Jesualdo Ferreira ha optado por marcharse de vacaciones durante una semana. Aunque ni desconectará el móvil ni perderá el contactos con los dirigentes del Málaga, abandonó ayer su lugar de estancia los últimos doce días, el hotel Tryp-Guadalmar, para seguir desde la distancia las gestiones. Eso sí, le ha dejado los deberes hechos a los responsables del club, Abdullah Ghubn (máximo ejecutivo del nuevo grupo propietario) y Yasmin Al Sahoud (que se perfila como la futura directora general).

Los dos flamantes dirigentes malaguistas recibieron ayer un informe completo de Ferreira, elaborado durante las tres últimas semanas. En él el nuevo entrenador del primer equipo blanquiazul ofrece todos los detalles sobre lo que a su juicio debe ser el proyecto para el primero de los tres años. Conviene recordar que durante las negociaciones para su fichaje el portugués recibió la clara consigna de que el objetivo para la próxima temporada es afianzar al Málaga en Primera División, entre los diez mejores del fútbol español.

En ese informe facilitado por el entrenador portugués, al que Ghubn calificó el día anterior de director técnico (con todas las competencias relacionadas con el primer equipo), figuró la lista de descartes. El hermetismo es total, porque Ferreira quiere imponer desde el primer momento sus normas. Y una de ellas se basa en que sean los futbolistas los primeros en conocer las decisiones. Por eso el objetivo es que los que no entran en los planes de futuro sean los primeros en enterarse. Según ha podido saber este periódico, se trata de una relación con seis nombres.

Análisis

El informe de Ferreira también incide en las plazas que desea cubrir para apuntalar la plantilla. El luso ha analizado escrupulosamente el nivel del equipo y para ello ha contado con personas ajenas al club que se dedican a ver fútbol para él desde hace varios años y, en particular, pendientes de la Liga. No es un secreto que en los principales conjuntos portugueses -y él ha dirigido al Oporto los cuatro últimos años- se fijan en el campeonato español como principal vivero para reforzar sus plantillas. De hecho, días atrás se confirmó el fichaje de Roberto, guardameta del Atlético de Madrid que estuvo cedido desde enero en el Zaragoza, al Benfica por 8,5 millones.

Las prioridades de Jesualdo Ferreira van en clara consonancia con la lista de peticiones en cuanto a nombres. Las fuentes consultadas por este periódico destacan que el técnico portugués ha ofrecido varias opciones en cada demarcación -aunque incide especialmente en determinados jugadores- y que junto a los nombres aparecen datos importantes, como la cantidad que el futbolista aspira a percibir, el posible desembolso que habría que realizar -si bien el sustituto de Muñiz es consciente de que este primer año no se va a tirar la casa por la ventana- y el nombre del representante.

Ferreira se ha ajustado mucho en esta elección a la relación calidad-precio. En la lista figuran futbolistas de un nivel superior a lo que tiene el Málaga, pero en absoluto nombres de 'cracks' (aunque le gusten algunos compatriotas de su selección) o de otros cuya incorporación requiera un esfuerzo económico de varios millones de euros.