volvieron a discutir dentro del local y luego salieron a la calle. Al parecer, el apuñalamiento se produjo en los alrededores.

La víctima sufrió varias heridas de arma blanca en la cabeza y en el cuello. Fue evacuada al centro de salud de Mijas, donde se le atendió en primera instancia. Desde el ambulatorio se avisó al puesto de la Guardia Civil de Mijas de que acababa de ingresar un joven que había sido apuñalado y que estaba muy grave.

El cuartel envió varias patrullas a la zona para empezar a investigar el suceso. Los agentes del Instituto Armado comprobaron que el presunto agresor había huido del lugar de los hechos, aunque consiguieron localizar a un testigo que lo identificó, según las fuentes.

Los investigadores acudieron al domicilio del sospechoso, pero el individuo no estaba allí. Se quedaron esperándolo en los alrededores hasta que el sujeto se presentó en el lugar. Fue detenido a las once de la noche, apenas cuatro horas después del suceso. Los guardias civiles también hallaron el arma que presumiblemente se empleó en el ataque, que estaba escondida en el alféizar de una ventana, en un inmueble de la zona.

Móvil del suceso

Los agentes comparecieron con el arrestado y con todas las pruebas recabadas en las dependencias de la Policía Nacional en Fuengirola, ya que el suceso se produjo dentro del término municipal de esta localidad. La comisaría continuó con las diligencias del caso y posteriormente puso al detenido a disposición judicial.

Respecto al móvil del ataque, las primeras pesquisas apuntaban a que, a tenor de los testimonios recabados, el móvil de la agresión pudo ser un asunto de celos. Al parecer, y siempre según las fuentes consultadas, el supuesto autor del apuñalamiento habría reaccionado de forma violenta ante la amistad que el fallecido tenía con su novia.


http://www.diariosur.es/v/20110113/malaga/muere-joven-anos-recibio-20110113.html

Que .... .. ....

que se ha muerto un joven por celos por una chica eso lo que escuhado eso no se hace eso de mala persona oyer busy te ha comido la lengua al gato en ?????

MÁLAGA
María Dolores Almansa: «No se me va de la cabeza la cara del niño


María Dolores Almansa coge la mano del pequeño con la ternura de quien es madre y abuela. «No se me olvidará nunca la carita que tenía el niño cuando lo encontré en la calle», dice la mujer mientras le acaricia la mejilla. «Para él, ella fue su ángel de la guarda», apostilla Carmen Agudo, la abuela del menor de 11 años que el pasado diciembre fue atropellado presuntamente por un taxista, que primero se ofreció a llevarlo al hospital y luego cambió de idea y lo abandonó en una calle cercana, según la denuncia presentada por la familia.
María Dolores fue la persona que encontró al pequeño tirado en la calle Manrique, dando alaridos de dolor y pidiendo auxilio a gritos. Desde el accidente, la mujer, malagueña de nacimiento y vecina del barrio de la Victoria, ha estado pendiente de la evolución del niño, pero hasta ayer no habían vuelto a verse las caras. SUR fue testigo del reencuentro entre ambos.
Aquella fría tarde del 16 de diciembre, María Dolores se había citado con su padre en el ambulatorio para acompañarlo al médico. Sobre las cuatro, cuando caminaba por la calle Manrique, unos gritos llamaron su atención. «A mí no me gustan las peleas, así que no quería ni mirar, pero al doblar la esquina vi al niño tirado en el suelo y pidiendo socorro. Me acerqué y me di cuenta de que tenía el hueso casi fuera y que había sangre en el suelo». Recuerda las palabras del menor: «Me dijo: 'Señora, no me deje usted solo, que tengo mucho miedo'. Yo le contesté que no me iba a marchar, y que pronto vendrían a ayudarnos».
En esos momentos, un vecino de un bloque cercano se asomó por la ventana y le preguntó a María Dolores si era verdad que al menor le había pasado algo. Ella le respondió que sí, confirmándole que estaba herido y que pidiera una ambulancia. «Es cierto que pasó una por allí. Yo la detuve haciéndole señas con una rebeca, pero iba ocupada, así que nos dieron una manta y esperamos a la siguiente».
«¿Perderé la pierna?»
La mujer siguió hablando con el pequeño para tranquilizarlo. «Recuerdo que me preguntaba: 'Señora, ¿cree usted que perderé la pierna?' No hacía más que repetir una y otra vez que quería que lo llevasen con su abuela. No paraba de nombrarla». También hablaron de lo que le había pasado. «Cuando el niño me contó lo que había ocurrido no me lo podía creer. Me dijo que un taxista lo había atropellado, que lo montó en el coche y que, por el camino, le dijo que no quería problemas y lo bajó. Eso no se le hace ni a un animal», apostilla.
La ambulancia no tardó en llegar, y María Dolores se fue al centro de salud donde se había citado con su padre. Ya había cumplido con creces su papel. «Al rato, cuando volvía del médico, vi que la ambulancia aún estaba allí y que lo estaban atendido, pero ya había familiares con él. Me fui a casa, pero la carita del niño no se me iba de la cabeza. Creo que no se me irá mientras viva». A las ocho de la tarde, llamó al Hospital Materno para interesarse por el estado de salud del menor, que se había fracturado tibia y peroné de la pierna derecha. «Me dijeron que lo estaban operando en esos momentos».
Desde entonces, ha llamado regularmente a la familia para interesarse por su salud. «He hablado varias veces con la abuela. Estaba muy agradecida, y siempre me decía que quería conocerme». Ayer se produjo ese encuentro en el domicilio de Carmen Agudo, que se encarga de cuidar al pequeño. Tanto la abuela como la madre, Estefanía Granado, escucharon emocionadas el relato de María Dolores y se mostraron muy agradecidas por la humanidad que tuvo con el niño.
Investigación
Entre tanto, la Policía Local sigue haciendo gestiones para tratar de descubrir la identidad del conductor del taxi que, según siempre la denuncia de la familia, atropelló al pequeño y, tras ofrecerse a socorrerlo, lo dejó en la calle. Al parecer, la investigación apunta a que se trataría de un hombre de mediana edad.
Tal y como ayer adelantó este periódico, el atropello se produjo en la intersección entre las calles Zenete y Lozano de Torres, en la zona de Cristo de la Epidemia. El menor había estado jugando con sus amigos y, al cruzar la vía, fue arrollado por un turismo. La rueda delantera derecha le pasó por encima de la pierna.
La dependienta de la panadería Hermanos Rodríguez, Elena Suhan, que fue testigo del suceso, manifestó que el conductor del taxi le dijo que el menor estaba muy mal y que él mismo lo iba a llevar en su coche al hospital. Minutos después, María Dolores Almansa encontró al niño a unos 200 metros del lugar del accidente, sentado en la acera de la calle Manrique.







SIEMPRE ORGULLOSO DE NUESTRO EQUIPO---->SIEMPRE MALAGA C.F<----ADICTO A MI EQUIPO



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busy eres uy graciosoooooooo