El Unicaja va a dirigirse a la Euroliga para mostrar su enfado por el arbitraje sufrido el miércoles en Belgrado. Hay un tremendo descontento en el seno del club. No ya por la acción final, en la que el gigantón Vranes taponó de manera ilegal el lanzamiento de Cook, sino por el tono del arbitraje en general y por los ´pequeños errores´ que, a juicio del Unicaja, resultaron letales para el desarrollo del encuentro (60-59).
Los responsables del club volvieron a visionar ayer el partido ante el Partizán y detectaron varios errores de bulto contra el Unicaja, en especial del colegiado principal del encuentro, el italiano Luigi Lamonica.
Algo que ha mosqueado, y mucho, en Los Guindos es la permisividad del trío arbitral con el entrenador local, Dusko Vujosevic. Se le permitió ver la mitad del partido casi un metro dentro de la pista. Y ni se le llamó la atención.
Una falta pitada en defensa a Kelati cuando era de ataque y alguna que otra acción también han puesto de los nervios al club. La ´no´ falta de Haislip a Velickovic que permitió al ala-pívot serbio anotar uno de sus tiros libres al final y el tapón de Vranes fueron las gotas que han colmado el vaso de la paciencia malagueña.
Los árbitros, en Belgrado, dijeron que Haislip obstaculizó con la pierna la salida de Velickovic. Respecto al tapón de Vranes, los colegiados se escudan en que el balón no iba hacia el aro y que ese tiro se quedaba corto.
El Unicaja no está contento con estas explicaciones y tramitará por las vías pertinentes su reclamación. El club no quiere que se le tome el pelo y exige árbitros de mayor caché en este tipo de duelos.
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